1. Celo ✿

11.4K 706 437
                                    

Zayn solo tenía dieciocho años cuando conoció a Liam. Era un pequeño omega que fue vendido a una red de prostitución de la misma casta y el cual, por gran suerte, logró toparse con el castaño de amorosos ojos cafés, quien pagó una condenada fortuna por él.

Zayn juró que sería violado la primera noche, pero él jamás intentó tocarlo. Los días pasaron, sus almas se fueron reconociendo, el alfa de Liam terminó percatándose de que el omega del chico le pertenecía. Seis meses después, el cortejo concluyó y Liam lo anudó esa noche, cuando sus celos se coordinaron...

Zayn acababa de darse una ducha. El reloj marcaba las seis veintisiete de la tarde cuando se dirigió al cuarto para vestirse y los síntomas lo recibieron de una sola cachetada, dejándolo en la cama, retorciéndose de dolor.

El lazo le picó a Liam como una bestia. Salió disparado hacia su auto y condujo sin ningún tipo de precaución, directo al lujoso apartamento que compartía con su hermoso omega.

El alfa arrojó la puerta del cuarto con rudeza. Su corazón hecho un motor desenfrenado y las gotas de sudor bañándole el musculoso cuerpo.

Zayn gimoteó adolorido de tan sólo notar la presencia de un alfa en la alcoba. Su entrada humedecida, sus entrañas estrujándose, su omega interior chillando por el mismo alfa que había irrumpido, hecho un maniático.

"Zayn" balbuceó el alfa, casi cegado por los inmortales deseos del celo. Aquellas ganas de rasguñar y lastimar, de romper y agujerear. Necesitaba lastimar al omega; forzarlo a aceptar su nudo; apagar el infierno que llevaba dentro.

Y cada vez que veía al cachorro abrazándose a sí mismo, con lágrimas en las mejillas, tembloroso, melancólico, desesperado, frágil, diminuto, inofensivo... Las ganas de tomarlo de los pequeños brazos y arrojarlo contra el suelo para beber de él aumentaban bruscamente.

Era la necesidad de ser un animal, era esa insoportable sensación de estarse quemando por dentro, desesperación; era su lado bestial saliendo a la luz el que deseaba herir a Zayn... Era esa parte involuntaria que lo veía como un omega insignificante; uno varón que debía ser tratado como algo de poco valor y al que debía destruir con su nudo, sin importar si lo mataba en el proceso.

Pero Liam, el alfa de ojos dulces y aroma cálido que solía abrazar aquel inocente querubín durante la noche, no lo veía de tal sádica forma. Su corazón enamorado le gritaba que esa criaturita sensible y delicada debía ser tratada con suma suavidad y cuidado; un omega virgen que no merecía ser lastimado. Recordaba cuán encantador era y sus puños se apretaban de tan sólo oír los gruñidos dentro suyo que le exigían dañarlo.

Se acercó en grandes zancadas hasta la desarreglada cama donde se revolcaba su pareja, y tragó duro al detectar el picoso aroma que le había golpeado desde la puerta principal tornarse más intenso. Esa mezcla de dulzura y picante lujura estaba inquietando todo de él.

"Zayn" murmuró como pudo, con voz rasposa, hincado ante el muchacho.

"Vete, por favor" soltó la suave voz, ahora atorada entre gemidos de dolor y un ardor en la garganta "Te lo ruego, Liam, por favor" sollozaba, y el castaño no podía estar peor.

Zayn sabía que si aquel hombre maduro, alfa, ya bastante experto en el sexo con sus pasadas conquistas -que se resumían en omegas de complexión delgada y curvas envidiables-, de músculos bastante desarrollados y siendo un pura raza, llegaba a acercarse demasiado, lo terminaría matando; cegado ante la insistencia de su alfa interior.

Liam palpó el ardor en la piel del moreno tras posar la mano en su brazo derecho.

"No... No, jamás te haría daño, omega. Nunca" susurró de vuelta, rogándole por que confiara en él.

My pregnant omega [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora