(Especial) ¡El baño de Hibari!

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Woaaaa!!! >u< finalmente los mil views, y todo gracias a ustedes!! ❤✨ aprovecharé que Kyoya es un niño para el especial 7u7 disfruten ❤

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Tsuna parecía estar a punto de estallar por todo el ruido que los niños hacían, Lambo no dejaba de pelear con I-pin y Fuuta no paraba de perseguir a Hibari quien ya estaba empezando a salirse de sus casillas por esto; la puerta de la casa se abrió de golpe dejando ver la silueta de Reborn quien, por el aura que lo rodeaba, parecía estar enojado.
—Alguien de ustedes se comió mi dulce — Reborn señaló, con la punta de su pistola, a Fuuta, después a Lambo y al final a I-pin—. Vayan a casa, los interrogaré.
— ¿Eh? Pero quiero estar con Tsuna-nii.
—I-pin tampoco quiere irse.
— ¡Lambo-san no fue!
—Oye, Reborn, calma.
— ¡Silencio, Dame-Tsuna! — Reborn apuntó su pistola al castaño y espero a que los demás infantes salieran de la casa—. Mañana te los dejaré aquí.
Los tres pequeños salieron de la casa, con la cabeza baja, y se despidieron tristemente del castaño.
—Hibari — el tutor ahora apuntó al carnívoro quien estaba en medio de la sala viendo como todos se iban—. Ya sabes, ciao-ciao.

Aunque le fuera algo imposible de creer, finalmente logró tener la casa sola con el herbívoro, tenía que actuar rápido antes de que Reborn decidiera hacer algo. Hace un par de días, el tutor había descubierto la enfermedad de Hibari y de quién estaba enamorado provocando que se pusiera un poco más sobre-protector con el castaño.
—Ya es hora de dormir, Hibari-san — Sawada colocó una pijama para el infante sobre la cama y abrió su maleta para sacar también su pijama.
—Hm — el azabache pasó de largo, tomó su toalla que estaba colgada en el borde de su cama y caminó hacia el baño; su rutina diaria incluía tomar una ducha antes de dormir.
—Espera, Hibari-san — el joven castaño cargó a Kyoya y lo devolvió a donde estaba antes de que tomara la toalla—. Es peligroso que te bañes solo, y lo digo porque casi te quedas sin mano cuando querías cortar una manzana.
—Entonces báñate conmigo — Hibari le lanzó una mirada retadora al mayor y empezó a mover su pie como si estuviese impaciente.
—E-Eh... A-Aunque lo digas, no podría...
— ¿Por qué no? Ya te has duchado con más herbívoros pequeños.
— ¡P-Pero es diferente!
— ¿Por qué?
—Hibari-san no es un niño...
— ¿Hm? — Kyoya se sentó en la orilla de su cama, levantó la mirada para ver los ojos de Sawada e hizo un gesto que proyectaba inocencia pura.
—Ah... — Tsuna intentó desviar la mirada, pero, por el bello rostro del azabache, le era imposible—. Supongo que no hay problema.
—Hm — Hibari sonrió maliciosamente, caminó para tomar de nuevo su toalla y se metió al baño.
—He caído — dijo el castaño para sí mismo tras ver la reacción del menor, tomó una toalla de su maleta y caminó hasta donde se encontraba Kyoya.

El azabache se quitó la ropa, se metió a la bañera con ayuda de Tsuna y se sentó mientras jugaba con un pequeño pato de hule; le hubiese gustado estar en aquel lugar con su cuerpo normal ya que tenía más posibilidades de dejar al castaño sorprendido por su cuerpo bien trabajado. Sawada pensó en si debería de entrar también o no, no tenía mucha confianza de aquello, se desvistió y, sin evitar ruborizarse, entró a la bañera también.
—Pequeño.
— ¿E-Eh?
—Nada.
— ... — El joven Vongola no entendió el porque el pequeño había hecho aquel comentario, agitó levemente la cabeza y empezó a enjabonar el cabello oscuro del contrario; estaba seguro que entre más rápido terminara la ducha, menos tiempo se sentiría así de incómodo—. ¿Hibari-san, no sabes cocinar?
— ¿Hm? ¿Por qué? — Kyoya sumergió al pequeño juguete de hule, pero éste salió a flote con una gran fuerza.
—Bueno, vi mucha basura de comida instantánea en la cocina — confesó Sawada mientras que, con un pequeño bote, enjuagaba la cabellera del azabache.
—Hm — Hibari se hundió un poco más en el agua, lo suficiente para que ésta quedara a algunos cuantos centímetros debajo de su nariz y empezó a hacer algunas burbujas.
—Tomaré eso como un sí — Tsuna enjabonó su cabello y, pocos segundos de haber hecho esto, lo enjuagó rápidamente—. Si tienes tiempo, y me avisas con anticipación, puedes pasar a  mi casa a comer algo de vez en cuando.
—Hm — el azabache se ruborizó tras escuchar la amable oferta del mayor, sumergió nuevamente al pato amarillo y, cuando lo soltó, éste salió disparado a su nariz—. ¡Ouch!
— ¡¿Pasó algo, Hibari-san?! — Tsuna se asustó con el quejido del menor provocando que dejara caer la botella del shampoo sobre la cabeza de Hibari—. ¡Ah! ¡Lo siento mucho!
No hubo respuesta o quejido alguno por parte de Kyoya, se quedó con la cabeza baja, como si estuviese haciendo un gran un esfuerzo por no romper en llanto.
— ¿Hibari-san? — El mayor se acercó un poco más al carnívoro y lo volteó lentamente para poder ver su rostro—. Si estás bien dime algo, haces que me preocupe.
—Perdón — musitó el líder del comité con la voz quebrada, quería fingir que el golpe en su cabeza no le dolió, pero un par de lágrimas rodaron por sus mejillas delatándolo.
—Ah... N-No llores — el joven Vongola empezó a entrar en pánico, no le gustaba sentir que él era el culpable del llanto del contrario, se acercó un poco más a Hibari y le depositó un beso en la frente—. ¿Mejor?
—H-Hm — Hibari se ruborizó completamente y las últimas lágrimas salieron.

— ¿No había pijamas negras? — Se quejó Kyoya tras ponerse una pijama blanca que, realmente, estaba empezando a odiar.
—Creo que Reborn la compró, no sabría decirte — el mayor hizo una sonrisa tonta, arregló la cama y acomodó las almohadas creando como una pequeña barrera—. Ven, tendrás que tener mucho cuidado.
—Hm — el carnívoro caminó hasta quedar enfrente de Tsuna y extendió sus brazos hacia éste.
—Me pregunto si tus hijos serán igual de adorables... — musitó el castaño antes de cargar al azabache y dejarlo en medio de su cama.
—No soy adorable — Kyoya se tapó con una de sus cobijas e hizo un pequeño puchero.
—Lo que digas — Tsuna acomodó la cobija asegurándose de que a mitad de noche no se cayera y caminó para detenerse debajo del marco de la puerta—. Si necesitas algo, estaré en la sala.
—Herbívoro.
— ¿Sí?
—Gracias.
— ¿Eh? ¿Por qué?
—Porque... — Kyoya se escondió debajo de las cobijas y terminó de hablar, pero el castaño no escuchó ocasionando que se acercara a la cama.
—No escuché, Hibari-san.
—Hm... — El menor sacó la mitad de su cabeza y levantó un poco la cobija para que pudiera ser escuchado—. Gracias por estar aquí. 
—De nada — Tsuna esbozó una amplia sonrisa, revolvió suavemente la cabellera del azabache y caminó para salir de la habitación donde, antes de salir completamente, apagó las luces.
— ... y también por quererme — musitó el carnívoro para sí mismo, se volteó en su cama para ver la pared y dejó escapar un suspiro.
"Me pregunto si tus hijos serán igual de adorables... " aquellas palabras cruzaron por la mente del azabache, él prefiría que sus hijos fueran igual de adorables que Sawada; Hibari cerró los ojos y se permitió imaginar sus hijos con el herbívoro castaño.

Al día siguiente Kyoya despertó con invasores en su cama, se sentó sobre ésta y observó a las personas que estaban cerca de él; Fuuta estaba dormido a un lado de él mientras que Lambo se encontraba a su otro lado, Tsuna estaba hecho bolita más abajo y a un lado de él estaba I-pin. El azabache tosió algunos cuantos pétalos al ver al castaño dormido, quizás su cuerpo y su mentalidad cambiaron, pero seguía con la misma salud de antes.
—Los morderé hasta la muerte.

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Hasta aquí el especial x3
Espero les haya gustado!!
Muchas gracias a todos por su inmenso apoyo y por seguir leyendo!!
Hasta la próxima!! ❤❤✨✨

La extraña enfermedad de Hibari. [1827] -Yaoi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora