#31

94 12 45
                                    

Dallon

—¡Ahhhh! ¡No puedo creer que esa cosa enorme haya estado dentro del baño! —gritó Kylie, rápidamente se envolvió con la toalla.

—Ya, tranquila, ya la maté —dije tranquilo —¡Agh, que desagradable olor! —cubro mi nariz con el cuello de mi camiseta y agito la mano —Huele como a Gerard cuando no se baña en semanas.

—¿Estas seguro que esa rata ya está muerta?

—Si, ya te lo dije —le aseguro, poniendo el roedor en una bolsa —Ven a mirarlo, no parece tan malo —hice un gesto para que se acerque.

—No voy a acercarme a eso, Dallon - chilló.

—Anda, vence tu miedo —se acercó lentamente y se inclinó hacia adelante —Mira, tiene un lindo pelaje, una linda colita, unos lindos ojos ¡oh! Mira esos dientes, parece que esta vivo ¡Ahhh! —levanté la bolsa hacia ella a propósito.

—¡Ahhhhhh! —Kylie salió corriendo del baño mientras yo carcajeaba sonoramente —¡Ay! ¡Te odio! ¡TE ODIO! Dallon James Weekes eres un malvado, no se como pude confiar en ti... —siguio exclamando maldiciones mientras me arrojaba cosas, yo solo reí hasta que me dolió el estómago.

Me levanté del suelo y arrojé la rata muerta al basurero, volví a mi habitación donde vi a Kylie sentada en mi cama.

—Kylie, perdóname, solo fue una bromita —la abracé.

—Pero no me gustan esas "bromitas" —respondió enojada, le di un beso en la mejilla.

—Te ves tan linda cuando te enojas, tal vez debería hacerte bromas más seguido.

—Tonto —me golpeó en el estómago, reí agarrando la zona del golpe —Y déjame a solas para vestirme, ya tengo frío y hasta aquí puedo ver tus pensamientos impuros sobre mi.

—Los pensamientos impuros ya los tenía desde antes de...

—¡DALLON! Eres un sucio —fingió indignación.

—Pero solo contigo —hice un mohín, ella sonrió y me besó en la nariz.

—Enserio, ya quiero vestirme —se levantó de la cama y me jaló del brazo.

—¿No puedo quedarme? —la atraje a mi con el brazo que estaba jalando y ambos caímos sobre el colchón, quedando ella arriba de mi.

—No, hablo enserio —se levantó, entonces le retiré la toalla —¡Dallon!

—Tramposa, ya te pusiste las bragas - fingí estar indignado.

—¡Fuera!

Esta vez volvió a jalarme del brazo, me levantó y me sacó de mi propia habitación de un empujón, comencé a reír mientras bajaba a la cocina para preparar el desayuno.

***

  Este día en el hospital había empezado mal, cuando llegué habían traído a dos heridos en un accidente de tránsito, uno de ellos aún estaba consciente, pero el otro llegó herido de gravedad y no estaba respirando cuando fue ingresado a emergencias.

Everybody Hurts {Dallon Weekes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora