El famoso casino de Londres era el más visitado del país. Durante las ajetreadas noches de viernes, cientos de alfas adinerados viajaban hasta el centro de la ciudad para jugarse su fortuna; muchos otros iban de caza de omegas bonitas que llevarían guindadas del brazo al igual que un brazalete nuevo... esos eran los mismos que bebían copas de licor añejo hasta hartarse y luego subían solos al hotel, casi arrastrándose por la ebriedad.
Liam había visitado el lugar cientos de veces, a recomendación de Harry, a quien le agradaban las apuestas riesgosas y las bebidas caras tanto como a él.
Lastimosamente, aquella noche por primera ocasión en un largo tiempo se encontraba allí sin compañía.
Pidió un vaso de algo fuerte que le provocó ardor en la garganta, mientras observaba a lo lejos cómo la mesa de póquer acaparaba más público... En medio del barullo, localizó a un alfa avejentado, enfundado en lino y oro; una ruidosa altanería se reflejaba en cada uno de sus movimientos; en su confianza al mover las fichas o su forma de beber.
Al finalizar la partida, lo vio llevarse todas las fichas sobre el tablero, con una sonrisa avara entre los dientes amarillos.
Liam pensó que podría ser entretenido pegarle una buena patada a su orgulloso trasero. De un trago, acabó los restos de su bebida y se acercó al tablero, colocándosele en frente.
El alfa canoso paró de presumir hacia los espectadores, fijándose en él por primera instancia. Pudo percibir su aroma, tan amargo que era desagradable de respirar.
"¿Qué dices?, ¿un doble o nada?" lo retó, mirándolo con el mentón alzado.
Su risa grave puso en expectación a todos los presentes.
Se percató de lo mucho que lo había subestimado, incluso sin haber empezado la partida.
"Tienes mucha confianza, cachorro" comentó, usando un tono irónico.
Liam se mantuvo serio en todo momento. Era exactamente el tipo de jugador mediocre que se llevaba las fichas a base de trampas sucias, pero él ya conocía cada una de ellas y lo llevaría a utilizarlas en su propia contra.
"... Te he visto jugar" habló en breve "Ambos tenemos algo en común, y es que no nos interesa el dinero, sino el orgullo... ¿Qué te parece si cambiamos un poco las cosas?" propuso.
El castaño lo miró con cierto interés, inclinando la cabeza a un lado para escuchar su plan de juego.
"... Si yo gano, me llevo tu jodido deportivo, ese rojo que vi aparcado allá afuera-""¿Mi Bugatti?" Liam lo interrumpió, atrapando una risa ácida entre los labios "Que te den".
El alfa levantó las palmas en un gesto que acompañaba sus palabras.
"¿Qué puedo decir? Soy un fanático de los autos caros. Se me ha puesto dura y todo".Su rostro se contrajo en una mueca de repulsión, antes de conceder la segunda parte del acuerdo.
"¿Y si yo gano qué?" exigió, a lo que él pareció pensárselo unos segundos antes de posar la vista en una esquina del amplio salón."¿Tienes omega?"
Liam, confundido, volteó hacia sus espaldas, en busca de aquello que había captado la atención de su oponente de forma tan repentina.
En una mesa rodeada de omegas, vestido de telas ligeras que contrastaban con el clima gélido del exterior; tan delgado que los pómulos se le marcaban bajo las largas pestañas oscuras; puro, callado, frágil...
"... Elige la que quieras" la voz rasposa del hombre reventó la burbuja que se había creado a su alrededor.
"¿El chico viene contigo?" le cuestionó, incapaz de despegarle la mirada de encima.
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My pregnant omega [ZIAM]
FanfictionDonde Zayn es un tierno omega que tras pasar su primer celo con su alfa, resulta estar embarazado. Todos los derechos me pertenecen. Queda prohibida la copia de este material. © 2019