Capítulo 35

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Me encontraba en casa, aburrido, esperando la llegada de Yang Mi. Jimin ha estado algo ausente en la casa y mi única compañía es ella. Solté un suspiro y miré la pantalla de mi móvil, entré a las cinco aplicaciones de siempre, las mismas cinco redes sociales que me tienen tan aburrido. Sin más que mirar, lancé el móvil a un lado en mi cama y me quedé mirando el techo. Pensando en todo y en nada. No tengo que hacer... mi estómago rugió, tengo hambre pero tengo tanta pereza para hacer algo de comer. Odio los días así. Son de lo peor. Aún con toda mi pereza caminé a la planta baja de la casa.

Mi móvil comenzó a sonar. Lo agarré y miré la pantalla, mirando el nombre... "desconocido", otra vez. Rodé los ojos y esperé a que sonara dos veces más para luego responder a la llamada. Al acercar el móvil a mi oreja, no hablé. Esperé que la persona al otro lado lo hiciera. 

- Hola de nuevo, Kim Tae Hyung. Pensé que no responderías. - Y así era. No quería responder. No quería volver a entrar a los malditos juegos pero mi mente vagó a aquella vez en que esta persona raptó y puso la vida de Yang Mi en peligro, y prefiero no arriesgarme. No puedo permitir que si pone en peligro la vida de alguien importante para mi, no tenga como rescatarlo. 

- ¿Que querés, maldito maniaco? - Dije con todo el odio que siento hacia esa persona, y ni siquiera sé su nombre o su rostro. 

- ¿Y quien te ha confirmado que soy hombre? - le escuché reír.

- ¿Entonces eres mujer? 

- Pues existe la posibilidad, ¿no? ¿O qué? ¿Piensas que todos los locos y asesinos seriales allí fuera son hombres? Por favor, las mujeres también pueden ser unas malditas lunáticas como tú o quien sabe, peor. - Bueno, touché

- Solo dime que querés de una vez. - dije irritado.

- ¿Hace cuanto no ves a tu más querido amigo, Jimin? - Enarqué una ceja. ¿Por qué pregunta tal cosa?

- Hace unos días. - No sé por que le dije la verdad.

- ¿No te parece algo raro? Él siempre quiere estar a tu lado, como si estuviera enamorado de tí o algo. - Pues la verdad, Jimin nunca había estado tan ausente. Siempre llegaba a casa, pero últimamente ni a cenar llegaba. Comencé a pensar que había encontrado una mujer que le interesaba y por eso estaba tan ausente... pero pensándolo bien, Jimin me hubiera dicho de ser así. Ya me habría contado sobre esa chica afortunada con la que por un segundo pensé que había encontrado. - Por tu silencio asumo que si te parece raro. ¿Sabes? Creo que es momento de una reunión familiar. 

- ¿Una reunión familiar..?

- Tae Hyung, no importa lo que diga, no le hagas caso, estoy bi.. - La voz de Jimin dejó de escucharse. Esto no puede estar sucediendo... no de nuevo. ¿Hace días no veo a Jimin y es por que este maníaco o maldita desquisiada lo tiene cautivo? ¿Qué más podría pasarme? 

- Dime donde demonios tienes a Jimin. - exigí. La risa tan burlona de aquella persona me irritó aún más de lo que ya estaba. 

- ¿No creeras que te pondré todo tan fácil, verdad? - Volvió a soltar una carcajada - Enciende la Tv, Tae Hyung. Algún canal de noticias estará bien. - Fruncí el ceño pero le hice caso. Encendí la Tv y busqué algún canal donde pasaran las noticias. Al encontrarlo, elevé el volumen. 

La cámara de algún helicóptero estaba filmando en la granja que yo había estado asesinando y ocultando mis víctimas. La voz de la chica en las noticias se escuchó, informando que varios cadáveres de chicas desaparecidas estaban siendo encontrados en aquel lugar. Gotas de sudor comenzaron a bajar por mi frente. Esto en serio no puede estar sucediendo. No otra vez. Han encontrado mi maldito lugar una vez más. ¿Pero cómo demonios? He sido más que precavido con esto. Mordí mi labio inferior. Mis nervios aumentan. Si Jimin ve esto... si Yang Mi. Demonios. Esto debió ser idea de la persona al otro lado de la línea. No hay de otra. Es imposible que la policia o FBI me hubiera atrapado sola. Es imposible. Me aseguré de no dejar rastros y de que ese lugar no tuviera personas viviendo cerca. 

- Ve a la casa justo al lado de aquel granero donde te encantaba asesinar tus víctimas. Allí habrá algo para ti, muy bien escondido. Me aseguré de que no estuviera a simple vista. Suerte. ¿Nos veremos pronto? - comenzó a reír - Debo decirte, lamento haber delatado tu preciado lugar. Es que quiero que entiendas que te tengo en la palma de mi mano. 

- ¡Vete al diablo! - grité, pero este ya había cortado la llamada. 

Maldición. ¿Cómo iré a ese lugar sin ser descubierto? Tengo que ir. Debo ayudar a Jimin, aunque dijo que no lo hiciera, no puedo simplemente dejarlo a su suerte, es mi único amigo. No puedo hacerle algo como eso. No me lo perdonaría nunca. Si Jimin vio esas noticias debe estar tan devastado y molesto... Dios. Pero no debo pensar en eso ahorita. Tengo que encontrarlo primero, luego que haga lo que quiera hacer. Primero es su seguridad. 

Me apresuré a ir a mi habitación a ponerme ropa adecuada, no es como si pudiera ir en pijama. Corrí escaleras abajo, y cuando estaba apunto de llegar a la puerta principal y salir, para mi sorpresa, esta fue abierta. Mis ojos se encontraron con los de Yang Mi, sonreí al verla, estaba feliz de verla, y mucho pero esta sonrisa fue borrada con una fuerte cachetada de su parte. Sé por que fue eso. Debí esperarlo. No es como si me fuera a recibir con los brazos abiertos si ha visto las noticias. Me quedé mirando el suelo, esperando que ella hablara. 

-  No puedo creer que después de todo, Tae Hyung, volviste hacerlo. Realmente nos hiciste creer que habías cambiado. - escuché un sollozo de su parte.

Tampoco deben culparme, no es como si el monstruo que vive en mi, haya abandonado mi cuerpo de la nada. Pero aún así... no pude evitar decirlo.

- Realmente lo siento.

Aunque esas palabras no arreglen nada.

Rescue me. | TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora