12. Familia ✿

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"Mi madre llamó esta mañana".

Zayn, quien había estado muy entretenido rebuscando entre los anaqueles de ropa de recién nacido, no se detuvo ni por medio segundo, sin embargo, se dedicó a escucharlo mientras realizaba su tarea.

"¿Ah sí?"

El alfa espiró con notable incomodidad, antes de revelar la noticia que realmente lo tenía acongojado.
"Dijo que quiere conocerte" murmuró, atrayendo la atención de los grandes ojos mieles hacia él.

El omega lo observó fijamente, como si intentara determinar si se trataba de una simple broma pesada, pero no halló ni un mínimo gesto que lo delatara.

Sin esperar una respuesta por parte de su pareja, el castaño rápidamente se apuró a añadir:
"No tienes que hacerlo si no quieres".

Mas a Zayn no le parecía agradable declinar la propuesta. Después de todo, esa mujer, por más cruel y manipuladora que fuera -a descripción de su único hijo-, le había dado la vida a su alfa e indirectamente eran una familia ahora.

"Uhm... Alfa..." el pelinegro empezó dudando, pero Liam sostuvo su mano, interrumpiéndolo.

"De acuerdo, le diré que no" decidió por su propia cuenta, dándose la vuelta para ir por el carrito que se encontraba atiborrado de artículos para bebé.

Zayn sujetó su brazo, deteniéndolo y animándolo a girarse nuevamente.
"No estoy rechazando la invitación" le dijo siendo claro "Sé que ella no te agrada, pero si quiere conocerme, está bien".

Sin embargo, Liam no pareció nada conforme ante la respuesta de su omega, a quien le tomó la barbilla para mirarlo.
"Arcángel, esa mujer y yo hemos tenido problemas por una razón, y no quiero involucrarte en ellos" le habló con sinceridad "Si te lo hice saber es porque sabes que no me gusta guardarte secretos, pero de todas formas la decisión está en mí esta vez" su voz fue dulce y comprensiva mientras lo miraba a los ojos, rogándole porque pudiera entenderlo.

Zayn se quedó en silencio y simplemente asintió, dejando la situación en sus manos.
"¿Cuándo he desconfiado de ti?" susurró, a lo que el alfa depositó un pequeño beso sobre sus labios, alejándose de él para que pudiera seguir con lo que hacía.

El moreno instantáneamente se notó atraído por un artículo de otro anaquel. Apurándose en esa dirección, agarró un pequeño gorrito con orejitas de lobo, mostrando una gran sonrisa encantadora en su rostro.
"¡Mira, alfa!" chilló enternecido, mostrándoselo.

Liam sonrió, viéndolo depositar el bonito accesorio dentro de la canasta.
"¿Cuántos de esos llevaremos, huh?" preguntó en un tono burlesco.

Zayn miró toda la colección ordenada sobre el anaquel, pensándolo un poco antes de cuestionar:
"¿Cuánto dinero tienes?"

El alfa suspiró, indispuesto a disputar acerca de ello.

Su omega era un verdadero peligro, pues quien antes odiaba poner un pie en el centro comercial, luego de su embarazo lo había convertido en su lugar preferido, y el que tendría a Liam pidiendo limosnas en las calles si continuaba despilfarrando enloquecidamente.

¿Pero, cómo podría decirle que no a su pequeño y malcriado omega? Si lucía tan feliz; si merecía tener el mundo entero en sus manos.

Ese mismo día, al caer la tarde y concluir su larga visita a la tienda, la parejita finalmente regresó a casa.

Zayn se sentía exhausto e hinchado, por lo que su atento alfa decidió prepararle un baño, añadiéndole sus esencias preferidas a la cálida agua de la tina.

El omega, por supuesto le invitó a unírsele, relajándose completamente cuando los productos aromáticos comenzaron a hacer efecto, y los fuertes brazos de su alfa lo rodearon con cariño.

Solo besos delicados, caricias llenas de espuma y el dulce silencio de la habitación, hasta que el agua empezó a enfriarse y salieron de la tina casi a regañadientes.

Se pusieron ropa cómoda, prepararon palomitas y se hicieron lugar en el sofá para matar el tiempo viendo una película de misterio.

Ambos se encontraban embobados con el filme que se transmitía en la televisión del salón. Zayn se rehusaba a apartar sus grandes ojos de la pantalla, ni siquiera para brindarle las botanas a su alfa, que lo tenía perfectamente acomodado entre sus piernas.

El filme había llegado a su punto más tenso, donde la última sobreviviente intentaba luchar contra el sangriento villano para salvar su vida.

Zayn tenía los nervios de punta y Liam podía sentirlo mientras mantenía la barbilla apoyada en su hombro, incluso tuvo el agudo impulso de lamer la brillante marca de colmillos en su clavícula.

Pero el insoportable sonido del intercomunicador rasgó el ambiente, robándose su atención.

Liam no pudo evitar echarle una mirada curiosa a su pareja, que lucía igual de confundido que él. Sin la mínima sospecha de quién se trataba, el alfa le puso pausa a la película y encendió las luces del salón antes de abrir la puerta principal.

"¡Sorpresa!"

Cuando Zayn se percató de quién se trataba, una extraña sensación le recorrió el cuerpo.

My pregnant omega [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora