Cap.#51

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  Ya pasaron tres semanas desde que Kylie ingresó a cuidados intensivos, después de el fallo que tuvo en el corazón tuvieron que inducirla al coma.

Mis esperanzas de volver a verla despierta se disminuyen, desearía poder hacer algo para que despierte, pero eso es imposible.

Aproveché que estaba libre durante mi turno para ir a verla, pero solo desde afuera de su habitación, a través de un ventanal; ya que solamente el doctor Hammilton puede entrar a revisar que todo esté en orden. Sin mencionar que los horarios de visita son estrictamente limitados.

Allí estaba ella sobre esa cama, en ese cuarto frío y sombrío, con un tubo en la garganta el cual estaba conectado a un respirador artificial, además de otras máquinas que estaban conectadas a su cuerpo.

La extraño tanto.

- ¿Es tu novia?- oí una voz a mi lado, al voltear vi a un chico con cabello verde azulado. Supuse que también era un interno porque iba con una bata blanca.

- Algo así - murmuré, volviendo la vista al ventanal.

- Perdona si soné un poco metiche, pero es que no pude evitar verte con frecuencia por aquí solo para venir a verla - lo sentí acercarse a mi y pararse a mi lado, también mirando el ventanal - por cierto, soy Ryan Seaman, soy interno en ésta área - tendió su mano.

- Dallon Weekes - estreché su mano - ¿tu eres nuevo, no? - Ryan asintió.

Había oído que iba a llegar un nuevo practicante de otra universidad ya que Pete se fué, misteriosamente algo pasó y dejó la universidad, no volví a saber de él desde entonces.

Me quedé hablando un momento con el tal Ryan, la primera impresión que tuve de él fue que es un buen tipo, conversar con él es agradable y también noté que teníamos ciertas cosas en común.

Luego tuve que despedirme de él, yo debía volver a mi turno antes que notaran mi ausencia, de camino pasé a la habitación donde estaba Mikey, lo encontré con Gerard quien le estaba dando de comer.

- Hey, Dallon - saludó Gerard.

- Hola chicos ¿como estás ahora Mikey? - me paré al lado de su cama, del lado contrario a donde su hermano estaba sentado.

- Estoy mejorando, aunque ya estoy ansioso porque me den el alta, odio esta comida de hospital - señaló el plato que sostenía Gerard - ni siquiera se molestan en ponerle sal a esa sopa y además está fría - bufó.

Tanto Gerard como yo estallamos a carcajadas.

Mikey tiene la pierna derecha luxada, por lo que no puede moverla y está escayolada, probablemente use muletas durante algún tiempo; con respecto a su caso, un juez dictaminó su arresto, pero debido a su condición lo está aquí en el hospital, de hecho tiene una de sus manos esposadas a la cama.

Su madre consiguió un abogado que se encargará de apelar su caso, desean que le den pocos meses de cárcel o libertad condicional.

  Me despedí de ambos para ahora si volver a mi turno, pero la verdad no me importa ser regañado, el bienestar de mis amigos y la mujer que amo es más importante.


~°~

Mikey se encontraba descansando sobre la cama de hospital, odiaba estar en ese lugar pero aún no le daban el alta, en estos momentos su hermano mayor ya se había ido porque debía ir a trabajar al día siguiente.

La puerta se abrió lentamente, Mikey dirigió su vista allí para encontrarse con la chica de cabello rosa, de quien él estaba enamorado en secreto; al acercarse Sarah se sentó en la cama, hizo una pequeña mueca de dolor porque aún su espalda no estaba bien recuperada.

- Vine en cuánto recibí tu mensaje - habló Sarah - ¿que es eso tan importante que querías decirme? - se sentó en una silla junto a la cama.

- Necesitaba que vengas por una razón muy importante - respiró hondo, miró fijamente sus ojos castaños y se lamió los labios - Estoy enamorado de ti, Sarah.

Ella se sobresaltó ante lo que acababa de escuchar, miraba atónita a Mikey, quien estaba serio y esperando que ella dijera algo, pero simplemente la voz se negaba a salir de sus cuerdas vocales.

- Se que te asusté - continuó - pero es que ya no puedo ocultar lo que siento por ti, Sarah. He cometido errores en este último año y entiende que debo pagar por ellos, de momento estoy arrestado aquí - estiró su brazo esposado hasta donde se le permitía - pero juro que es verdad que quiero cambiar, voy a ir a rehabilitación para dejar de drogarme y ser alguien distinto; todo esto lo hago por ti y por mi hermano.

- Bueno, realmente si me asustaste - Sarah hizo una mueca - pero sería mejor decir que me sorprendió la forma que lo confesaste, nosotros nos conocemos desde hace poco y creo que sería muy pronto decir que estas enamorado, aunque el amor no es una decisión - miró a Mikey, él apretó sus labios en una delgada línea y agachó la cabeza.

- Entonces ¿no sientes lo mismo, Sarah? - musitó.

- Estaría mintiendo si dijera que no, Mikey, tu me gustas mucho y...

Sarah dejó su oración en el aire porque Mikey se acercó a ella, tomó su barbilla con delicadeza y unió sus labios con los suyos en un apasionado y cariñoso beso.





~°~






Me siento ligera como una pluma, las cosas que antes me molestaban ya no me duelen, me incorporo lentamente sobre la cama y me levanto de allí, mi vista se pasea por todo el sitio y reconozco que es una habitación de hospital.

¿Pero por qué me fue fácil levantarme de la cama? ¿Acaso no debería estar débil? Llevo mucho tiempo dormida y ni siquiera se con exactitud cuánto tiempo.

Entonces volteo hacia la cama, es allí cuando me doy cuenta de lo que pasa.

Soy yo, es decir, mi cuerpo está allí acostado sobre esa cama, totalmente inmóvil y con varios aparatos conectados a mi.

No puede ser ¿acabo de morir?

Pero la máquina que controla mis latidos aún sigue sonando con esos típicos pitidos y las líneas que suben y bajan en la pantalla.

Entonces veo a un hombre alto entrar a la habitación, está vestido con un uniforme verde y trae un cubrebocas del mismo color, la persona se arrodilla junto a mi cuerpo y toma mi mano a la vez que se quita el cubrebocas.

- Kylie, te ruego que no me dejes por favor - dice Dallon con la voz quebrada - te amo Kylie, no quiero perderte, ojalá pudieras despertar y que permanezcas a mi lado, no vuelvas a escapar, te lo suplico. Prometiste jamás volver a escapar.

No puedo evitar llorar por verlo así, además que acabo de notar que mi alma tiene sentimientos, siento una presión en el pecho muy dolorosa, como si fuera angustia.

- Kylie - oigo una voz llamarme en la lejanía.

Doy un giro de 180 grados hacia la dirección de donde provenía el ruido, a mi derecha está un túnel que juraría que antes no estaba allí, pero no es lo único que veo.

Mi hermano Omer está parado al final, su mano está extendida como para que yo la tomase, otra vez lloro al ver a mi hermano.

- Omer, pensé que no... - cubrí mi rostro con las manos, deje la oración en el aire debido al llanto.

- Ya no llores hermanita, ven conmigo - habló suavemente - aquí no hay sufrimiento, no hay dolor, todo aquí es tan bello y he esperado tanto tiempo para que vinieras aquí algún día.

- No puedo hacerlo - negué con ambas manos en mi cabeza.

- Si puedes, solo camina hacia mi.

Al levantar la vista vi a Omer con los brazos abiertos, dispuesto a darme un abrazo cuando yo llegará; entonces miré a Dallon, quien no dejaba de llorar mientras agarraba mi mano derecha.

Miré de nuevo a Omer, tragué saliva y comencé a avanzar hacia él.

Pero volví a retroceder corriendo, esta vez fui hacia Dallon e intenté abrazarlo, pero lo atravesé tal como si yo fuera un fantasma.

¿Acaso éste es mi fin?

Everybody Hurts {Dallon Weekes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora