La casa estaba llena de aromas agradables y brisas cálidas; de sonrisas amplias y una alegría rebosante, casi palpable.
Las carcajadas se escuchaban por todo el salón; los saludos, los sonidos de ternura, las emotivas felicitaciones.
El azul destacaba, un poco por debajo del rosa; en los globos, en el confeti, en los listones, en los caramelos y los postres que iban y venían…
El júbilo inundaba a cada uno de los invitados al saber que un par de cachorros habían surgido de la joven unión; dos criaturas regordetas que observaban sus alrededores con miradas de curiosidad y un toque de confusión, acurrucadas entre los brazos de sus abuelos, quienes se rehusaron a soltarlos en cuanto entraron por la puerta principal.
Karen Payne se caracterizaba por ser una omega huraña y seria; los gestos afectivos no eran de su agrado, e incluso su alfa lo tenía bastante claro… Ella jamás fue una persona de muchos mimos, y debido a esa razón, tanto a Liam como a Geoff les resultó difícil digerir la imagen de abuela melosa que había adoptado desde el primer momento en que los cachorros fueron puestos a su vista.
Zayn se limitaba a sonreír, agradecido de sentirse rodeado del ambiente familiar; de ver a sus pequeños completamente bien y sobre todo, de saber que su tan anhelado sueño al final se hizo realidad; ese que parecía inalcanzable, en el que dos angelitos diminutos dormían sobre su pecho, mientras el alfa más perfecto... más hermoso y encantador del mundo, le besaba las manos y le recordaba que significaba el universo para él.
Era para reírse, el pensar en cómo empezaron, en cómo lucían sus vidas tan solo un par de años atrás, y en un veloz parpadeo todo se había dado vuelta por completo.
Ese esperado sábado a las tres de la tarde, llegaron los padres de Liam, cargando con un pastel de manzana que olía como el paraíso.
"Este es un regalo de Nana Bell. Se le presentó un asunto importante, pero les envía saludos" Karen anunció, justo antes de colocar el presente una amplia mesa del salón, la cual Zayn estuvo decorando durante gran parte de la mañana, añadiendo flores de colores pasteles, retratos muy recientes de ellos junto a los cachorros, jarras de caramelos, serpentinas, espumillones, moños… Liam sabía cuánto disfrutaba de decorar cualquier cosa que tuviera a su alcance y al percatarse de que su trabajo estaba hecho, no dudó en besarle las mejillas y decirle lo bonito que le había quedado.
Todos comentaron lo mismo al respecto.
A las cuatro y media, la sonriente Anne también se hizo parte de la celebración, siendo acompañada por el menor de sus cachorros, Edward, quien ya era un gran alfa de presencia respetable y cálidos ojos verdes similares a los de Harry. De la mano derecha llevaba enganchado a su pareja, Will, un omega de cabello tan rubio como el oro y mirada tan azul que se asemejaba a un pedazo de cielo; con una sonrisa amable en el rostro y una palma posada en su abdomen hinchado.
Harry entró tan solo quince minutos después, en compañía de un ruidoso Micah y…
"Él es Louis, mi omega."
Louis era extrovertido y risueño. Simpatizó rápidamente con los demás, felicitó a la pareja por el nacimiento de sus cachorros, y ninguno fue capaz de ignorar la manera en la que el pequeño Micah se negaba a abandonar su regazo, o en cómo parloteaba hacia él cómodamente.
Zayn se conmovió, y el regocijo lo arropó cuando Troye y Jacob, quienes fueron los últimos en unirse, anunciaron que adoptarían a un cachorro.
El moreno lo abrazó, haciéndole saber lo feliz que se sentía de escuchar que habían seguido adelante a pesar de las circunstancias, que su amor no se había desvanecido y en su lugar decidieron hacer a alguien más parte de ello.
Zayn pensó en lo efímero que era el tiempo y lo mucho que deseaba permanecer justo allí, en medio de la imperturbable felicidad, de las sonrisas amplias y los adorables balbuceos, mientras Liam lo rodeaba con sus brazos fuertes… Mientras se sentía tan completo que los ojos se le llenaban de lágrimas.
Los violentos golpes de la vida le dejaron cientos de rasguños, cicatrices que ese alfa de corazón blando había hecho desaparecer poco a poco, con cada beso, con cada caricia, con cada gesto y palabra de amor.
Se preguntó si se lo merecía,
si era real.
Y a la misma vez, temió que aquello que había anhelado intensamente, se esfumara en cualquier momento.
"Arcángel" Liam llamó por encima de la música, captando su atención tras encontrarlo ensimismado. Una mano grande fue extendida hacia él, acompañada de una mirada coqueta que lo teletransportó al pasado, a cuando ese grandulón de actitud juguetona comenzó a cortejarlo "¿Quieres bailar?" le preguntó, recibiendo una sonrisa tierna por toda respuesta, antes de que unos dedos tersos se enredaran con los suyos y se dirigieran a la pista de baile improvisada en medio del amplio salón.
La melodía era alegre y pegajosa. Liam lo guiaba ágilmente al ritmo de la canción, haciéndolo reír en cada giro, porque sabía a la perfección que jamás lo dejaría caer, que si se encontraba entre sus brazos nada malo iba a pasarle, y aquel era el único lugar en el que quería estar.
Para toda la eternidad.
Holi(: paso por aquí para pedirles que no lloren porque aún falta el epílogo, y también subiré un fragmento especial<3
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My pregnant omega [ZIAM]
FanfictionDonde Zayn es un tierno omega que tras pasar su primer celo con su alfa, resulta estar embarazado. Todos los derechos me pertenecen. Queda prohibida la copia de este material. © 2019