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La primera vez que vi a Shawn llorar fue cuando llevábamos casi seis meses de nuestro noviazgo.

Había llegado a su casa pues teniamos planeado pasar la tarde ahí. Baje del taxi y me aproxime a su jardín para entrar a su casa.

De repente el salió de la puerta con mucha fuerza, ni siquiera me había visto hasta que estuvo frente a mi. Antes de poder preguntarle que había sucedido se lanzó a mis brazos.

Se desmoronó rapidamente, comenzó a sollozar y me dijo que quería irse de ahí. Me dió las llaves de su camioneta y nos fuimos.

En el transcurso no le pregunte absolutamente nada, deje que llorara y se tranquilizarla, estaba enojado, desesperado y triste. Fue la primera vez que lo vi de esa manera.

-¿Que sucede?- pregunte apagando la Jeep.

-Ya no los soporto.- soltó rapidamente.- ¿Que debo hacer para que ellos me tomen en cuenta?- agregó rapidamente.

-¿Hablas de tus padres?- lo mire fijamente y el asintió.

-Si. No paran de compararme con mi hermana, ellos dicen que la música no me llevara a ningún lado.- golpeó con fuerza la puerta y me miró.

-Se daran cuenta de que sirves para esto, brillaras entre todos y te reconoceran como uno de los mejores. Te lo prometo.- le dije despacio.

El asintió y sonrió. Las ultimas lagrimas cayeron por sus mejillas, se estiró y beso mi mejilla.

-Quiero que estes conmigo...

-Estoy contigo.- dije obvia.

-No. Conmigo siempre, en cada momento, apoyándome. Tú eres mi única familia, eres la única con la que en verdad puedo confiar.- me miró a los ojos y luego miro al frente hacía ningún lugar.- Eres mi hogar, y siempre querré estar en mi hogar. Por favor no me dejes nunca.

No Tienes Idea  S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora