#35 (PASADO)

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"- ¡Kylie! Me alegra que hayas llegado, cariño - Pete la abrazó.

- No tienes porque llamarme así, Pete - respondió ella - hemos quedado como amigos ¿recuerdas?

- ¿Y que no puedo tratar con cariño a mi ex? Perdón - carcajeó - a mi mejor amiga.

- Eres un tonto - lo golpeó en el hombro - llévame junto a Patrick y Elisa, debo quedarme con ellos.

  El moreno abrazó a Kylie por los hombros mientras caminaban entre la multitud de gente, la fiesta recién estaba empezando.

- ¡Patrick! ¡Elisa! - la chica corrió a abrazarlos.

- Que bueno que llegaste Kylie, ahora si nos divertiremos - sonrió Patrick.

- Pero sin alcohol, como lo prometieron - señaló Kylie, sentándose al lado de Elisa.

  Al rato llegó Mikey con las bebidas, solo dos eran con alcohol, as cuales eran para él y para Pete, los demás se tomaron los refrescos sin alcohol.

  La casa estaba inundada con música bien alta, luces de colores por todos lados, adolescentes bailando y otros haciendo cosas indecorosas.

- ¿Son dos chicas besándose? - dijo Kylie, de inmediato Mikey le cubrió los ojos.

- Eres demasiado inocente para ver eso, linda.

- Mikey, no creí que fueras homófobo - bromeó Pete.

- No es homofobia, imbécil - Mikey rodó los ojos al cielo - ¿no ves que esas chicas demás están semidesnudas y tocándose frente a todos?

- Que asco - dijo Kylie.

- Haberlo dicho antes, voy a disfrutar la vista - Pete volteó a ver a las chicas.

- Sucio - dijo Elisa mientras reía. Patrick le hizo un ademán para indicarle que no le prestara atención.

  Después Mikey invitó a Kylie a bailar, ella aceptó con gusto porque Mikey era un muy buen amigo; pero ellos no sabían que Pete se puso muy celoso de verlos juntos a ellos, porque sabía que Mikey sentía atracción por ella.

Luego Patrick y Elisa tuvieron que salir, porque el padre de ella quería que volviera a la casa antes de la una de la madrugada, pero Patrick estaría de vuelta en un santiamén, según él.

  Kylie se sentó en el sofá junto con su mejor amigo y ex novio, estaba agotada y Mikey ya se encontraba bailando con otra chica.

- Estoy cansada y tengo mucha sed - dijo riendo.

- Aquí sobró uno de los refrescos, Kylie - le señaló un vaso.

La chica le sonrió, tomó el vaso de refresco y se lo bebió entero. Si que tenía sed.

  Pero su inocencia no le permitió descubrir que Pete había puesto minutos antes una droga en el refresco, ahora solo le quedaba esperar que hiciera efecto.

  Kylie no tardó en sentirse extraña, la vista se le nubló y veía borroso, los párpados le pesaban y las piernas no le respondían cuando intentó levantarse; Pete la sostuvo antes que se cayera.

- Pete... quiero... ir... a... casa - habló en voz apenas audible y le costaba formar una frase coherente - Creo... que... tengo... sueño...

- No te preocupes linda, estarás muy bien conmigo - respondió.

En ese momento Kylie quedó completamente inconsciente, el desgraciado miró a todas las direcciones para asegurarse que nadie viera cuando se llevaba a la chica a una de las habitaciones de arriba; pero igual nadie prestaría atención, ya que varios jóvenes van a esos cuartos a darse amor.

Pero ¿a que iba Pete con Kylie?

Cuando llegó cerró la puerta tras sí, dejó a la chica inconsciente sobre la cama y él procedió a levantarle el vestido que traía.

  Miró su intimidad como si de un animal hambriento se tratase, se desabotonó la camisa y bajó el cierre de sus jeans; antes le quitó las braguitas a ella, antes de comenzar a realizar su repudiable acto.

Lo peor de todo, es que ella era virgen. Pete sabía eso muy bien.

  Mientras tanto abajo, en la fiesta, Patrick había vuelto después de llevar a su novia a la casa; le pareció muy extraño no encontrar a sus amigos, pero quien le preocupaba era Kylie, ya que era la más pequeña del grupo.

- Mikey ¿viste a Kylie? - preguntó al chico de gafas blancas.

- Ella estuvo bailando conmigo y después fue a sentarse - respondió.

Patrick siguió buscando a la chica, después de hacerlo sin éxito entre la multitud, decidió buscarla en los pisos de arriba; ya que tampoco encontraba a Pete.

  Al subir vió desde lejos una puerta al fondo, estaba entreabierta.

  El rubio caminó hasta allá, tratando de ignorar la repulsión que sentía al escuchar a las demás parejas tener sexo en las habitaciones contiguas.

  El tampoco tenía idea de porqué se estaba acercando a esa habitación, pero cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo ver que Kylie estaba tendida sobre la cama.

- ¡Dios mío! - exclamó. Temiendo lo peor, entró de golpe.

Mayor fue su sorpresa cuando descubrió que quien estaba abusando de ella, era su mejor amigo.

- ¿Que mierda haces? - Pete se giró a mirarlo asustado cuando lo oyó gritar.

Rápidamente cubrió sus vergüenzas cuando Patrick se acercó con furia hacia él, propinándole un puñetazo en la cara.

- ¿Por qué Pete? Ella es nuestra amiga - sollozó Patrick.

- Por favor, no le digas a nadie - respondió con desesperación, suplicando que no lo delatara.

  Pero Patrick dejó de prestarle atención cuando vio con horror la cantidad de sangre que había en las sábanas, producto de la violación.

  Patrick rápidamente la cubrió con la pollera del vestido que había sido levantada, tomó su teléfono y llamó al 911, él no dejaba de llorar cuando suplicaba a la operadora que envíe a alguien para ayudar a Kylie.

Para este punto, Pete había escapado de la habitación, se desechó del condón que había utilizado para no dejar rastro dentro de ella y siguió en la fiesta como si nada.

Maldito bastardo, todo lo había planeado con antelación.


***

- Lamentamos mucho darle esta noticia, señora, pero los resultados afirman que su hija sufrió una agresión sexual.

- ¡No! - lloriqueó la madre.

Corina estaba devastada, su única hija menor había sido ultrajada.

- ¡No! ¡¿Por qué a mi hermanita?! - lloró Omer junto con su madre, ambos estaban abrazados.

Kylie estaba en la camilla del hospital con Patrick a su lado, ella lloraba desconsoladamente y se sentía tan sucia, inmunda, estaba destruida.

  La policía los interrogó a todos, incluso a el imbécil de Pete, quien supo como convencerlos que no tuvo nada que ver.

Cuando le tocó el turno a Patrick, antes el imbécil lo había amenazado si llegaba a delatarlo, por lo que él se calló por miedo.

Pero más tarde se arrepintió al ver como Kylie sufría por haber perdido su virginidad de forma involuntaria y violenta; lo peor es que no recordaba quien o quienes fueron los culpables.

Tan solo tenía catorce años."

 

Everybody Hurts {Dallon Weekes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora