Capítulo 8

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Temprano en la mañana ya me encontraba planeando como conquistar a Yang Mi nuevamente. Aunque no tengo idea de como. Sinceramente nunca he intentado conquistar a una mujer. Ahora sé y estoy totalmente de acuerdo que lo que decían: "El amor te cambia." Es cierto. Lo estoy viviendo en carne y hueso o mejor dicho, en corazón y sentimientos. Tomé un sorbo de la agua embotellada que tenía, estamos en otoño pero no estoy seguro de si tengo calor por los nervios o simplemente por que el día está caluroso. Pero mi duda es contestada cuando veo personas pasar a mi lado con suéteres y algunos con bufandas. Definitivamente es por los nervios. Solté un suspiro. Debo calmarme. Miré el regalo que tengo para Yang Mi y sonreí. Esta bien. Según las películas románticas que he visto –sí, las películas son mi fuente de información para reconquistar a Yang Mi– a las chicas les encantan las flores y chocolates, pero como no sabía que chocolate podría gustarle he optado por solo traer el ramo de flores.

Luego de caminar un buen rato, llegué a mi destino. La casa de Yang Mi. Sé que en estos momentos debe estar sola. Estuve unos días investigando y reuniendo información del actual novio de ella, Park ChanYeol. 188cm de altura. Nació en Seúl, Corea del Sur. El 27 de noviembre. Agente del FBI, muy joven pero bastante dotado por su inteligencia. De los mejores en su trabajo. Comenzó a trabajar con el FBI a la edad de diecinueve años. Me sorprende, pero no demasiado. Él podrá ser súper dotado pero no lo suficiente como para atraparme.

Tomé valor y toqué el timbre. Escuché un «espere un momento, ya voy» desde el interior de la casa. No tardó mucho en abrir y cuando lo hizo, coloqué el regalo frente a mi, evitando que pudiera ver mi rostro. La escuché reír suave y sonreí ampliamente.

— ChanYeol, amor, que bon... ¿Tae Hyung? — su expresión se tornó seria al mover el ramo de flores y ver mi rostro.

Se giró e iba a cerrar la puerta pero puse el pie para evitarlo. Empujé la puerta hasta abrirla. Ella dio unos cuantos pasos hacia atrás. Lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas. No lo entendí pero aún así me sentí pésimo. Está llorando por mi culpa.

— ¿Por qué tenías que aparecer de nuevo en frente de mí? ¿Acaso no quieres que siga adelante con mi vida como tú mismo pediste que hiciera? — me miró con sus ojos llenos de lágrimas. Iba a hablar pero ella continuó: — No sabes lo difícil que se me ha hecho olvidar por todo lo que pasé cuando estabas aquí. ¡Cinco malditos años desde que pasó todo en aquel sótano, desde que me dejaste... y aún te tengo aquí! — señaló su pecho, dónde se encuentra su corazón. — No sé que demonios hiciste pero ni sabiendo que eres un asesino pude olvidarte, — bufó — tal vez yo tengo un problema más grande del que tu tienes. — aún no dejaba de llorar.

Quería secar sus lágrimas y envolverla en mis brazos pero temía que me lo impidiera. Aún así lo intenté. Coloqué las flores a un lado. Me acerqué a ella bastante temeroso y cuidadosamente comencé a envolver mis brazos alrededor de ella. No se movió.

Me sorprendió pero terminé de envolverla en mis brazos. Ella sollozaba en mi pecho. Pocos segundos después ella me devolvió el abrazo. Me apretaba fuerte. Sin notarlo, comencé a llorar también.

No quería soltarla pero ella se alejó. Tristemente.

— Deberías irte. No debes estar aquí, Tae Hyung. — dijo secando sus lágrimas. Yo sequé las mías rápidamente con mi muñeca.

— Yang Mi, ¿eres feliz? — pregunté mirando sus tristes orbes marrones.

— ¿Qué tipo de pregunta es esa? Se supone que sí, tengo a ChanYeol, trabajo, una casa propia...

— ¿Realmente eres feliz junto a él?

Se quedó en silencio. Esperaba que dijera que no. Solo quería escuchar un «no» de su parte. Necesitaba. No me hace bien saber que es feliz a su lado pero debo escuchar de su boca lo feliz que es. Para poder seguir adelante, si logro conseguirlo.

— Sí.

— ...mientes.

La tomé del mentón y la obligué a subir la mirada. Sin previo aviso conecté mis labios con los suyos. Deseaba tanto esto, todos esos sueños que tuve besando sus deliciosos labios. Por fin. Por fin los he besado nuevamente. Ella siguió el beso al instante. La tomé por el trasero y la alcé, ella envolvió sus piernas en mi cintura, sus manos se posaron en cada lado de mi rostro. Profundicé el beso cuando pegué su espalda contra la pared.

Pedí acceso a su boca con mi lengua, y ella sin chistar, me dio acceso. De solo besarla me estoy poniendo mucho. Quiero tenerla de nuevo, hacerla mía una y otra, y otra, y otra, y otra vez. No se ha contenido desde el primer instante que la besé, así que quiere esto tanto como yo. Y eso me alegra.

Presioné su cuerpo más a la pared, mis manos bajaron para agarrar su exquisito trasero. Bajé mis besos a su cuello. Sé que le encanta cuando besan su cuello.

— ChanYeol podría llegar, Tae Hyung. Esto está mal. — dijo entre gemidos.

— Que sea prohibido lo hace más excitante, ¿o no? — me alejé un poco, solo lo necesario para poder mirarla a los ojos.

— Te extrañé tanto. — soltó en un susurro.

— Y yo a ti. — volví a conectar nuestros labios nuevamente.

Rescue me. | TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora