Everybody Hurts {Dallon Weekes}

Capítulo #14 (PASADO)

30 de julio de 1993

"Era ya tarde en la noche, la pareja de casados discutía una vez mas, como todas las noches. Exactamente como todos los días.

Esa noche no contaban con que su pequeño hijo de seis años se despertaría, ya debería estar dormido pero sus gritos lo despertaron. El pequeño Dallon se levantó despacio de su cama, caminó por el pasillo abrazando su muñeco de peluche favorito, a medida que se acercaba más fuertes se oían los gritos de sus padres, y él era demasiado joven para entender porqué mamá y papá peleaban todas las noches.

-¡No puedes dejarnos de esa forma, Louis! ¿Que hay de nuestro hijo que estoy esperando? -Gabrielle se tocó el vientre-. ¿Que hay de Dallon? También es tu hijo -dijo, con notables lágrimas en sus ojos.

-¡Estoy cansado de ti, Gabrielle! ¿Y sabes de quién estoy cansado también? ¡De ese estúpido niño! -señaló al pequeño niño que bajaba por las escaleras en pijama-. ¡No me importa que hagas con tu vida de ahora en adelante! ¡Te odio a ti y a Dallon! ¡Y ese bebé que llevas en el vientre no me hará cambiar de idea! -y sin más, Louis tomó sus maletas y se retiró por la puerta.

Gabrielle no lo soportó y rompió en lágrimas, gritando el nombre de su ahora ex esposo. Dallon no entendía que sucedía, mami y papi siempre peleaban, pero nunca antes su papá se había enfurecido tanto al punto de decir que los odiaba a él y a su mamá.

Después de que papá se fuera de la casa, Dallon veía a su mamá todos los días acostada en la cama llorando, ya no iba a trabajar, ya no salía de compras, ya no preparaba la comida ni se despedía de él con un beso antes de ir a la escuela, todas las noches se sentaba en el sofá esperando a que su amado volviera.

Y así pasaron las semanas...

Hasta que una mañana, el pequeño Dallon se levantó de su cama con su muñeco de peluche, y aún traía puesta su pijama favorita, abrió la puerta del cuarto de mamá creyendo que otra vez la encontraría llorando, cuando la encontraba así iba hasta ella para abrazarla y besarla, pidiéndole que ya no llore más porque le haría daño a su hermanito que estaba en su vientre.

Pero Gabrielle no estaba llorando esta vez, ni siquiera estaba acostada en la cama. El niño aún era muy pequeño para ver esa macabra escena que encontró, pero lo hizo sin querer y su inocencia le impidió procesar lo que había pasado. El cuerpo sin vida de su madre se hallaba colgado del ventilador de techo con una cuerda en el cuello, sus pies flotaban en el suelo, y su cabello cubría su rostro casi por completo.

Esa mañana Dallon perdió su inocencia, junto con la vida de su madre y hermanito."