My pregnant omega [ZIAM]

18. Esperar lo mejor ✿

"Arcángel, ¿a dónde vas?" Liam se había despertado tras sentir un peso faltante en la cama, y percibir la ausencia de la figura delicada dormitando contra él.

El omega se detuvo junto a la cama, manteniendo una mano sobre su estómago hinchado.
"No me siento bien" murmuró con una mueca de incomodidad en el rostro "Creo que los cachorros están apoyados en mi costado"

El alfa se preocupó de inmediato, y llevó una palma hacia su abdomen, acariciándolo en un intento por aliviar el dolor.

Zayn se mordió el labio, posando los dedos en el dorso de la mano ajena, que se movía en círculos suavemente.

La mirada parda se fijó en él, reflejando profunda inquietud.
"¿Así es mejor?"

Un suspiro escapó de su boca, acompañado de una silenciosa respuesta negativa.

"Iré al baño, quizá solo tenga la vejiga llena" tras oír su respuesta, el castaño apartó la mano, permitiéndole seguir su camino.

Liam se quedó en la cama, en espera de su omega. Cuando le echó un vistazo a la hora en su teléfono, se sorprendió al ver que solo habían dormido unos cuantos minutos.

Se sentía muy aletargado, sin embargo, había una extraña molestia en su pecho que no le permitía cerrar los párpados.

Escuchó sollozos provenir del cuarto de baño, que lo llevaron a ponerse alerta instantáneamente. Saltó de la cama sin repasarlo dos veces, dirigiéndose a la puerta.

"Zayn" le llamó, golpeando sus nudillos en la madera "Omega, ¿qué pasa?"

Tras no obtener respuesta, giró la perilla, haciéndose paso dentro.

Cuando divisó a su pareja en el suelo, retorciéndose de dolor, con lágrimas en las mejillas y la ropa manchada de sangre, fue como un fuerte golpe directo en el estómago.

Corrió hacia él, hincándose a su lado para socorrerlo.

"No, no, arcángel"

El omega era incapaz de comunicarse, presa del dolor, ahogado en quejidos y llanto.

Su cuerpo completo temblaba.

El alfa lo cargó entre sus brazos para sacarlo de ahí, desesperado, nublado por la inquietud.

Jamás se perdonaría si no actuaba a tiempo, si sus cachorros se encontraban en peligro y no lograba salvarlos.

Corrió descalzo escaleras abajo y agarró las llaves del auto antes de dirigirse al exterior, importándole muy poco si el frío llegaba a congelarle los huesos.

Su omega estaba sufriendo y era lo único en lo que podía pensar mientras lo colocaba en el asiento copiloto, ante los gritos desgarradores que lo hacían querer rugir hacia el cielo; arrancarse la piel de los dedos y romperlo todo.

Zayn parecía a punto de colapsar cuando un equipo médico lo inmovilizó sobre una camilla, colocándole cinturones de seguridad para evitar que cayera en medio de su crisis.

Liam luchaba contra su instinto protector, respondiendo un millón de preguntas durante su intento fallido de calmar la inquietud de su pareja, a quien por ningún motivo en el mundo le soltó la mano.

"¡Tenemos que llevarlo a cirugía, ahora!"

Lo veía chillar hasta desgarrarse la garganta; con el rostro enrojecido, cubierto en llanto y sudor; podía sentir cómo temblaba bajo su tacto; podía escuchar su desesperado llamado. Él estaba ahí, viéndolo sufrir y romperse en mil pedazos, pero no podía hacer nada, mas que sujetar su mano y esperar lo mejor.

Tras acceder a la sala, los enfermeros se dispusieron a trabajar de inmediato.

En un parpadeo, habían hecho trizas la ropa de su omega y en menos de un segundo, perdió el fuerte agarre de sus dedos.

Ya no quedaba nada de su omega; se encontraba sedado, lleno de cables y tubos que lo mantenían con vida mientras le cortaban la carne.

Gritó y pataleó, rehusándose a abandonar la sala cuando un montón de alfas se le fueron encima.

Su verdadera naturaleza, salvaje e indomable, salió a la luz, mientras era arrastrado lejos de su omega moribundo, y sus cachorros, de quienes no sabía nada.