Cuando Zaira cumplió seis años, llegó a casa con una nueva amiga. Su nombre era Marie; una pequeña regordeta de cabello castaño y grandes ojos verdes que destellaban brillantemente cada vez que Zaira tomaba su mano para caminar hacia el salón de clases juntas o la elegía para su equipo de vóleibol aunque los demás niños la rechazaran por ser algo distraída y, por supuesto, omega.
Con el pasar de los años, su amistad se fue haciendo más estrecha. Marie, quien solía ser tímida e introvertida, comenzó a mostrar su verdadera personalidad, únicamente para los ojos de Zaira; la joven alfa admiraba cada mínimo rasgo de ella y poco a poco esa admiración se convirtió en…
“Amor” le había contestado su madre tras recurrir a él para platicarle acerca de las cosquillas que había empezado a sentir en su estómago últimamente cuando pasaba tiempo junto a la omega.
“¿Amor?” ella frunció el ceño, observando cómo Zayn dejaba una bandeja de galletas en el horno que habían estado preparando durante toda la mañana porque Marie iría a jugar esa tarde.
El moreno se sentó a su lado frente a la encimera, dedicándole una mirada llena de cariño.
“Le quieres, ¿cierto? Han sido amigas desde hace mucho tiempo” cuestionó, y la pequeña no vaciló en responderle.
“Es mi mejor amiga, y yo la suya. Claro que la quiero. No puedo no quererla. Además, es demasiado bonita y me gustan sus cachetes” el tono serio de su cachorra provocó que soltara una risa.
“¿Te gustan sus cachetes?” preguntó con gracia.
“¡Uhm! Son muy gorditos.”
Zayn volvió a reír.
“No te preocupes por esas cosquillas, aún eres muy joven.”
Ella quedó confundida, y se lo hizo saber arrugando el rostro en un mohín.
“¿Y cuándo se irán?” inquirió, recibiendo una sonrisa por parte de su madre.
“Pregúntamelo de nuevo cuando tengas quince años” el omega se puso de pie, dispuesto a concluir la conversación, mas Zaira decidió que no habían terminado, tomándolo de la mano.
“¡Pero faltan seis años!” reclamó, a lo que su madre le acarició el pelo, sedoso y oscuro, quitándole importancia al tema.
“Seis años no son nada” murmuró, dejándola con un pronunciado ceño fruncido, digno de la genética de Liam Payne.
Zaira, quien se caracterizaba por terca, pero nunca por paciente, se obligó a encerrar esas cosquillas en una cajita dentro de su estómago, y le fue bastante bien controlarlas, hasta que una tarde de primavera mientras jugaban en el jardín, Marie se acercó demasiado a su boca y la cajita reventó de un tirón.
La omega trató de disculparse, pero ella no se lo permitió, porque en tan solo un segundo la necesidad de calmar las cosquillas se tornó insoportable, y creyó que podría detenerlas si besaba sus labios verdaderamente como hacían sus padres en las mañanas; de forma suave y cariñosa, tomándola de las mejillas con cuidado para probar el sabor dulce de su brillo labial.
Resultó que ambas habían estado teniendo problemas respecto a las cosquillas, y ambas decidieron callarlo por años.
Algunos días y charlas después, se acercaron a Zayn y Liam, tomadas de la mano y totalmente decididas.
“Las cosquillas no se irán” Zaira les anunció firmemente “Ya le dije a Marie que fuera mi novia y me respondió que sí...”
Y un par de veranos después de su confesión, continuaban estando más juntas que nunca.
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My pregnant omega [ZIAM]
FanfictionDonde Zayn es un tierno omega que tras pasar su primer celo con su alfa, resulta estar embarazado. Todos los derechos me pertenecen. Queda prohibida la copia de este material. © 2019