En algún lugar del pacífico (Presente) Douglass Owen POV.
-¿Qué vamos a hacer, Douglass? -pregunta Miranda mientras dirige una mirada furtiva hacia el interior de la habitación de la zona de hospital.
El lugar está tan en silencio que escuchamos la maquina que marca los latidos del corazón del sujeto masculino de la pareja tres, Tom, si no recuerdo mal, desde el otro lado del cristal.
-Todo el comité debe votar -respondo con tranquilidad mientras la miro a ella, su pelo rubio semirecogido de forma profesional, sus pantalones rectos perfectamente planchados.
-Es un vegetal -suelta hacia el cristal.
Me aliso la chaqueta, aun sin tener que hacerlo.
-Puede despertar en cualquier momento, Amanda -digo mientras le pongo una mano sobre el hombro para reconfortarla.
-O puede no hacerlo nunca -señala con sensatez-. Dos suicidios desde que llegaron, se podría decir. Elegimos a los más aptos, pero no por ello a los más fuertes.
Asiento con lentitud.
-Sé que te duele porque lo escogiste tú, Amanda -apunto con delicadeza-. Nos hemos involucrado demasiado.
-¿Demasiado? -pregunta ofendida-. Mi elección no ha resultado ser la correcta... La tuya, sin embargo. ¡Ahí la tienes! ¡Una líder natural!
-Kate, quiero decir, la sujeto femenina de la pareja uno tampoco es perfecta. Es muy impredecible, al contrario de lo que había mostrado antes de L.S.N -apunto.
Amada se echa la melena hacia detrás por encima de su hombro.
-Hemos esperado a que se recupere el suficiente tiempo -comenta con seguridad-. Es hora de convocar al comité para votar.
***
-¿Eso es todo lo que tengo que saber? -pregunta Carter mientras deja los ficheros sobre la mesa de mi despacho-. No parece muy difícil.
-No has sido muy buen secretario hasta ahora, Carter. Yo que tú no fardaría mucho de tus dotes de memorización... -le señalo con sequedad.
-Ya... -murmura-. Ese trabajo no me motivaba lo suficiente -explica.
-Espero que encuentres tu rol adecuado en tu nueva vida, chico. Hazlo lo mejor que puedas por la humanidad -le aconsejo mientras palmeo su hombro con suavidad en la parte trasera del coche.
Abrimos nuestras respectivas puertas y salimos al exterior, donde los sujetos se han visto obligados a venir, convocados por mí de forma oficial.
-¡He venido a deciros que Tom sigue en el mismo estado! -grito por encima del murmullo para que se callen y escuchen- Y que cuidaremos de él. Sin embargo, alguien tiene que tomar su lugar y por eso he traído a Carter, que será el sujeto masculino de la pareja tres a partir de ahora.
Una nueva oleada de murmullos se extiende por el lugar. Detecto a Kate entre la multitud, ya recuperada de los moretones y la torcedura de muñeca que le provocó la caída de Tom. Sam está a su lado, tranquilo y manteniendo la compostura, como un buen líder. Quizás, aprendiendo de Kate. Ella fija su mirada grisácea en Carter, que permanece a mi lado. El chico lleva el pelo castaño alborotado como siempre, y sus gafas redondas de pasta reposan sobre su nariz recta. Sé de buena tinta que ha nacido en una buena familia, a pesar de que les haya salido un poco torpe. El chico ya lleva puesta la ropa reglamentaria, al igual que los demás sujetos, y ya supuse que eso les serviría de pista para descubrir lo que iba a pasar.
-Por favor, incorpórate a los demás -le digo a Carter mientras lo tomo por el hombro y lo invito a ir hacia los demás con la mirada.
Él me dedica una última sonrisa de despedida, y me siento como si fuese un padre orgulloso. Todas las noches me repito a mí mismo que todo lo que hago es por ellos, que por mucho que les duela lo que les hemos hecho, es por un bien mucho mayor que todos ellos, y que yo.
-Las sujetos femeninas del tres y siete, por favor, acercaos -pido con amabilidad mientras dirijo una mirada a todas las chicas, a la espera de que las susodichas se adelanten.
-¿Para qué? -pregunta Sam, sorprendiéndome, no necesariamente de forma grata.
Ese... desafio lo esperaba, precisamente, de Kate, pero no de Sam. Ahora me arrepiento de haber pensado que era algo bueno que él aprendiera de ella, si se alían... controlaran a todos los sujetos.
-El nuevo sujeto masculino de la pareja tres ya ha cumplido diecinueve año y... el sujeto masculino de la pareja siete los cumple este mes -explico.
-¿Qué? -pregunta una de las chicas entre la población.
Cindy, si no recuerdo mal su cara. Una chica de rasgos asiáticos con una larga melena negra, delgada y descrita muchas veces como una prodigio de la pintura contemporánea. Ahora, sin embargo, es la bombero del lugar, pero todavía no ha sido puesta a prueba, por suerte.
-¡Ese tío acaba de llegar! -grita desde su lugar, mientras inclina la cabeza un poco hacia delante por la fuerza de sus gritos-. ¡No he tenido tanto tiempo como los demás!
-Tuviste tiempo con el anterior -señalo con frialdad.
Los ojos de la chica se abren de par en par, mientras la otra sujeto se ha ido haciendo paso hacia mí mientras prestaba atención a la otra sujeto.
-¡Sebastian ni siquiera los ha cumplido todavía! -me reclama la otra chica, Martha, una de las agricultoras-. ¡No es justo!
Uno de los guardias apunta su arma hacia la chica, que retrocede rápidamente hacia la multitud.
Suspiro con lentitud.
-Os hemos dado tiempo, sujetos -aseguro-. Meses para adaptaros y poneros a ello.
-El estrés está afectando mucho a sus aparatos reproductores -salta Kate, desde la parte trasera de la multitud.
-Tiene razón -apunta el sujeto masculino de la pareja cuatro, el enfermero.
Kate se frota los ojos con desesperación, y puedo sentir su dolor por la situación. Pero no puedo respaldarla como ella quiere.
-Si nos siguen presionando tanto, nadie nunca se quedará embarazada -asegura Kate-. ¡Y no pueden obligarnos tantas veces como quieran!
Alzo una mano para pedir que todo el mundo se calme.
-Aquellos que fuisteis a los laboratorios, sabéis que se puede. Os lo hemos demostrado en varias ocasiones, y usaremos la fuerza si es necesario -le recuerdo-. Está en las leyes. Si no acatáis las leyes, habrá consecuencia.
-¿Nos van a sustituir a todos? -pregunta Martha con un grito un tanto desafinado.
-Tenéis quince día más para conseguir embarazos -les comunico desde el mismo lugar en el que estaba, junto al coche-. Me da igual cómo lo hagáis, pero lo haréis. Si no, habrá consecuencias. ¡Despertad, sujetos! ¡Esto no es jugar a las casitas! ¡Esta es vuestra vida real! ¡Qué el futuro de la comunidad sea próspero!
-¡Y una puta mierda! -grita una de las chicas a mis espaldas mientras subo al coche.
-¿Señor? -pregunta uno de los guardas.
-No se preocupe, eso no está en las leyes. Pueden decir lo que quieran.
El guarda asiente hacia mí y vuelve a guardar su arma.
-Kate, más te vale que no me jodas -murmuro.
Iba a poner a Carter en una foto pero no me deja. En fin, es Aaron Taylor (de joven).
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LA NUEVA SOCIEDAD
Teen FictionUn día estás haciendo tu vida normal y al siguiente estás siendo secuestrada. Bienvenidos a «La Nueva Sociedad». 20 chicos y chicas de entre 16 y 18 años han sido trasladados a un lugar recóndito del planeta, en el que tendrán que dar su vida, in...