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Estado de Washington (Dos meses después) Madison Washington POV. 

-Kate no ha vuelto. 

No, no puedo decirlo así. Kate no se ha fugado. 

-Kate no ha sido encontrada. Kate no ha sido rescatada. Kate no ha sido salvada... Kate podría estar muerta. 

Las cámaras han invadido la planta principal. Mamá y papá no querían que la entrevista se hiciera en casa pero la productora aconsejó que mostrar a los secuestradores el lugar donde creció Kate les ayudaría a empatizar. 

-¿Por qué crees que los secuestradores eligieron a Kate como objetivo? -me pregunta la presentadora del programa. 

-Kate es una persona increíble -admito-. Pero... por mucho que quiera centrarme en Kate no puedo obviar el hecho de que otros diecinueve chicos y chicas también fueron secuestrados. 

Llevamos demasiado tiempo hablando de Kate en la entrevista. Kate no es la clave; sino que lo es el conjunto de chicas y chicos a los que le ha pasado lo mismo. 

-Si supieras que los secuestradores te están viendo ahora mismo por televisión, ¿qué les dirías? -me pregunta y, bajo toda su profesionalidad, noto que la pregunta le despierta mucha curiosidad. 

Miro hacia la cámara mientras me imagino la de cosas que debe estar sufriendo Kate. ¿Habrá logrado sobrevivir con esa actitud suya tan pesimista? 

-Hagan lo correcto y dejen ir a todos esos chicos y chicas -suspiro con voz temblorosa. Mamá y papá me toman de las manos para darme fuerzas-. Ningún ser humano se merece ser apartado de su vida sin permiso. 

Cuando termina la entrevista me reúno con Davis al otro lado del salón, desde donde ha estado observando como se grababa la entrevista tras las cámaras. Me envuelve en un fuerte abrazo nada más llegar hasta él y permanecemos así mientras el equipo de grabación recoge todo el material y abandonan la casa. 

-La BBC quiere hacer un documental sobre todo esto -comenta Davis con mis padres-. Un agente ha venido a visitarnos y estamos seguro de que no tardará mucho en visitarnos a vosotros. 

-Será mejor que llame a tus padres para hablar con ellos -dice mi madre mientras le da un suave apretón al hombro de Davis. 

-¿Sabes si han decidido algo ya? -pregunta mi padre, que está detrás de la isla de la cocina, preparando la cena. 

-Ya sabe cómo son mis padres, Tadeu. Ellos no quieren tener nada que ver con la prensa. Aunque creo que se lo están planteando -admite-. La BBC no hará el documental si alguna de las familias no da su consentimiento. 

-Déjame que lo adivine -le pide mi padre-. La cadena está ofreciendo recompensas monetarias para aquellas familias que no se sientan lo suficientemente incentivadas. 

Davis asiente varias veces. 

-Algunas de las familias son muy pobres, Tadeu -advierte Davis, a mi lado-. No sé si podemos culparlas por aceptar algo de ayuda. 

Mi padre se encoge de hombros. 

-Los documentales no sirven para nada -opina-. Necesitamos más acción, Davis. Más ayuda policial, más involucración internacional, más pistas... 

-Davis y yo vamos a ir mañana a la protesta frente a la comisaría de policía, papá -le recuerdo-. Estoy segura de que muchos ciudadanos se presentarán allí también. 

Mi padre niega con la cabeza. 

-Tú deberías estar en el instituto -señala mi padre con firmeza-. Has faltado muchos días. 

LA NUEVA SOCIEDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora