Capítulo 24: Una noche no muy tranquila.

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Después de la emocionante visita de Michael, Teddy recién en ese instante, se acordó de la tarea. Se sentó en el borde del sofá y abrió los libros.
-¿Abu, cuál es la apariencia de un bogart? -preguntó Ted.
-¡Nadie sabe, se transforma en tu mayor miedo! -respondió gritando Andrómeda desde la cocina.
-¡GRACIAS! -gritó Teddy aún más fuerte.
En poco tiempo, Harry los iba a pasar a buscar. Teddy no se confundió, el timbre sonó de nuevo.
-Hola, ¿qué noticias? -preguntó Harry.
-Bueno... no sé... podría ser... ¡Soy padrino! -gritó Teddy saltando de alegría.
-¿¡QUÉ!?
-¡Sí, Michael tuvo una hija, Nymphadora y soy su padrino! -explicó Teddy.
-Bueno, padrino joven, hay que despertarlos -dijo Harry.
-¡Yo voy! -dijo Ted para parecer más responsable.
Subió las escaleras como un espía. Entró sigilosamente y vio a tres hermanos durmiendo como unos bebés, aunque Lily lo era.
-¡Vamos, despierten!
Llantos por todos lados, frazadas tiradas, almohadones en la otra punta, en resumen un desastre.
-¿Mamá? -dijo James.
-¿Mamá, eso quieren? ¡Está abajo! -dijo Teddy como si fueran perros.
Los llevó abajo y Lily abrazó a su papá recién llegado.
-¡PAPI! -dijeron todos.
-¡Hola, ahora vamos a lo de abuelo y abuela! -dijo Harry tratando de que entiendan.
-¡Papabu! -exclamó Lily.

Pasaron muchos minutos de canciones infantiles: "Canciones infantiles de Tía Brinda para brujillisos", era la más repetida.
-Y con unas grageas me voy a la escuela, con mis amigos, ¡Todo es divertido...! -cantaban los chiquitos.
-¡Llegamos! -anunció Harry.
-¡Uff, qué bien! -dijo Teddy pero en su cabeza decía: -"aleluya, gloria, aleluya".

La Madriguera estaba decorada con dos árboles de Navidad, uno en el jardín y otro en el living. El del jardín para los adultos y el del living para los niños. Todos se iban a quedar a dormir para después despertarse ya en Navidad.

-Harry, ¿cómo estás? -dijo Arthur.

-Bien, ¿y ustedes? -dijo Harry con Lily en sus manos.

-Para un jubilado, bien -dijo Arthur y le sacó una pequeña sonrisa a Harry.

-Entren que hace frío -dijo Arthur.
Teddy vio una rubia y un pelirrojo jugando con nieve.
-¡¡BILLIUS, VICTOIRE!! -dijo Teddy al ver a sus amigos.
-¡¡TEDDY!! -dijeron al mismo tiempo.
Se abrazaron dramáticamente como en las películas, corriendo desde la otra punta y un abrazo volador. George se rió al ver el abrazo y recordar cuando era chiquito.
-¡Hola Teddy! Perdón... interrumpí... -dijo George al interrumpir el abrazo entre Vick y Teddy.
-No interrumpiste nada-dijo Victoire.
-Bueno, como quieran -dijo y se fue a vigilar a Fred- . ¡No eso no es un micropuff! -lo retó porque estaba por tirar el angelito del árbol.
-Tarde -dijo Billius, Fred había tirado y roto el ángel.
-¡Eso no se hace! Hola pelirrojo. Me gusta verte sonreír. Ven aquí -dijo Fred para que lo abrazara.
-¡Me encanta pertenecer a esta familia! -dijo Billius.
-¿Y John? -preguntó Ted.
-Durmiendo.
-Como siempre.
Todos rieron.
-John + Fiona = AMOR -se burló Victoire.
-¿Hoy qué día es? -preguntó Billius.
-El día antes de Navidad -dijo Ted.
-¡NO! -exclamó Billius.
-¿Qué pasa? -preguntaron los dos.
-Hay luna llena -respondió Billius aterrado- . Le voy a decir a mamá.
-¿Quién, Molly? -preguntó Ted
Victoire le golpeó las costillas.
-¡Qué tierno! -se corrigió.
-Deberías llamar así a Harry y a Ginny -dijo Billius.
-Ya tienen bastantes hijos para que los llamen papás -dijo Teddy que se había ofendido un poco.
-¡Y Molly! -exclamó Vick.
-Bueno, tema cerrado -dijo Teddy harto.
-¡MAAAA!- dijo Billius.
-¿Qué pasa?- preguntó Molly.
-No tomé la poción y es hoy -explicó.
-¿Hoy? ¡Estamos en problemas!
-¿Por?
-¡No hay más y todos los locales están cerrados!
-La tendremos que preparar.
-¡Pero no tenemos todos los ingredientes! ¡Perdón, mi amor pero te vas a tener que quedar en San Mungo!
-¡Viste el daño que me hago!
-Sí, pero...
Billius se dio vuelta y se dirigió a su cuarto.
-¡¡BILLIUS!! ¡¡VEN!! -repetía Molly.
-¿Por qué tanto alboroto? -preguntó Arthur.
Molly le explicó la situación. Hizo maldiciones de todo tipo. A parte del problema de la poción faltaba muy poco para luna llena y no iban a llegar a San Mungo.
-¡Polvos flu! -dijo Ted.
-San Mungo no permite los polvos flu por si roba alguien -explicó Hermine.
-Ya sé. ¿Teddy, tienes tu escoba? -pregutó Harry.
-Obvio -respondió presumido.
-Dámela.
-Harry, no eres muy viejo como para... -dijo Hermione.
-¡NO! -respondió él-"Accio escoba"-dijo y la escoba ya estaba en su mano.
-Voy a buscar a Billius -dijo John que ya había despertado.
Después de unos largos minutos, Billius bajó por la escalera con cara de burro. Pero sin decir una palabra, se subió a la escoba.
-¿No es más seguro que maneje yo? -preguntó Ginny.
-No, tienes que estar pendiente de Lila -dijo Arthur.
-Pero... -interrumpió Jenny.
-No se discute más -dijo Arthur.
-No soy más un bebé -se quejó Jenny.
-No, pero bajo mi techo mis reglas -exclamó Arthur.
-Típico -dijo Bill.
-¿Puedo ir? -preguntó Teddy.
Harry miró a Ginny pero ella no, así que dijo: -Sí, pero vas a hacer todo lo que te diga.
-¿Y yo? -preguntó Vick.
-No -respondió Bill.
-¡Pero dejaron a Ted!
-Él no es mi ocupación.
-¡Qué injusto! -dijo Vick.
-¡Cuídense! -los animó Ginny.
-Lo haremos -dijo Harry y vio que Ginny seguía preocupada- . Todo va a estar bien -dijo.
Ginny besó a Harry y Ron se puso todo colorado.
-Cuidadito -gritó.
-Vamos.
Ted se subió a la escoba y dejó un espacio para que se suba Billius.

Fue un viaje muy tranquilo pero con mucho viento.
-Hay mucho viento -dijo Harry gritando con los pelos en su cara.
-Creo que lo que hay no es solo viento -dijo alguien atrás.
-¿Qué Billius? -preguntó Harry.
-¡Ese no fui yo! -se asustó Billius.
-¡Pequeño diablo! -dijo el que estaba atrás y agarró por el cuello a Teddy.
-¡Teddy, es Kevin! -le gritó Billius.
-¡Toma el mando! -dijo Harry yendo al final de la escoba.
-Pero... Harry... yo... no... -tartamudeó Billius.
Ted se estaba quedando azul, su aire se estaba acabando.
-¡Pedazo de excremento! -dijo Harry y le golpeó tan fuerte que casi se cae.
-¡AHHHH! -gritó Billius porque enfrente de ellos había un árbol y tuvo que doblar para no chocar.
Teddy estaba colgando de la punta de la escoba.
-¡¡TEDDY!! -gritó Harry y lo agarró de la mano.
-Me...resbalo... -avisó asustado Teddy.

Las manos de Teddy se resbalaban de la escoba cada vez más. Billius intentaba no chocar y Kevin y Harry estaban peleando.
-"Crucio" -dijo Kevin y el hechizo le cayó a Harry.
Teddy se agarró de la punta de la escoba y subió de nuevo.
-¡Harry, no me abandones! -gritó Teddy.

Harry no contestaba. No se le movía ningún pelo.
-¡Ahora eres huérfano de nuevo! -se burló Kevin.
-¡No por mucho!-dijo Harry, que había estado fingiendo su inconsciencia para agarrarle el tobillo y tirarlo. Kevin cayó haciendo que Teddy también se caiga.
-¡No esta vez! -dijo Harry y con un movimiento de varita, Teddy se quedó en el aire sano y salvo.
-¡Gracias! -dijo Teddy abrazando a Harry
-¡No permitiré que caiga nadie más! -dijo Harry todavía sin finalizar el abrazo.
-¡Papá, te quiero! -dijo Teddy.
-¡Yo también, hijo! ¡Todo estará bien!

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Hola seres que les gusta leer como a mi. ¡Capítulo intenso! ¡Gracias por leer!

HOLA. DOS PALABRAS: DEL FUTURO.

Teddy Lupin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora