¡Hibari vuelve a la normalidad!

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El castaño se despertó con un fuerte dolor en la espalda, se estiró para ver si podía arreglar aquello de esa manera y recordó que se había quedado dormido mientras cuidaba al azabache; Tsuna no pudo evitar sentirse mal al ver así al menor. El joven Vongola observó el reloj que estaba colgado y suspiró; ya era tarde y ese día era obligatoria la asistencia en la escuela.

Hibari se despertó algunas cuantas horas después de que Sawada se hubiese ido, se estiró levemente haciendo que algo de su vendaje se cayera y tomó una hoja que había enfrente de él.

"Hibari-san, tuve que ir a la escuela; dejé algo de comida en la cocina, por favor come. Me llevé las llaves de tu casa, así que no te preocupes si no las encuentras; haré todo lo posible por llegar temprano. Reborn va a pasar cerca de la casa de vez en cuando, si necesitas algo ya sabes que hacer".

Hibari hizo una sonrisa sin querer cuando terminó de leer la nota, bajó de su cama con cuidado y, con algo de esfuerzo, caminó hasta la cocina; sus heridas estaban a punto de sanarse completamente y todo gracias a Ryohei y su habilidad como guardián del sol. Kyoya se sentó en una de las sillas que había en su cocina y empezó a comer una bola de arroz que estaba sobre un plato; el azabache recordó que en los dos últimos días se ha comportado como un completo herbívoro, tenía que morder a alguien hasta la muerte para sentirse mejor.
《Hm... Quizás deba de considerar la oferta del herbívoropensó el infante tras darle la primera mordida a su comida; tal vez no sería tan malo ir a comer con él de vez en cuando, cosa que seguramente Kyoko nunca haría.
El momento en el que el azabache terminó su primera bola de arroz, una nube rosa apareció rodeándolo por completo y, a los pocos segundos, se desvaneció dejando ver al adolescente de ojos grisáceos; ¡finalmente el efecto de la bazooka desapareció!
Hibari corrió a arreglarse lo más rápido que pudo, tomó sus tonfas, una chamarra nueva y salió por una de las ventanas para empezar a correr; su objetivo era claro: morder hasta la muerte a los herbívoros que lo habían humillado.
—No te preocupes por eso, Hibari — Reborn caminó para pasar a un lado del azabache quien se detuvo en seco al escuchar al tutor—. Ayer Tsuna se encargó de eso.

— ¿Cómo siguió el hermano de Hibari? — Inquirió una Kyoko preocupada; la noche anterior le sorprendió ver al castaño hablando con su hermano mayor a tales horas de la noche.
— ¿Eh? ¡Ah! Está bien — el castaño rascó suavemente su nuca, bajó su mirada para observar su almuerzo y prefirió dejarlo a un lado—. Muchas gracias por su ayuda.
—Yo no hice nada, me alegra que mi hermano haya sido de ayuda — la castaña dejó su mano en la espalda de Tsuna e intentó animarlo con aquella acción.
—Finalmente el cabeza de césped hace algo bien — Gokudera terminó de comer y dejó la caja vacía de su almuerzo en el suelo.
— ¡Chicos! — El guardián de la lluvia llegó al encuentro de los tres atrayendo su atención—. ¿Emocionados por saber los resultados del examen de biología?
—Idiota del béisbol, eso no es importante.
— ¡Ah! Pero un viaje a Hokkaido seguramente alegrará a Tsuna-kun, ¿verdad? — Kyoko le dedicó una sonrisa al mencionado haciendo que éste se ruborizara por completo.
—S-Supongo...
— ¡Qué bueno que los encuentro! — Un compañero de clases de los cuatro llegó corriendo y, después de tomar aire, se aclaró la garganta—. El maestro dijo que quería ver a Tsuna en el laboratorio.
— ¿Eh? ¿Ahora?
—Sí.
— ¿Lo podemos acompañar?
—El maestro solicitó únicamente a Dame-Tsuna — comentó el chico algo nervioso, hizo una señal para que castaño lo siguiera y se fue corriendo.
— ¡Aquí lo esperamos, Juudaimei!

— ¿Ah? ¿Qué hacen aquí todos? ¿Y el profesor? — Tsuna estaba confundido, todos sus compañeros de clase, a excepción de sus amigos, estaban en el laboratorio.
La puerta fue cerrada por uno de sus compañeros cuando el castaño entró por completo, cerraron las cortinas de dicho lugar y rodearon a Tsuna para que le fuera imposible escapar.
— ¿C-Chicos? — Sawada se quedó quieto, no tenía la menor idea de lo que podría suceder, pero sabía que no sería algo bueno.
—Por tu culpa no iremos a Hokkaido, estúpido Tsuna.
—El único que reprobó la maldita prueba fuiste tú.
— ¿Por qué eres tan inútil?
—Si no estuvieses aquí...
— ¡Tsuna bueno para nada!
Los que estaban más cerca del joven castaño empezaron a empujarlo hasta que éste, inevitablemente, cayera al suelo y protegiera su cabeza con los brazos; no podía hacer algo para defenderse, después de todo... Él pensaba que se merecía aquella agresión.
Media hora después de aquello empezara, la campana sonó indicando que el receso había finalizado provocando que todos, a excepción de Tsuna, salieran del laboratorio y fueran a su salón correspondiente; el castaño se sentó en el suelo con dificultad, observó las múltiples heridas que había recibido y, sin poder evitarlo, pensó en el pequeño Hibari cuando lo encontró en aquel callejón. Todo era su culpa.

Hibari entró a la escuela siendo bien recibido por los miembros del comité disciplinario, se detuvo a mitad del pasillo y se volteó para ver al bebé que lo había seguido todo el camino.
— ¿Bebé, por qué me sigues?
—Estoy cuidándote.
—No es necesario, vete.
—No.
—Sí.
—No.
— ¡Hibari-san! ¡Qué bueno que está aquí! — Tetsuya interrumpió la discusión de los azabaches, se detuvo a algunos cuantos metros enfrente de Hibari e hizo una reverencia—. Hay un gran problema.
— ¿Hm? Sea lo que sea tendrá que esperar, la escuela no es una guardería y el bebé se tiene que ir.
—No me iré.
—Hibari-san esto n...
— ¡Silencio, Kusakabe!
—Hibari, sólo perderás tu...
Los murmullos de una multitud de alumnos que estaban afuera del edificio evitaron que Reborn terminara de hablar, Kasakube aprovechó la situación para tomar a Kyoya de la manga e irse corriendo con él alejándolo del tutor y de la multitud.
—Pasaré a verte después, Hibari — comentó Reborn con el tono de voz suficientemente fuerte para que fuera escuchado por encima de los murmullos, salió del edificio y, antes de salir de la zona escolar, miró a la parte arriba del edificio donde la mayoría de los estudiantes estaba viendo. Esto era malo, muy malo.

— ¡Hibari-san, lo siento, pero esto es realmente importante! — Kasukabe hizo una reverencia de disculpa y, con el rabillo del ojo, se dio cuenta que algunos cuantos alumnos estaban saliendo del edificio—. ¡Sawada Tsunayoshi, clase 2-A, está en la azotea a punto de...!
— ¡¿No pudiste decirlo antes?! — Kyoya, más que molesto, estaba preocupado, corrió lo más rápido que pudo y abrió con fuerza la puerta que conducía a la azotea—. ¡Herbívoro!
— ¿Hibari-san? — El castaño le dio el frente al carnívoro y sintió como una brisa agitaba su cabello—. Has vuelto a la normalidad.

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:'A a mí también me duele
[?] Bueno, ya verán lo que sucederá...

Hasta la próxima!! ❤✨
Gracias por seguir leyendo!! ❤❤❤

La extraña enfermedad de Hibari. [1827] -Yaoi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora