Capítulo 7

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Llegué a casa de Jimin. Mi ropa goteaba. Si que me he mojado. Él corrió hacia mi. Sonreí, tratando de que Jimin se contentara pero sé que no pasará. Debe estar muy molesto. Su expresión seria lo dice todo. JiMin me agarró del cuello de mi camisa pero luego pareció recapacitar y me dejó ir. Me empujó sin decir ni una sola palabra. Solo señaló lejos en señal de "vete". Y obedecí. Salí casi corriendo del lado de él. Me di un baño y me tiré a la cama. Esperé y esperé a que Jimin entrara a mi habitación.

Sé que debe estar impaciente por saber que estuve haciendo, llegué mojado y de noche.

Rodé en mi cama, dándole la espalda a la puerta y cuando estuve a punto de quedarme dormido la puerta fue abierta. El tiempo que Jimin me dejó aquí, esperando su llegada, me la pasé pensando que podría decirle. No puede saber que he asesinado a alguien. Él no debe saber que he fallado en huir de mis instintos.

— Jimin ha enviado esto para tí. — me giré al escuchar la voz de aquella sirvienta de la vez pasada. Eri.

Traía comida y unos medicamentos en mano. Ella se veía realmente agotada. Bajo sus ojos tenía unas leves bolsas negras, indicándolo. Le escuché bostezar.

— ¿Estás cansada? — pregunté sin darle importancia a lo que traía en mano.

— Demasiado, pero aún no es momento para yo descansar. — se encogió de hombros.

Me puse de pie y tomé lo que ella tenía en manos y lo puse a un lado. Saqué una camisa grande y unos boxer de mi armario. Y se los lancé. La empujé al baño.

— Joven V... — dijo detrás de la puerta del baño.

— V. — corregí.

— V. — repitió — Déjeme salir de aquí, debo volver al trabajo.

— Dije que puedes tutearme. Ponte esa ropa que te he dado, deberías descansar. No salgas de ahí sin cambiarte. — ordené. Eri soltó un sonoro suspiro.

Pasaron varios minutos y la puerta del baño por fin fue abierta. Eri salía de el jalando el borde de la camisa hacia abajo, como si tratara de que mágicamente la camisa se hiciera más larga y cubriera todas sus piernas. Sus mejillas teñidas de rosa, estaba avergonzada.

Me puse de pie, justo a su lado y la guié hasta mi cama. Le señalé la cama, ella me miró como si estuviera pidiendo permiso, yo asentí. Subió a la cama y yo me senté en el suelo a comer.

Ella se había encogido y parecía una pequeña bola con sus rodillas en su pecho y sus brazos abrazando sus piernas. Bajé la mirada pero justo cuando lo hice, ella habló.

— El joven amo no le agradará esto. Hoy está siendo más molesto de lo usual y creo que estaba muy preocupado por ti, desde que llegó no dejó de decir "si Tae Hyung llega, avísenme", "Aún no llega, ¿creen que esté bien?", "recuerden avisarme" y más cosas como esas. — rodó los ojos. No pude evitar sentirme mal. Debería disculparme.

— Tu solo duerme. — me puse de pie — no tiene por que saber esto pero si llegase a saber, le diré que fui yo quien te ordenó a descansar. — me giré.

— Gracias, V. — le escuché decir antes de yo cerrar la puerta de la habitación.

Caminé hasta la habitación de Jimin, y justo como él me había hecho, así hice. Abrí sin previo aviso y entré para luego arrepentirme de haber echo semejante cosa. El agudo grito de una chica se escuchó por todo el lugar. Me giré rápidamente para no ver ni un segundo más aquella escena. ¿Tiene sexo con las sirvientas cuando se enoja? La chica salió de la habitación con solo la camisa de Jimin puesta, imagino que fue lo único que logró conseguir luego de esta sorpresa.

— ¿Qué quieres, Tae Hyung? — me giré para poder mirarlo, por suerte ya lleva sus bóxers puestos.

— Vengo a disculparme. No debí hacer que te preocuparas demás. Solo estaba dolido por...

— Yang Mi y Park Chanyeol. Lo sé. Lo sabía. — me cortó.

Me quedé algo atónito. ¿Sabía sobre ellos y no le pasó por la cabeza decirme? Esa era la razón por la que me decía tanto que debía olvidar a Yang Mi. Él ya sabía que ella había seguido con su vida y ya tenía nuevo novio.

— ¿Por qué no me lo dijiste si ya sabías? — le reproché.

— Por que no quería que salieras herido pero tu decidiste seguir con el capricho con Yang Mi y mira como ella te paga.

— No es un capricho. Es amor. Yo la amo, JiMin. — dije bastante molesto por el comentario de JiMin.

Lo que siento por Yang Mi es amor, no un mero capricho.

— Y ella te juró amor y mira donde esta, en los brazos de otro. ¿No crees que es momento de seguir adelante con tu vida, Tae Hyung?

— ¡Yo decido cuando y cuando no, JiMin!

— ¡Por Dios, Tae Hyung! — rodó los ojos — ¿Qué vas hacer? ¿Obligarla a estar contigo a la fuerza? ¿Secuestrarla y jamás dejarla ir? Chanyeol iría a buscarla hasta en el centro del mundo y la encontraría, por algo es de los mejores agentes del FBI. — por su expresión puedo notar que se arrepintió de haberme dado esa información.

— ¿Agente del FBI?

—... Agente del FBI. — repitió. — Ella lo conoció gracias al Sr. Choi.

— ¿El que trabajó en el caso de su hermana? — él asintió.

— Luego de todo lo que sucedió, Yang Mi le ofreció una cena en agradecimiento de no haberse rendido en el caso. Él por supuesto aceptó y a último minuto tuvo que llevar a Park Chanyeol, a Yang Mi no le incomodó en absoluto, ella le miró de pies a cabeza y rápidamente aceptó. Un buen físico hizo que el amor que decía sentir hacia ti se esfumara. — se encogió de hombros.

— Si ese amor se hubiera esfumado, le habría contado todo sobre mi y que fui yo quien asesinó a su hermana. Me está protegiendo, JiMin. — el colocó dos dedos en el puente de su nariz y no comentó nada.

Eso debe ser y de no ser así; mi trabajo es conquistarla nuevamente.

Yang Mi es mía y siempre lo será. Y haré todo lo necesario para que así sea.

Rescue me. | TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora