Capítulo 36

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He decepcionado a una de las únicas dos personas que no quería decepcionar... y Jimin cuando lo sepa sé que lo estará igual. No quiero ser esa persona que sabe que le hace daño a sus amigos y aún lo sigue haciendo. Quisiera simplemente poder quitar esa parte de mi, como si nunca existió. ¿Pero eso no sería dejar de existir yo? Realmente no me perdono el haberles fallado pero no debería sorprenderles, lo hice por tantos años ¿y cambiar tan pronto? ¿Cambiar...? Es casi imposible. Cambiar requiere de tiempo, ¿y acaso tengo tiempo de redimirme? Cada vez que trato el demonio que llevo dentro me complica todo, es como si consumiera mi alma y mi ser. ¿Y si no es un demonio? ¿Y si solo es mi instinto? Tal vez estoy destinado a ser este monstruo... ¿Porqué resulte siendo así? Si hubiera tenido una mejor infancia, tal vez... si me hubieran protegido, tal vez... solo tal vez yo sería alguien normal... ¿normal? ¿Qué es ser normal? Para mi esto es normal... acaso... ¿está mal que me guste algo que a los demás no? Al final, de esto trata la vida, vivir o morir. Naces para morir... tal vez, algunas personas simplemente les llega su hora pronto... y yo soy su ángel de la muerte... tal vez. Este puede ser mi rol en la vida. Si Dios existe, y lo que hago está mal... Él me habría detenido, ¿no? Entonces, ¿por qué sigo aquí?

"¡¿Qué demonios estoy pensando?! Yang Mi... si tan solo estuvieras en mi mente me odiarías sin dudar."

Debo buscar su perdón. Yang Mi y Jimin deben saber lo arrepentido que estoy, y se los demostraré. Lo haré. Ellos sabrán que yo si quiero ser alguien mejor para lo sociedad, para ellos. Espero que algún día me perdonen pero mi mente no puede quedarse en ese asunto todo el día. Jimin esta en peligro y el debe ser mi prioridad ahora. Debo concentrarme. Salvar a mi amigo es más importante que mi patética y miserable vida.

— Yang Mi, escucha. Quiero que cierres todas las ventanas y puertas de la casa. Luego, quédate en mi habitación. — dije sosteniéndola de los hombros.

— ¿Qué está pasando, Tae? — dijo algo preocupada.

— Solo hazme caso, cuando me vaya, no le abras a nadie. ¿Entiendes? — dije firmemente y ella solo asintió y rápidamente comenzó a asegurar puertas y ventanas.

Para cuando ella terminó de asegurar todo, ya yo estaba listo para salir. Me puse la capucha de mi hoodie negro y senté a Yang Mi en el borde de mi cama. Puse una cuchilla en sus manos y la miré directo a los ojos, estaban cristalizados. Sé que quería llorar, así que la abracé y le dije que todo estaría bien, y que yo me encargaría de todo. Y lo haré, protegeré a mis amigos aunque me cueste la vida. Traeré a Jimin a casa, así sea lo último que haga. No puedo volver a fallar en proteger a alguien que me importa y que quiero.

Me puse de rodillas enfrente de ella para quedar a su altura y hablé: — Si alguien, quién sea, pasa por esa puerta, quiero que lo entierres aquí. — toqué su vientre, — o aquí. — apunté a mi cuello, indicándole donde atacar con la cuchilla que le había dado.

— Tengo miedo, Tae. No creo que pueda atacar a alguien... ¿y si lo mato? ¿Y si me matan? — sus labios temblorosos, sé que tiene miedo. Lo veo en sus hermosos ojos.

— Yang Mi, si es de vida o muerte, sabrás defenderte. Sé que da miedo, y espero que no pase nada mientras estoy fuera, pero solo quiero que estes alerta — Quise alentarla, aunque no sabía muy bien como. Puse un mechón de cabello detrás de su oreja y acaricié su mejilla. Deposité un beso en esta y le brindé una media sonrisa.

Le di la espalda, caminando hacía la puerta y escuché un pequeño sollozo a mis espaldas. No sé si es por miedo o por que ya sabe la verdad sobre mis últimas víctimas, pero no puedo consolarla ahora. Por más que quiera y desee rodearla con mis brazos. Voltee a verla una última vez antes de cerrar la puerta y dirigirme a la salida de la casa. Asegure la puerta principal y me fui. Dejando al amor de mi vida, asustada en mi habitación... y aunque no la quería dejar sola no podía arriesgar a traerla conmigo. Creo que es la decisión más lógica.

Y aunque mi mente pensaba en mil maneras en cómo podía terminar esta noche, trataba de mantener una idea clara de como hacer las cosas. Aunque puedo estar caminando a una trampa de esta persona al otro lado de la línea, o puedo terminar en manos de la policía en el área, mi mayor preocupación es Jimin. ¿Cómo pudo pasar esto? Primero Yang Mi, luego Jimin. ¿Cómo esta persona sabe tanto de mi? ¿Acaso es alguien cercano? ¿Alguna víctima pasada? Tengo tantas preguntas y zero respuestas, solo una y mil teorías. Necesito saber quien esta detrás de todo esto...

Mientras más me acercaba al lugar, mi corazón palpitaba más y más fuerte. El sentimiento que tengo, no es nada bueno. Hace mucho no sentía el miedo, es extraño volverlo a sentir.

Ya podía ver las luces de los policías en aquella granja. Habían puesto cinta amarilla y bloqueado la entrada con sus carros. Varios policías se encontraban en el lugar, aún investigando. Pasé de largo, y al llegar a la casa que me había indicado la persona en la llamada, metí mi carro en lo que antes pudo haber sido una bonita entrada para los carros. No quería llamar mucho la atención así que esconder el carro era lo mejor. Al bajarme del carro, miré aquella casa toda vieja... por alguna razón, me dio escalofríos. ¿Jimin estará aquí, o que será lo que encontraré? Mi mente sigue corriendo.

Inhale y exhale, llenándome de valor para entrar. Mi ansiedad me carcome.

Mi teléfono comenzó a vibrar.

— ¿Aló?

— Que comience el juego, Tae Hyung. — se escuchó aquella voz.

Beep, beep, beep.

Había cortado la llamada.

Nota de autora:
¡Holaaaa! Tanto tiempo... extrañé tanto escribir, este capitulo lo escribí apenas hoy, y me sentí como alguna vez me sentí hace años... extrañe esto, de verdad lo hice. Sé que habré perdido muchísimos lectores, pero los pocos que me lean, los amo y siempre lo haré. Disfruten este capítulo.<3

Rescue me. | TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora