Rescue me. | TaeHyung

Capítulo 10

Me encontraba sentado en el gran sillón que se encuentra en la sala de estar, con el TV encendido, mientras comía mi cereal favorito. JiMin se sentó a mi lado con un vaso de agua en mano. No noté cuando tomó el control remoto y cambió el canal y puso las noticias. Le miré y volví a mirar la pantalla. La reportera estaba hablando sobre el asesinato de una joven. Fue asesinada brutalmente y su cuerpo fue luego desechado en un basurero, el cuerpo fue hallado por un hombre. Mencionó cuando se cree que asesinaron a la chica, y puedo asegurar que acertaron.

Seguí comiendo tranquilamente. JiMin se giró a mirarme. No he cambiado mi expresión seria y relajada. Le miraba de reojo. Sus labios se abrieron pero al instante volvieron a cerrarse. Se ve lo mucho que quiere decirme algo pero parece no saber como.

— Espero... — comenzó, su voz era calmada, algo temblorosa — Espero que el cadáver de esa chica, no esté ahí por que tú estás aquí de vuelta en Corea. — soltó. Yo solo bufé. Tiré la cuchara, haciendo que la leche de mi cereal salpicara un poco.

— Calma, han asesinado a esa chica pero no fui yo, te lo aseguro. — mentí con una sonrisa en mi rostro. — Ya que has dañado mi muy buen apetito, es momento de irme, ¿vale? Vale. — me puse de pie, dejé el cereal a un lado y salí de la casa.

Pero al momento que ya me encontraba fuera escuché un «no hagas algo estúpido de lo que te puedas arrepentir» departe de mi amigo. Rodé los ojos.

Haré algo estúpido pero estoy totalmente seguro que no me arrepentiré en absoluto, disfrutaré cada mísero segundo. Uno y cada de esos segundos me llevará al mismísimo cielo. Mi eterno deleite, los cuerpos de mujeres bañados en su sangre.

Realmente, si las personas a mi alrededor entendieran lo que siento al asesinar. Para mi los asesinatos son como las patatas fritas para los gorditos, no puedes terminar con solo una.

Y mierda que es la pura verdad. No he podido detenerme en solo una. No he saciado mi sed. Ya ni siquiera es por rencor hacia mi madre, asesinar es una forma tan divertida de olvidar los problemas, y también una forma de deshacerse de algunos problemas. Otros se drogan para olvidar, relajarse, tener un buen momento, pero todo eso yo lo encuentro cuando estoy desgarrando la piel de esas mujeres que caen en mis brazos tan fácilmente. Me siento como si pudiera vencer el mundo, siento que soy quien controla todo, justo como me gusta. Soy yo quién decide y tiene control sobre la vida de mi víctima, y es justo lo que quiero: control.

Me adentré al gran centro comercial de Seúl, caminaba a paso lento, observando todo. Miraba mis posibles nuevas víctimas. Estaba buscando la indicada. No puedo llevarme a cualquiera. Me detuve en una cafetería, estaba haciendo la fila para poder ordenar. Necesitaba energía y un café es mi salvación. Justo detrás de mi se colocó una chica bastante baja, apenas me llegaba al pecho, su cabello rubio y ojos azules muy linda debo admitir. Me sonrió de lado y yo le devolví el gesto. Otras dos chicas llegaron a su lado y por lo que escuché su nombre es Lila. Bonito nombre para una bonita chica.

Me giré y le di un ojeada nuevamente, ella volvió a sonreír. Note de inmediato que se trataba de extranjeras. No tenian ojos rasgados y no estaban hablando coreano, sino que inglés. Escuché a una de sus amigas, una un poco más alta que ella decir algo sobre "el chico frente a nosotras", las tres se carcajearon bajo. Fue bueno aprender tres idiomas –coreano, inglés y español–. La que había hecho el comentario sobre mi, tocó mi hombro. Me giré para mirarlas a la cara. El rostro de la rubia estaba teñido de rojo. Enarqué una ceja.

  — ¿Necesitan algo?  —  pregunté en inglés con una amable sonrisa, ellas parecieron sorprenderse, pero luego volvieron a reír levemente.

  — Así que sabes inglés... Bueno, no importa... — dijo rápidamente— A mi linda amiga aquí, — señaló a la rubia —  le pareces muy adorable. Así que.... quisiéramos saber si le podrías pasar tus datos... ¿tal vez?  —  preguntó, ambas de sus manos entrelazadas.

Una increíble idea pasó por mi mente. Un triple asesinato. Se que será todo un reto y tendré que pensar como le haría para poder llevar a tres chicas a un lugar sin que ninguna se escape y poder asesinarlas y luego esconder los cuerpos, pero estoy seguro de que debe ser muy interesante. Las tres rogando por sus vidas, gritando de dolor, más huesos para romper, más sangre por ver. Suena simplemente excitante.

Solo debo buscar el lugar perfecto, e inventarme algo bueno para que ellas solas caigan en mi trampa.

  — Por supuesto. ¿Tienen un móvil o un papel donde pueda escribir mis datos?  — la chica, la cual llamaré la "atrevida", ya que no se han presentado, sacó el móvil del bolsillo de la chaqueta de la rubia, lo desbloqueó y me lo pasó.

  — Ella es Lila, por cierto.  — señaló a su amiga la rubia — Yo soy Shanna y mi amiga de los espejuelos es Sierra. — la chica mencionada, miró a mis ojos sonriendo delicadamente pero cuando la miré, me evadió.

  —  Soy Victor. — usé el nombre que utilizaba cuando estaba en Puerto Rico.

  — Oh,  — parecía sorprendida — pensé que tu nombre sería coreano.

  — Tengo uno, pero prefiero que me llamen Victor.  —  guiñé.

Las tres se carcajearon. Cuando tocó mi turno de pedir café, pedí los de ellas también.

— No olviden llamarme. — dije cuando les di sus cafés. — Estaré ansioso. — guiñé y sonreí de lado. Di un sorbo a mi café y me alejé de allí.

Realmente estaré ansioso. Deseando que llegue el día en el que cometeré algo más que un simple asesinato. Lo llamaré un trisinato. Triple + asesinato = trisinato. Excelente matemática.

— Trisinato... — me repetí aquella palabra inventada, casi escupo el café, no pude evitar reírme. — Realmente debo dejar de hablar conmigo mismo. Necesito amigos. — negué divertido.

— Solo me necesitas a mí. — susurraron en mi oído, me giré para ver quién había dicho aquello pero no había nadie.

¿Qué demonios?

🔪☠🔪
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Gracias a todos. Espero que sigan disfrutando de esta historia.

– Ale out.