—Perdón por no haberme dado cuenta antes, pero yo siento que me...
— ¡Duele! — El quejido de Dino no permitió que Kyoko terminara de hablar, el rubio cayó al suelo y sujetó su pierna dándole a entender a todos que en aquel lugar había recibido el golpe.
—Herbívoro — Kyoya, después de ver a Dino retorciéndose del dolor, mandó rápidamente su mirada al castaño, quien se estremeció al verlo, y corrió para cargarlo y desaparecer con éste en brazos.
La castaña lo único que pudo hacer fue ofrecer ayuda al sujeto que estaba en el suelo.Kyoya metió a Tsuna a la sala del comité, cerró la puerta con fuerza, lanzó la caja que Dino le había dado al sofá junto con el chocolate que Kyoko le había entregado al décimo y se acercó al castaño de manera amenazadora ocasionando que Sawada empezara a temblar del miedo.
—Herbívoro — Hibari tomó al joven Vongola de la barbilla y, suavemente, enterró sus dedos en las mejillas de éste.
— ¡No! — Tsuna apartó al azabache con un golpe en su mano, retrocedió hasta que su espalda chocara con la pared y bajó la mirada; Sawada estaba enojado, no quería estar cerca del carnívoro—. ¡¿Qué pasa contigo?!
— ¿Hm?
— ¡Me has estado evitando y, sin razón alguna, me traes aquí tan derepente! ¿Qué se supone que quieres?
—Herbívoro... ¿Estás enojado por eso? — Kyoya se sentó a un lado de donde habían caído los dos chocolates, tomó ambos regalos y los levantó para que Tsuna pudiera verlos—. ¿O es por algo más?
— ... — El joven castaño miró con enfado los objetos que el carnívoro tenía, caminó hacia él con una gran seguridad en sí mismo y le propinó una bofetada en la mejilla izquierda haciendo que éste, por el impacto, soltara lo que llevaba en manos—. ¡Hibari idiota!
El castaño tomó ambos regalos y salió corriendo de la sala del comité a buscar un escondite; ahora que lo pensaba de manera un poco razonable, se percató que cuando el azabache lo encontrara se daría por hombre muerto... debió de haber pensando mejor las cosas.
—Tch — Kyoya dejó su mirada en la puerta abierta y una mueca de disgusto apareció en su rostro.El joven castaño tuvo el tiempo suficiente para ir por sus cosas a su aula e irse a esconder en la biblioteca, donde normalmente era un lugar vacío; Tsuna dejó su mochila debajo de una estantería casi vacía, se sentó a un lado de ésta y dejó las golosinas que había robado en el suelo. Sawada se sentía triste, enojado e impaciente al mismo tiempo, sacó el chocolate que había hecho y lo puso en medio de los dos que había tomado.
《Ah... No entiendo... ¿Por qué me tengo que sentir así? 》 Tsuna suspiró deprimido, ladeó su cabeza para apoyarla en una parte de la estantería y cerró los ojos lentamente; no quería pensar, no quería sentir, no quería hacer algo.— ¿El Juudaimei? ¿No estaba contigo? — Hayato dejó la montaña de chocolates que había recibido sobre su lugar como si se tratara de basura, buscó con la mirada al castaño y levantó la mirada para ver si esto le ayudaba a recordar algo importante.
—Hibari-san se lo llevó... Fui a la sala del comité, pero no estaba ahí — confesó la castaña con un gesto triste dibujado en su rostro.
—Yo, chicos — Yamamoto llegó con una montaña de golosinas en brazos y, al igual que Gokudera, las dejó sobre su banca—. ¿Sabían que Dino-san está por aquí?
—Eh, idiota del béisbol, ¿has visto al Juudaimei?
—Ahora que lo mencionas... Creo haberlo visto entrar a la biblioteca, no estoy seguro — Takeshi hizo una sonrisa despreocupada, rascó levemente su nuca y, después de esto, dirigió su mirada a Kyoko—. ¿Pasa algo con Tsuna?
—Tengo algo importante que decirle — las mejillas de la joven proyectaron un leve tono rojizo que indicaba que estaba avergonzada y bajó la mirada.
— ¿E-Eh? Sasagawa... — El guardián se las tormentas miró de reojo a Yamamoto, pasó algo de saliva con dificultad y se acercó muy poco a la chica—. ¿Qué es eso importante que le dirás al Juudaimei?
— ¿Tsuna-san? — Haru metió su cabeza por la puerta del aula y, después de observar a los que se encontraban adentro, se acercó alegremente a sus conocidos—. Hola-desu~
—Jajaja, ¿qué haces aquí, Haru? ¿No se supone que debes estar en la escuela?
—Escapé para poder darle un chocolate a Tsuna-san.
Los guardianes se limitaron a intercambiar miradas, tenían que hacer algo para evitar que ellas dos encontraran a Sawada y, también, tenían que avisar al azabache que en cualquier momento podría perder su oportunidad de curarse.El tiempo pasó hasta que llegó la esperada hora de volver a casa, las dos chicas seguían buscando a Tsuna con "ayuda" de los dos guardianes, Sawada se había quedado dormido en su escondite y Kyoya, gracias a Hibird, estaba a algunos cuantos centímetros de encontrarse al castaño.
—Herbívoro — el azabache se agachó para quedar más o menos a la altura del contrario, movió los chocolates que estaban en el suelo para dejarlos encima de la estantería y le dio un pequeño golpe en la frente al joven—. Despierta.
— ¡Ouch! — Sawada mandó rápidamente sus manos donde había recibido el golpe, después de que el dolor dejara de sentirse, apartó las manos encontrándose con el guardián de la nube e intentó hacerse para atrás, pero la pared se lo impedía—. ¿Hibari-san?
—Guarda silencio — Kyoya se quitó la chamarra y se la entregó al castaño para que éste se la pusiera—. Hay dos personas demasiado peligrosas que te están buscando, debes salir de aquí sin ser visto.
— ¿Eh? — Sawada se quedó mirando al contrario, no tenía la menor idea de lo que estaba pasando y, como recién había despertado, pensó que todo era producto de un sueño—. Claro, lo entiendo.
—Bien — Hibari se levantó y extendió su mano para ayudar al décimo Vongola a hacer lo mismo; él sabía que era fácil de engañarlo por lo que quiso exagerar un poco las cosas.
—Ah... Antes de irme — Sawada se había levantado con ayuda del líder del comité, buscó en su mochila lo que tenía planeado darle al azabache y, como no lo encontró, empezó a ponerse nervioso—. No puede ser...
—Herbívoro tienes que irte ya — insistió el demonio de Namimori sin darle importancia a la acción que estaba haciendo el contrario.
— ¡No lo encuentro, Kyoya-san! — Algunas cuantas lágrimas se empezaron a acumular en los ojos de Tsuna, volteó su mochila para sacar todo lo que llevaba adentro y, desesperadamente, empezó a buscar entre sus cosas—. ¡No está!
—Te van a escuchar si sigues gritando — advirtió el carnívoro algo molesto, se agachó también y empezó a ayudarle al castaño a buscar quien sabe qué.
— ¡¿Por qué no está?! — Sawada empezó a llorar de impotencia, empujó todas sus cosas para que quedarán debajo de la estantería y se sentó en el suelo con las manos en sus ojos—. Soy tan inútil que lo perdí.
— ¿Tsuna-kun? — La voz de Kyoko se escuchó no muy lejos de donde estaban; la puerta de la biblioteca abriéndose le hizo entender a Hibari que el joven castaño no tenía oportunidad para irse.
—Maldición — musitó el líder del comité lo suficientemente bajo para que Tsuna fuera el único que lo escuchara, se escondió debajo de la estantería y jaló a Sawada con él para que éste también se escondiera.
El llanto del décimo era un gran problema, si Kyoko se acercaba lo suficiente podría escucharlo y, por ende, encontrarlo; Hibari se cubrió junto con Tsuna con su chamarra y cubrió la boca de éste para evitar que emitiera ruido alguno.
—Tienes que dejar de llorar — susurró el azabache en un intento de hacer que el contrario lo obedeciera; sin embargo, Tsuna hizo todo lo contrario a tal punto que Kyoya se pusiera ligeramente nervioso—. No me dejas otra opción.------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hey! Ahora que lo pienso un poco, creo que dejé a Kyoko como una asesina o algo así x"D
Bueno... espero les haya gustado~ ❤ gracias por continuar leyendo... y también por su apoyo ✨
Hasta la próxima!!
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La extraña enfermedad de Hibari. [1827] -Yaoi-
FanficHaré el reto de la página Retos Randoms de randoms fandoms. [Página de Facebook] El cual consiste sobre la enfermedad "Hanahaki Desease" en uno de los protagonistas. He decidido hacer el fic sobre Katekyo Hitman Reborn! y la pareja vendría siendo...