Capítulo #1

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   ¡Atención a todas las unidades! Llega una adolescente con un aparente shock anafiláctico... Favor presentarse en la sala de emergencias.

   Así decían mientras arrastraban a una joven inconsciente sobre la camilla hacia la sala de reanimación, me tocó a mi recibirla al momento que llegara el doctor Hammilton, el médico de guardia.

—Weekes ¿cuál es su estado? —preguntó el doctor al entrar.

—Mujer de 18 años, aparentemente tuvo una reacción alérgica con comida china y le causó un shock anafiláctico —respondí mientras le controlaba el pulso a la paciente. —Un anónimo llamó al 911 cuando vio a la chica en este estado.

—Bien, ahora déjamelo a mi —me aparté para que el doctor hiciera lo que debía hacer.

Luego de unos largos minutos habían logrado salvar la vida de la chica, pero ella estaba sedada y no iba a despertar sino hasta dentro de unas horas.

—Tengo la certeza que esta chica no quiere que la salvemos —comentó el doctor Hamilton.

Fruncí el ceño confundido, hasta que él me mostró las muñecas de la chica; tenía diversos cortes que iban por todo el antebrazo y además eran frescos, no debían tener más de 4 horas de haber sido hechos.

Que horror.

Pero aún no he mencionado una cosa, ella tiene cicatrices de quemaduras en el casi la mitad rostro y cuello, pero esas no son recientes.

Después que la llevaron a una habitación con los demás pacientes me dediqué a observarla con más detenimiento. Su cabello era blanco, se nota que es decolorado porque sus cejas y pestañas eran de color oscuro; su piel blanca, mejillas ligeramente rosadas, sus labios carnosos y rojizos, aunque tenía un tubo que conducía a su garganta podía apreciar sus labios, sus largas pestañas descansando sobre los pómulos y...

—¡Weekes! —la voz del doctor interrumpió mis pensamientos. —No te quedes ahí, hay más pacientes por atender —suelto un bufido y me retiro del lugar.

En mi día a día, me toca ver casos similares a los de la chica recién llegada, algunos lamentablemente tienen un desenlace fatal. Ésta tuvo mucha suerte de ser encontrada a tiempo, de no ser así... Mejor ni imaginarlo.

No puedo evitar sentir preocupación por sus cicatrices, tanto las de su rostro como las de sus brazos. Las de su rostro se notan que fueron causadas por un accidente, pero no puedo decir lo mismo de las demás.

El cutting es una muy mala práctica a la que suelen recurrir algunas personas para experimentar dolor y que les sirva para afrontar depresión o causas emocionales desagradables. Suena bastante tonto, pero es un tema muy serio.

Esta chica, aunque no quiera reconocerlo, necesita ayuda.


No ocurrió nada más en el día, como todo interno tuve que seguir atendiendo pacientes hasta que acabó mi turno. Como siempre ya eran las 23:30 p.m. y debía alcanzar el metro.

A pesar de ya haber pasado un año de ese día, aún me sigue dando escalofríos cuando voy a la subestación de tren. Con respecto al caso, la policía nunca encontró al asesino y archivaron las causas.

—Aún me da mal rollo venir a este lugar —dije a Pete Wentz, un compañero de universidad.

—Vamos Dallon, reforzaron la seguridad del lugar luego del asesinato —respondió el moreno.

—De todas formas no me siento seguro ¿no recuerdas que ni las cámaras captaron al asesino? Solo se ve salir una bala de un lugar desconocido, fuera del enfoque de las cámaras. —respondo serio.

Everybody Hurts {Dallon Weekes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora