¡No puede ser, ¿en serio?!

1.3K 150 98
                                    

Reborn bajó de la silla en la que estaba y abrió una cortina dejando ver una camilla más con Hibari acostado en ésta; el carnívoro tenía los ojos cerrados, parecía estar en paz.
— ¿Por qué no está conectado a nada? ¿Por qué no tiene vendajes? — Tsuna caminó temerosamente para acercarse al líder del comité y, con mirada triste, volteó a ver a su tutor—. ¿Por qué...?
—Juudaimei... — Gokudera quería decir algunas palabras, pero Yamamoto lo detuvo del hombro y negó con la cabeza para hacerle entender que no debía decir algo.
—Será mejor dejarlos a solas — Reborn esperó a que los demás salieran de la enfermería, miró a Kyoya y, algunos segundos después, él salió del lugar cerrando la puerta.
Sawada empezó a entrar en pánico, se sentó en la orilla de la camilla y dejó su mirada en los ojos cerrados del azabache; Tsuna tenía miedo de comprobar si estaba vivo o muerto.
— ¿Hibari-san? — Inquirió el castaño con la voz quebrada, empezó a temblar y dejó que varias lágrimas recorrieran sus mejillas ruborizadas y cayeran en la tela de las sábanas—. ¡¿Hibari-san?!
No hubo respuesta por parte del contrario, parecía no estar escuchando en aquel momento, Sawada quebró en llanto y llevó ambas manos a sus ojos en un intento inútil por controlarse.
—Eres muy ruidoso, ¿por qué lloras tanto? — Kyoya despertó en medio del llanto del castaño, apoyó su codo en la camilla, para después apoyar su mejilla en su mano, e hizo una muy pequeña sonrisa.
— ¡K-Kyoya-san murió! — Contestó Sawada entre llantos sin prestar atención a la persona que le estaba hablando; él pensaba que la persona quien le había hecho la pregunta era algún enfermero.
—Hm, ¿era una persona importante para ti?
—Sí... — El joven Vongola subió la mirada para buscar al enfermero y, cuando se dio cuenta del verdadero dueño de aquella voz, abrió los ojos como plato dejando caer las últimas lágrimas—. H... Hibari-san...
—Debería de morderte hasta la mue...
— ¡Hibari-san! — Tsuna no dejó que Hibari terminara de hablar, tomó el brazo del carnívoro y, felizmente, comprobó que éste tenía pulso—. ¡¿Cómo...?! ¿Cómo no te pasó nada?
—Hm — el azabache desvió la mirada, dejó descansar su espalda con una de las paredes de la enfermería y, después de haber pensando un poco en lo que iba a decir, envió su mirada a los ojos confusos del castaño—. Así que... ¿soy importante para ti?
— ¿¡E-Eh?! — El décimo Vongola giró su rostro en un intento de ocultar su sonrojamiento, miró de reojo al carnívoro para asegurarse de que no lo estuviese viendo e hizo un pequeño puchero—. N-No es justo.
— ¿Justo? — Repitió Hibari algo confundido, tomó una bebida que Ryohei había dejado sobre la mesa y la abrió para tomársela—. Entonces, para ser justos, te diré algo también.
— ¿Ah? ¿Qué podría ser? — Tsuna le dio el frente al azabache, dejó su mirada en los ojos grisáceos del contrario y se inclinó un poco dándole a entender que estaba interesado.
—Tú eres el primero que considero como un amigo — Kyoya cerró los ojos, le dio otro sorbo a su bebida y dejó escapar un suspiro; por algo debía de empezar para ganarse el corazón del castaño, aunque no le gustara el término de "amigo".
— ¡Woooa! ¿Por eso me ayudaste?
—No.
—Ah... ¿Entonces?
—Hm — Hibari le quería decir la verdadera razón, pero le daba miedo que lo rechazara y su flor se marchitara; Kyoya se volvió a acostar en la camilla y cerró ambos ojos indicándole al castaño que iba a dormir—. Déjame dormir.
— ¡¿Eh?! ¡No es justo, Hibari-san! — El décimo Vongola se arrodilló a un lado del azabache, sobre la camilla, y empezó a agitarlo para que le fuera imposible dormir—. ¡No seas así, quiero saber!
—Te morderé hasta la muerte — a Hibari le brillaron los ojos cuando terminó su típica frase, tomó sus tonfas e hizo una sonrisa provocando que el contrario empezara a rogar por su vida.

—Jajaja, parece que se llevan bien — comentó Yamamoto para después alejarse de la puerta junto con los demás.
—Ese bastardo va a golpear al Juudaimei, ¿quién se cree? — Gokudera se enojó, estaba decidido en entrar de nuevo a la enfermería para defender a Tsuna, pero Ryohei lo detuvo.
—La verdad es que Hibari está enfermo... — Comentó Reborn un tanto serio, brincó a la cabeza de Hayato y observó a través de la pequeña ventana para ver a su alumno siendo mordido hasta la muerte.
— ¿Enfermo? ¡Yo lo veo al extremo! — Ryohei se cruzó de brazos y asintió levemente con la cabeza para darse él mismo la razón.
—Oye, cabeza de césped, ¿dónde está tu hermana?
—Se fue con Hana.
—Jajaja, son las mejores amigas, ¿no?
—Como sea... Reborn-san, ¿el bastardo tiene Hanahaki Desease?
— ¿Cómo lo supiste, Gokudera?
—Esperen, ¡estoy confundido al extremo!
—Jajaja, yo tampoco entiendo.
—Lo he visto toser pétalos.
—Ya veo — Reborn dejó de ver por la ventana y observó a ambos guardianes que estaban confundidos.
Hayato les explicó a los dos jóvenes extrañados de escuchar aquellas palabras de lo que trataba la enfermedad.
— ¡Es una enfermedad extremadamente extraña!
— ¡Oh! Eso explica porque Hibari está enamorado de Tsuna.
— ¿Qué dices, idiota del béisbol?
—Yamamoto tiene razón — Reborn asintió suavemente con la cabeza y empezó a caminar para ser seguido por los tres guardianes—. Te das cuenta de las cosas muy rápido.
— ¡¿QUÉEEEE?!
—Pero al Juudaimei le gusta... — Gokudera vio de reojo al boxeador quien parecía estar más que sorprendido por la noticia; no era una buena idea decir el nombre de la castaña—. ... otra persona.
—Jajaja, lo que Reborn intenta decir es que hay que ayudar a Hibari, ¿verdad?
— ¡Me niego! El Juudaimei se merece a alguien más.
—Gokudera, si no fuera por Hibari... Tsuna estaría muerto.
— ¡Hola! ¿Qué hacen aquí? ¿Tsuna está adentro? — Dino, después de haber ido a comprar flores para el castaño, finalmente regresó.
— ¡¡Hay que ayudar a Hibari al extremo!!
— ¡Cierra la boca, cabeza de césped!
—Jajaja, si siguen así los van a escuchar.
—Bueno, yo me voy... Ciao-ciao — Reborn se metió a uno de sus tantos escondites para salir de aquella escena.
— ¿Por qué me ignoran? — Dino no entendía lo que estaba sucediendo, se cruzó de brazos e hizo un puchero.
—Iré a clases — comentó el peliplateado para después irse siendo seguido por Yamamoto.
— ¡¡Hasta luego, cabeza de pulpo!! — Ryohei se despidió de lejos y se fue corriendo para dirección contraria que Hayato.
— ¿Hice algo malo? — Se preguntó el rubio al ver como el boxeador se alejaba.

—Herbívoro — Kyoya se volteó en su camilla para ver al castaño quien, después haber sido mordido hasta la muerte, decidió descansar un rato más.
—N-No haré ruido, te lo prometo — Sawada cubrió su rostro con sus brazos y se escondió debajo de una sábana.
—Hm — el azabache acomodó su almohada y se percató que Hibird entraba por la ventana para posarse en la cabeza de Tsuna—. Si tienes un problema, dímelo.
— ¡¡Tsunaaaaa!! — Dino entró a la enfermería y saltó a la camilla del castaño para abrazarlo fuertemente.
— ¿Eh? ¡¿Dino-san?! — El joven Vongola sacó su cabeza de la sábana haciendo que Hibird volara hacia la mesa de madera.
— ¡Oh! ¡Hibari también está aquí! — El rubio dejó las flores que había comprado en la mesa y caminó para quedar cerca del azabache.
—Hm.
— ¿Mi látigo te dejó alguna marca? No quería usar mucha fuerza cuando te rescaté — Dino esbozó una gran sonrisa, se sentó en la orilla de la camilla donde se encontraba Kyoya y esperó felizmente a recibir una respuesta.
— ¿Dino-san ayudó a Hibari-san?
—Hm — Hibari prefirió ignorar al molesto hermano mayor de Sawada.
— ¿No me responderás? Bueno, no importa — el rubio se acercó todavía más al azabache y, sujetando los brazos de Hibari, le subió la camisa para poder ver su estómago—. Bien, me alegra no haber dejado marca.
— ¡D-Dino-san! — El castaño se sentó rápidamente en donde se encontraba y, completamente ruborizado, se le quedó viendo a los dos; algo de aquello le había molestado, pero no sabía exactamente la razón. Quizás fue por la imprudencia de Dino y que, lo más seguro, por culpa de él sería otra vez mordido hasta la muerte.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hey! x3 gracias por leer ❤✨
Nos vemos en la próxima!! Hasta luego!!

La extraña enfermedad de Hibari. [1827] -Yaoi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora