Capítulo 17

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Abrí la puerta del pasajero para que Eri bajara del auto. Ella sonrió de lado. Sostuve su mano, ayudándola a bajar. Como todo un caballero. Cerré la puerta y caminé junto a ella hasta el lugar donde cenaríamos. Pensé en solo ir a un restaurante de comida rápida, no quería gastar demasiado pero no creo que ella haya pasado tiempo arreglándose así para ir a un restaurante así. Debido a eso, mi otra opción era llevarla a Olive Garden. No es un restaurante donde todos visten de gala pero es bueno.

Entramos. Esperamos. Nos sentamos. Ordenamos. Lo de siempre.

Ella sentó justo en frente de mí. Jugueteaba con sus dedos sobre la mesa. Sin decir una sola palabra; yo solo la observaba. Ninguno decía algo. Solté una pequeña risa por el gran silencio entre nosotros.

— Tanto que nos escribimos y miranos ahora. ¿Nada que decir, Eri?

Ella negó y yo solo bufé. Esto no era lo que esperaba. Realmente no sé que esperaba... Pero ahora sé que no es esto.

— ¿Qué haces en tu tiempo libre?
— Me la paso en mi celular. Mi vida no es muy interesante.  — Se encogió de hombros.

Y con preguntas así prosiguió nuestra conversación.  Hablando sobre nuestro pasado y haciendo preguntas personales.  Yo aveces decía alguna que otra mentira en cuanto a lo que hago en mi tiempo libre y sobre mi pasado.

Puse mi mano en el aire y llamé a un camarero. Cuando este se acercó pedí dos vasos de agua. Escuché la pequeña risa que soltó Eri. Cuando el camarero de fue me giré a mirarla.

— ¿Qué es tan gracioso? — enarqué una ceja.

— Te ves guapo incluso solo hablando. — colocó su mentón sobre la palma de su mano y sonrió de lado. Sentí mis mejillas calentarse.

¿Cómo es que puede actuar tan tímida en ciertos momentos y proyectar que es alguien inocente y luego soltar tales cosas de la completa nada? Esta chica es realmente otra cosa. Y me gusta. No parece ser como todas.

"Eso aparentaba Yang Mi..." mi subconciente me recordó. Cerré mis ojos fuertemente por unos segundos. No debería estar pensando en Yang Mi. No cuando tengo a Eri frente a mi, eso está mal.

Miré al rededor. Mi vista se posó en una pareja que acababa de entrar al lugar. Era un chico alto con cabello negro. Ambos estaban de espalda hacia mi. Se me hacen muy conocidos.

Desvié la vista cuando el mesero llegó con el agua. Tomé el vaso de cristal y lo acerqué a mis labios, tomé un sorbo, llenando mis mejillas de agua. Mis ojos volvieron a buscar aquella pareja sin razón y cuando los encontré, el líquido en mi boca iba a salir disparado pero lo contuve. Tragué y comencé a toser. Puse una mano en mi pecho y seguí tosiendo por unos cuantos segundos más. Eri me miró preocupada y yo solo asentí en señal de que estoy bien.

— ¿Pasa algo? — preguntó Eri buscando con la mirada lo que sea que yo estaba mirando.

— ¿Q-Qué dices? — tartamudee, girándome a verla.

— Oh, mira quién es, cariño. — escuché una conocida gruesa voz a mi lado.

Me giré a ver la persona propietario de aquella gruesa voz. Él tenía una sonrisa dibujada en su rostro. Estiró su mano para estrecharla con la mía. Yo dudé un poco pero luego estreché manos con él.

— ¿Quién es ella? — apareció la chica que más he amado de detrás de él.

Yo quedé boquiabierto, sin pronunciar una sola palabra. Quería hablar,  decir que era mi nueva cita para que tal vez, solo tal vez, sintiera algo de celos. Cuando decidí tomar valor para formular una oración fui interrumpido.

— Mi nombre es Eri, soy su cita. ¿Verdad, Tae hyungie? — sonrió dulcemente luego de colocar sus codos sobre la mesa y reposar su mentón sobre las palmas de sus manos.

— ¿"Tae Hyungie"? — Yang Mi repitió el apodo que me había dado Eri con una ceja alzada. Yo asentí, me siento tonto al no poder hablar.

— Vaya, hasta que por fin superas a Yang Mi. — Golpeó suave mi hombro. — No creas que no sé sobre tus mensajitos. — sonrió — "Esperaré por ti el tiempo que sea necesario", "Te amo más que a mi mismo, lo juro.", "Siempre serás la primera mujer que realmente amé." — citó muchos de los mensajes que en algún momento le envié a Yang Mi.

— Chanyeol, basta. — Yang Mi jaló su brazo pero el volvió a jalonear, soltándose del agarre de ella.

— Bohoo, soy una mujercilla chillona que no supera a su ex. — Se burló. — Un consejo: debes dejar el pasado atrás de una maldita vez, hermano. Yang Mi es feliz a mi lado, no necesita a alguien tan patético.

Apreté tan fuerte mis puños que mis nudillos se tornaron blancos. Escuché un bufido de parte de Eri. Todos nos giramos a mirarla. 
— Es irónico. — habló Eri — Dices que no necesita a alguien patético pero realmente el que está siendo patético es usted, pedazo de mierda. ¿Para que te acercas a un hombre que está en medio de una cita para decir tales cosas? Un consejo: debes dejar el pasado atrás de una maldita vez, hermano. — Contraatacó Eri con las mismas palabras de Chanyeol.

Su expresión cambió a una totalmente seria. Eri por otro lado no borraba aquella sonrisa. Chanyeol no encontró más que decir.

— Pensé que eras más profesional y ético. Veo que me equivoqué.  Eres el agente del FBI más patético que conozco. — por fin logré formular una oración. 

— Mantén la boca cerrada, Tae Hyung. No te atrevas hablar así de Chanyeol. — lo defendió Yang Mi y yo bufé.

— Uh, lo siento, preciosa por herir a tu delicada flor. — guiñé.

— Vete al infierno, Kim.

En un movimiento rápido me puse de pie y jalé a Yang Mi lejos de Chanyeol, la acerqué a mi. Su respiración agitada sobre mi nariz. Acerqué mis labios a su oido y sonreí de lado.

— Al infierno iremos juntos, linda Yang Mi. Ambos sabemos lo que has hecho, ser cómplice de un asesino serial no es nada bueno. — me burlé.

Me alejé de ella, pasé por su lado, susurré un "Cuidado en las calles, hay un asesino buscando nuevos juguetes", sonreí, dejándole estática en aquel lugar. Tiré algo de dinero a la mesa y tomé de la mano a Eri y nos largamos de allí. 

Yang Mi, ya has quedado en el pasado.

Nota de autora:
Estoy tan feliz de poder actualizar. Ni se imaginan. :')

Rescue me ha llegado a 3.8k views y estoy que me vomito arcoiris de la felicidad que cargo. n.n ¡Gracias por todo!

- Ale out

Rescue me. | TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora