Capítulo 13

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Los gritos del trío de amigas se escuchaban. Rogando por su vida. Suplicando. «¡Basta, por favor!» Suplicaba una. «No le hagas daño.» lloriqueó la segunda. «¡¿Por qué haces esto?!» cuestionaba la tercera amiga. El cuerpo de Shanna estaba en el suelo debajo de mí. Mi pie estaba encima de su cráneo. Las tres lloraban a cantaros. Saqué una pequeña cuchilla de mi bolsillo. Saqué el pie de su cráneo e iba a alejarme de ella pero antes de hacerlo, propiné una fuerte patada en su espalda, y luego, la coloqué boca arriba, pisoteé ambas rodillas, asegurándome de haber roto ambas patellas.

Ella soltó un fuerte grito. Sus
amigas observaban la escena aterrorizadas. Yo había colocado una mordaza en la boca de las amigas de Shanna, para poder enfocarme en los gritos de la chica que se encuentra debajo de mi. Las otras dos chicas lloriqueaban. Arrastré el cuerpo de Shanna y recosté su espalda en una madera. Sus rodillas se veían horriblemente perfectas.

Tomé a Sierra del cabello y lo jalé fuertemente hacia atrás. Sus ojos se cerraron. Con mi mano libre quité sus espejuelos, acaricié su mejilla suavemente. Quité su mordaza. Ella intentó morder mi mano y eso provocó que soltara una fuerte carcajada.

— ¡Wow! Eres una fiera, Sierra. — bromeé — Me encanta.

— Te pudrirás en el maldito infierno, Victor. Eso te lo aseguro. — dijo mientras mantenía su mandíbula apretada.

— Espero que cuando me veas, al menos saludes con tu linda mano. — sonreí.

— ¡Vete al infierno!

— Lo haré, tranquila. — aspiré, llenando mis pulmones de oxígeno. — solo que no en estos momentos. Tu por otro lado; lo experimentarás muy pronto, primero que yo. — fui soltando el oxígeno poco a poco mientras hablaba, y me encogí de hombros con una sonrisa.

Tomé los espejuelos de ella, los lancé en el suelo, y los pisé. Pensaba deshacerme de ella primero que de las demás pero esta chica si que es algo ruda. Ha intentado no perder la cabeza, solo ha rogado una o dos veces, pero nada más. Trata de parecer valiente, mientras que las otras dos no han dejado de lloriquear. Sierra si que es toda una joya. Dejarla para el final será lo adecuado. Poco a poco irá quebrándose al ver a sus amigas sufrir mientras poco a poco pierden su vida. De que pierda esa valentía y de que sufra demasiado, me aseguro yo.

Le coloqué los espejuelos nuevamente, están rotos pero sé que al menos verá un poco mejor que sin ellos. Me alejé de ella y volví hacia Shanna. Ella se había quedado inconsciente. Maldición. Di algunas palmadas en su mejilla, unos cuantos segundos después comenzó a abrir sus ojos. Miré sus rodillas, cada vez que la muevo el hueso de sus rodillas se mueve. Me parece divertido.

— ¡Despierta, maldita sea! — di una fuerte patada en su vientre.

Su torso se curvó. Casi termina sentada. Lágrimas volvieron a brotar de sus ojos. Miré a Sierra quien miraba a otro lugar, con sus ojos apretados.

— ¡Sierra! — la llamé — Mira a tu amiga, ¡mírala! — ordené. Pero hizo caso omiso. — ¿No lo harás? Bien. Escucha sus huesos romperse uno a uno. — sonreí. — Escucha de cerca. Esto se pondrá divertido.

Tomé el brazo de Shanna y lo partí en dos. El fuerte "crack" que hizo me dejó impactado incluso a mi. Una fuerte satisfacción corrió por mi cuerpo. Que bien se sintió. Tomé el otro brazo e hice lo mismo. Pisoteé sus costillas con mucha fuerza. Shanna ya casi estaba sin vida, ni siquiera tenía fuerzas para gritar. Yo reí bajo. Arrastré una vez más su cuerpo hasta quedar justo frente a Sierra. El cuerpo de Shanna solo estaba a unos poquísimos centímetros de Sierra. Agarré el cabello de Sierra e hice que mirara a su amiga destrozada.

— Si hubieras mirado desde el comienzo, ella no hubiera sufrido tanto, ¿sabes? Que ella esté en este estado, es tu culpa. — sonreí. Ella negó con su cabeza repetidas veces. — Mírala a los ojos, Sierra. Di las últimas palabras que ella escuchará. — Sierra abrió su boca, sus ojos estaban llenos de lágrimas.

— Shann... — no logró terminar lo que sea que fuera a decir ya que un fuerte grito provino de su garganta cuando oyó el cuello de su amiga crujir. — No, no, no... — lloriqueó. — Eres un completo loco... ¡¿Por qué haces esto?!

El cuerpo de Shanna cayó al suelo.

Lila por otro lado lloraba fuertemente.

— Bueno, te contaré mi historia — comencé a caminar en círculos, dando pasos lentos. — primero era por rencor hacia mi madre quien siempre fue una completa zorra y asesinó al único hombre que realmente me quería y cuidaba de mí, mi padre. — suspiré — pero ahora... Ahora no tengo una razón, verás, encontré tanto placer en esto. El cuerpo de las mujeres es simplemente exquisito... — le miré — Solo cuando esta bañado en la sangre de la propia chica. — sonreí.

— Eres un lunático. La policía te encontrará, te pudrirás en prisión. — su mandíbula estaba tan tensa que pensé que sus dientes se quebrarían. 

Jalé su cabello, llevándolo hasta atrás. Ella se veía furiosa, ni siquiera pedía que le soltara.

— Sierra, ¿te digo un secreto? Te va a interesar muchísimo.

— Vete al infierno. — gruñó.

— ¿Vas a seguir con eso? Ya he dicho que lo haré, solo que no ahora. — me burlé. — Pero sigue así, exactamente por esa actitud que tienes es que verás morir a tus amigas primero. Digo, a la única amiga que te queda ahora, por que ya una está muerta. Pobrecilla, me caía bien. Algo zorra pero era agradable. — me encogí de hombros divertido.

Me alejé de ella. Y caminé hasta Lila. Estaba silbando. Cada paso que daba, Sierra lo observaba. Agarré el rostro de Lila entre mis manos. Estaba tiritando. Está en shock. Coloqué un mechón rubio de cabello detrás de su oreja. Miré a Sierra, quién negó suavemente con su cabeza y pude ver cómo murmuró un "no, por favor.."

Yo le sonreí.

— ¿Seguirás tratando de ser valiente?

— Por favor... — rogó.

— Ruégame más.

— ...

Ella se quedó en silencio.

— Tu amiga ha decidido tu destino, Lila. — sonreí, haciendo que mis ojos desaparecieran.

Rescue me. | TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora