Capítulo 26: Por fin Navidad....

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La búsqueda de Lily estaba en el peor momento de la vida de Ted.
-Justo cuando más necesito a Harry no está -pensaba Teddy.
Se dio cuenta que había modulado, entonces disimuló.
-¿Qué pasa, mi amor? -preguntó Molly.
-Nada... -respondió de mala gana.
-Bueno faltan unos pocos minutos y Billius volverá -dijo para animar Vick.
-Pero la mitad de la familia no está -se quejó Ted.
Todos suspiraron. No querían decirle nada, pues tenía justificación de ser mala onda.
-Perdón -dijo Teddy porque se había dado cuenta de lo que hacía- . Es que todo me pasa a mí.
-No te preocupes -dijo cariñosamente Arthur.
-Sabes, cuando murió Fred -todos se estremecieron- yo estaba enojada con el mundo. Era mi pequeño bebé. Pero miré a mi alrededor y me di cuenta que no era la única. Voy todos los sábados a visitarlo. Le hablo y le mando cartas y dibujos. Todo pasa por algo. Yo sé que es duro, me encantaría que Fred esté al lado mío haciendo imposible mi vida. Él está presente, todos lo están. Cuando hay alegría, sé que él está ahí. Cuando hay tristeza, sé que está ahí animándonos. Cuando hay amor él suspira. Nunca se fueron, solo que no estamos preparados para verlos.
-Es increíble. Tienes razón. Saben, cuando me enteré sobre... -respiró hondo para decirlo- La muerte de Abu, sentí una mano acariciándome. Sé que están presentes, y que se fueron para darme un lugar mejor en donde crecer.
Todos soltaron algunas lágrimas y se abrazaron.
-Juntos... -comenzó Victoire.
-Hasta el final -lo completaron todos.

Mientras, en el bosque las cosas se ponían más difíciles.
-¡Mi pequeña! -se lamentó Ginny.
-Ginny, la encontraremos...
-Lo sé... -pero en su cara se notaba la duda.
-Euh, mírame -dijo Harry y ella lo miró- . La esperanza es lo único que se pierde -la besó.
-Bueno, lo voy a ignorar. Si pudimos encontrar horrocruxes, podemos encontrarla -dijo Ron.
A lo lejos se veía una sombra parecida a una casa.
-Eh, ¿Lo que veo es una casa? -preguntó esperanzado George.
Todos miraron donde señalaba George y fueron. Tocaron una vez la puerta. Nada. Otra vez. Nada. Última. Nada.
-¡A la antigua! -dijo Ron- "Alohomora" -dijo y la puerta se abrió.
Era una de las típicas casas para películas de terror muggles. Todo desprolijo, cortinas rotas, ventanas abiertas, ustedes saben.
-¿Lily? -preguntó Ginny.
-¡¡¡M-m-a... maaa!!! -se escuchaba de atrás.
-¡¡¡Lily!!! -gritó Harry lo más fuerte que pudo.

Lily era su tesoro más preciado.
-Shhhh...
Harry hizo una seña que da a entender que podían pasar. Pasaron por una puerta con cuadros y a continuación llegaron a un cuarto con marcas de garras en las paredes.
-¡AHH! -gritó una voz muy aguda con mucho dolor.
-¡Responde!
-¡MAMÁ!
-Si quieres que tu agüerito deje de sangrar, responde.
-¡DELE! -gritó Lily, que significaba duele.
Harry se asomó por la puerta. Lily estaba en el piso con Kevin a su costado, pero uno de los dedos del pie no estaba y los rodeaban sangre.
-Se va a desangrar -susurró con terror Harry. Era su pequeña, no la podía abandonar. Sus hijos y Ginny era lo que él pensaba para olvidarse de todo lo malo. Nunca se perdonaría que a ella le pasara algo por su culpa. Nunca. Ese es el amor verdadero. La entrega, la compañía, la preocupación, es amor.
Lily se estaba quedando pálida y su fuerza se estaba acabando.
-A la cuenta de tres, uno, dos... -contó Harry tratando de olvidarse sus sentimientos. Eso le jugó en contra bastantes veces. Todos tienen una debilidad, el talón de Aquiles de Harry es sus seres queridos.
-"Crucio"-interrumpió Ron y Kevin se empezó a balancear.
-¡¡Lily!! -gritó Ginny y la abrazó.
-¡¡Mamá!! ¡Dele! -gritó y agarró el agujero donde antes estaba su dedo.
-¡Todo va a estar bien! -la alentó Harry, mientras petrificaba a Kevin- Ya es tiempo que éste tenga su merecido.
-¡AUCH! -siguió Lily.
Ginny hizo un hechizo y la herida empezó a cicatrizar.
-¿Qué te hizo mi amor?
-Me... me preguntó sobre... un deario... -contestó Lily, que significaba diario.
-¿Un diario? -preguntó Ginny preocupada.
-¿No era que lo tenía Teddy? -se sobresaltó esta vez el padre.
-Lamento interrumpir... pero tengo tanta hambre como un náufrago -dijo George.
-Y hay muchas paradas para hacer: ir a buscar a Billius, la Madriguera, un lugar para alimentar a George... -empezó Bill.
-Está bien, vamos -dijo Harry y se llevó a Kevin atrás de él.
-¡Qué se pidra! -gritó Lily, que significaba que se pudra.
-Eso no se dice -la retó Ginny y Lily la miró desafiante.
Después de discutir cosas muy importantes, (aunque las de George eran siempre sobre comida), estaban en busca de Billius. Fueron al bosque, donde anteriormente habían dejado a Billy. Lo buscaron por un largo rato y a Bill se le ocurrió:
-"Accio Billius" -no funcionó.
-¡Qué inteligente! -se burló Ron y Bill se dio vuelta pensando que era Hermione.
-¡Siempre tengo que ser ella! -se quejó Ron al darse cuenta.
-Con intentar no se pierde nada -defendió Bill.
Desde un punto una sombra salió de la oscuridad como una pluma en un tornado.
Lo buscaron con desesperación y al final lo encontraron detrás de un árbol.
-¡BILLIUS! -dijeron todos o más bien gritaron. El chico saltó del susto.
-¡Ah! -gritó Billius.
-¿Qué? -preguntó George.
-Me asustaron., estar en medio de la nada... -se ahorró las explicaciones.
-Ah, hola -saludó Lily.
-¿Qué te pasó en el dedo? -preguntó curiosamente Billius- ¿O lo que te queda en él?
-¿Qué te pasó en la cara? -dijo Lily, porque Billius tenía un montón de cicatrices por toda su cara y estaba moribundo.
-¡No es de tu incumbencia! -se ofendió.
-Basta...

Teddy Lupin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora