Teddy Lupin ya cumplió once y eso implica que su aventura en Hogwarts ya está por empezar.
El nuevo maestro de Defensa Contra Las Artes Oscuras, Michael Bungalows, tiene una gran noticia que darle: la puerta para saber más sobre sus padres. ¿Cómo s...
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: Antes de escribir quería decir que cuando subí el capítulo anterior se juntaron dos que ya había subido. Ya lo arreglé. Ahora sí empecemos: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Ted se despertó muy temprano y se dio cuenta de que Billius no estaba. Le dio lástima que él y John, su hermano tengan que irse de Hogwarts por su mamá. John era mucho más grande que Billius, ya estaba en sexto año y además pertenecía a Gryffindor. Tenía una novia llamada Fiona, que pertenecía a Ravenclaw. Sylvester y Sorvollo estaban al tanto de las pruebas. Siempre estaban estudiando o quejándose del estudio. De repente alguien abrió la puerta, era Billius. Estaba débil y lastimado. Casi no podía caminar. Ted se acercó y lo ayudó a sentarse en su cama. Sylvester se despertó y luego Sorvollo. -¡¡Billius!! ¿QUÉ PASÓ? -le preguntó Ted muy asustado. No sabía qué hacer, lo tomó por sorpresa. -¡YA NO LO PUEDO OCULTAR! -se lamentó Billius con una voz que parecía que estaba a punto de morir. -¿Qué cosa? ¡BILLIUS, RESPONDE!-gritó Ted con todas sus fuerzas. Billius estaba inmóvil, inconsciente. Llevaron a Billius a la enfermería esperando a que Madame Pomfrey esté despierta o en condiciones de atender. -¡¡MADAME POMFREY!! ¡NO! -gritó Ted, que estaba perdiendo el control. -¡Ted, tranquilo! Va a estar bien...-lo tranquilizó Sylvester tratando de mejorar las cosas. Madame Pomfrey se despertó de golpe cómo en una pesadilla. Abrió la puerta súper dormida sin darse cuenta de Billius. Cuando vio a Billius gritó y los invitó a pasar. Estaba paralizada. -¡¿QUÉ PASÓ?! -Llegó de ver a su madre y se desplomó -explicó Sorvollo porque Teddy no estaba en condiciones de contestar. Lo pusieron en la camilla. Madame Pomfrey le sacó su camisa y Ted casi llora. Su pecho estaba con heridas abiertas y sangrando. Inmediatamente Ted se sacó su remera y le hizo un torniquete a Billius para que no se desangre. Madame Pomfrey por fin agarró su varita y las cosas para curarlo. -¡Nunca vi nada igual! ¡Llamen a McGonagall! ¡AHORA! -se sorprendió Pomfrey cada vez más. Era como una pesadilla. Estaban corriendo por los pasillos, (sin nada de abrigo) corriendo por la vida de un amigo. Llamaron cómo locos a la puerta de McGonagall. La golpeaban porque no sabían la contraseña. -¡ABRITE! -gritó Sylvester. - ¡¿Qué quieren a esta hora?! -preguntó McGonagall. -Es Billius, se... Apenas dijo eso Sorvollo McGonagall salió cómo un rayo. -¡Llamen a Franklin, el de pociones y a Michael! -ordenó McGonagall. Pasaron cómo la velocidad de la luz por los pasillos. Golpearon la puerta de Franklin tres veces y nada. Ted empezó a gritar de furia. Dijo cosas inapropiadas y gritaba cada vez más fuerte. Los tocó una mano que los dio vuelta. Era Michael les preguntó qué pasaba y cómo paso con McGonagall apenas dijo Billius abrió la puerta de un hechizo. Le explicaron todo a Franklin. Llegaron a la enfermería y McGonagall hizo unas señas a Franklin. -Perdón, chicos. "Petrificus totalus"-dijo Franklin y los dos quedaron como una sartén en el piso. Los pusieron en unas camillas y los dejaron descansar. *** Ted se despertó con los puños en alto. Lo pararon entonces su pelo era un rojo furia. Miró a sus costados y vio a Sorvollo y a Sylvester despiertos. Se levantó luchando contra Franklin y lo que tenía miedo que pasara pasó. Billius estaba casi petrificado cómo en la noche. Era realidad, no una pesadilla. -Pueden retirarse -dijo Pomfrey. -¡No, me quedo! -dijo Ted. -Ted, vamos está en buenas manos -dijo Sylvester y lo tiró de la mano para que saliera. -Piensa en Victoire -dijo Sorvollo. Con el pelo cómo un gato mojado salió y miró por última vez a Billius. Afuera estaba Vick que apenas lo vio lo abrazó. Ted le explicó lo sucedido y Victoire lloró como nunca antes. -Tranquila... Para animarla se puso una nariz de chancho y Vick sonrió. Salieron agarrados de la mano.
