La extraña enfermedad de Hibari. [1827] -Yaoi-

¡Hibari Kyoya y Sawada Tsunayoshi!

—Estoy bien — respondió fríamente el azabache para después sentarse enfrente se su escritorio, claro, todo esto mientras hacia un esfuerzo enorme para no toser—. Tú, saca al herbívoro.
Uno de los miembros del comité tomó al castaño de los hombros y lo sacó de la sala sin permitirle decir algo para después cerrar la puerta una vez que ambos estuviesen afuera. Tsuna suspiró desanimado y caminó hacia su salón de clases; tenía que hablar con el líder del comité y ayudarlo en lo que pudiera.
— ¿Tiene alguna idea de cómo podemos hablar con Hibari-san? — Preguntó el castaño mientras acomodaba su mochila para no golpearla más con las piernas mientras caminaba. 
—A lo mejor si nos metemos por su ventana — comentó Yamamoto un poco pensativo para después mirar al edificio de la escuela y trazar un plan mental para lograr entrar a la sala del comité. 
— ¿Sucede algo con Hibari, Juudaimei? — Inquirió Gokudera ignorando a Yamamoto quien seguía perdido en sus pensamientos. 
—No lo sé — respondió el décimo Vongola, suspiró con pesadez y cayó al suelo después de sentir dolor que provenía de su espalda. 
—Ciaossu — saludó Reborn después de haber caído en la espalda de Tsuna, tomó a Leon con su mano provocando que éste se transformara en una pistola y apuntó a la nuca del castaño quien no sabía que estaba sucediendo—. Yo tengo un plan perfecto. 
— ¿Reborn-san? — el guardián de las tormentas se sorprendió al ver al tutor de Tsuna arriba de éste. 
— Jajajaja ¿cuál es tu plan, bebé?— Yamamoto sonrió al percatarse que Sawada no estaba en peligro. 
Reborn se limitó a hacer una sonrisa maliciosa, brincó hacia Gokudera y le disparó a Tsuna en la frente; era predecible lo que pasaría después: el castaño se levantaría del suelo en ropa interior y con una llama en la frente para después gritar "Reborn" para después decir su objetivo en voz alta para finalizar con un "...con mi voluntad de muerte". 
— ¡Hablaré con Hibari-san con mi voluntad de muerte! — Un Tsuna semi-desnudo gritó su objetivo y, sin decir nada más, corrió por la pared de la escuela hasta llegar a la ventana de la sala del comité donde la rompió para poder entrar y, una vez adentro, corrió hasta quedar enfrente del escritorio—. ¡Hibari-san! ¡Necesito saber cuál es tu estado de salud actualmente! ¡No quiero que mueras! 
— ¿Herbívoro? — Hibari se ruborizó levemente, casi imperceptible, al escuchar la última oración del castaño—. Ya te había dicho que estab...
— ¡Mentiroso! — El décimo Vongola interrumpió al líder del comité y, sin pedir permiso, empezó a sacar toda la papelería que estaba guardada hasta que encontró la radiografía del demonio de Namimori—. ¡Esto no es estar bien! 
Kyoya se quedó cayado cuando Tsuna le mostró la flor que había adentro de él, desvió su mirada y contempló el desorden que había en toda la sala; alguien sería mordido hasta la muerte. Antes de que Sawada pudiera decir algo más, los cinco minutos ya se habían acabado por lo que entró en shock cuando se dio cuenta de todo lo que había hecho; Hibari hizo una sonrisa malvada, ahora era él quien tenía el control. 
—Te morderé hasta la muerte si no arreglas todo esto — advirtió, divertido, el demonio de Namimori para después tomar la radiografía y tirarla por la ventana.
— ¡HIIIIII! E-Está bien... — El castaño iba a empezar a recoger las hojas que estaban en el suelo, pero recordó que se encontraba en ropa interior por lo que se ruborizó completamente—. H-Hibari-san... 
—No caeré en algo tan estúpido como eso — Kyoya ya sabía lo que iba a decir el décimo Vongola por lo que se quitó su chamarra y se la lanzó a éste para que se pusiera algo—. Ponte esto y deja de dañarme la vista. 
El castaño hizo una pequeña risa al escuchar el comentario del azabache, se puso la chamarra, la cual le quedaba lo suficientemente grande para que cubriera parte de sus piernas, y empezó a acomodar hojas en pequeños montones que, después de juntar los suficientes montones, acomodaría dentro de los cajones. El azabache estaba extrañado debido a que no había sufrido un estúpido ataque de tos después de haber visto al herbívoro castaño; observó el reloj que estaba colgado en la pared y cerró los ojos como si estuviese pensando. Quizás la flor soltaba pétalos cada cierto tiempo y, si aquello fuera cierto, podría usar ese límite de tiempo para conocer más a Sawada; pero, ¿cómo debía de iniciar una conversación con él? 
Kyoya quitó las hojas que habían sobre el sofá y se sentó en éste para después dejar su mirada a Tsunayoshi quien se estremeció levemente al percatarse de esto; el demonio de Namimori no sabía como poder entablar una conversación agradable con el sujeto que tenía recogiendo sus papeles. 
—Hibari-san tiene muchos papeles — reconoció Sawada un tanto nervioso por sentir la mirada del carnívoro—. Debes trabajar muy duro. 
—Hm — Kyoya no sabía que responder para que la conversación continuara, desvió su mirada hacia la ventana por la que había entrado Tsuna y se percató que dentro de una o dos horas anochecería—. ¿Vas a ir caminando? 
—Sí — respondió Tsuna y levantó la mirada para recordar algo—. Quizás Gokudera-kun y Yamamoto ya se fueron. 
—Yo te acompañaré a casa — dijo el guardián de la nube y volvió a dejar su mirada en el castaño indicándole que no aceptaría un "no" como respuesta—. ¿Algún problema?
— ¡P-Por supuesto que no! — Tartamudeó un Sawada nervioso e intentó ser más rápido en ordenar todo—. ¡G-Gracias por su consideración! 
Hibari hizo una pequeña risa al escuchar lo que el castaño tartamudeó, dejó descansar su espalda con el respaldo del sofá y observó una pequeña ave amarilla entrando por la ventana hasta llegar a su mano mientras cantaba el himno de la escuela.

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Los benditos proyectos de la escuela se están acercando y la siguiente semana es de exámenes ;u; aún así seguiré actualizando... aunque no pueda hacerlo tan seguido... 

gracias por leer ♥