TREINTA Y SIETE

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[narrado]

-Ven, mi niño, hice completos. -dice la Belén en cuanto el Mario puso un pie en la casa.

El Gabo tenía abarazao a su amigo por los hombros mientras este no miraba a nadie más que a sus zapatillas.

-Gracias, tía. -dice el Mario siguiéndola hacia la cocina.

-La comida cura cualquier cosa, mi vida. -dice la Belén armando un completo para el Mario.

El Javier entro con el Pablo en brazos y la Carla siguiéndolos por detrás.

-Alondra, podi poner la silla del Pablo, porfa. -dice el Javier apuntando a la silla.

La Alondra rodó los ojos y fue por la silla, la puso y ayudo a su papá pa que pusiera bien al Pablo.

-Toma, mi niño. -dice la Belén pasándole el completo al Mario.

El Mario sonrió agradecido y fue cuestión de darle una mordida al completo pa que se sintiera un poco mejor.

-¿Qué se supone que quieren las chicas? -pregunta el Gabo de la nada mirando su vaso de bebida.

-Cariño, memes, comida, algún detallito de vez en cuando, cariño, más comida y memes. -dice el Javier enumerando con los dedos.

-Idiota. -dice la Belén pegándole en la cabeza.

-Diota. -repite el Pablo mientras se le trababa la lengua.

-Eso es tu culpa. -dice el Javier apuntando a la Belén.

La Belén le rodó los ojos y el Javier sonrió notando que ese gesto lo había heredado la Alondra.

-Las chicas quieren todo eso, pero también quieren sentirse especiales, sentirse queridas... no solo son cosas materiales, a veces solo quieren un abrazo, otras un simple meme y algunas veces solo una sonrisa... todo depende de la chica.

-¿Y qué diablos significa eso?

-Diabos. -repite el Pablo.

El Javier frunce el ceño y se giró hacia el Pablo con indignación.

-Te costo casi un año decir papá y ahora en menos de 5 segundos estas diciendo idiota y diablos, estas castigado jovencito.

La Belén se cago de risa al ver que el Pablo no estaba entendiendo nada.

-Javier, amor, tranquilo... solo es un niño. -dice la Belén tomando la mando del Javier con cariño.

El Gabo sonrió ante aquello, eso es lo que el quería: una relación como la de sus papás. Si bien a veces sus papás estaban a punto de agarrarse a combos, la mayoría del tiempo era puro huebeo y amor, cuando había que ser serios lo eran y cuando podían reírse lo hacían con gusto.

-Los Royalty vienen el sabado. -dice el Javier tomando un trago de su bebida.

Los Royalty era el squad de sus papás, de hecho a veces el Gabo se metía en instagram solo para ver fotos del squad de sus papás, eran geniales.

Todos los que fueron parte del Royalty squad, ahora el Gabo tenía el placer de llamarlos tíos y tías. Su mamá siempre le contaba como todos estuvieron juntos para ayudarse.

-¿Va a venir mi polola? -pregunta el Gabo con una sonrisa divertida.

-Mmmh... viene con su prometido y su bebé, tienen que dejar de decirse pololo y polola. Tienes 17 y ella casi 33, podría ser tu madre.

-Fue mi primera polola, mamá, es el amor de mi vida. -dice el Gabo riéndose.

La Janis y él siempre se habían tratado así, él le decía polola y ella le decía pololo. Y era divertido, ni siquiera le molestaba al Max, que es el prometido de la Janis.

-¿Oye, Gabo, pero el sábado no ibai a salir con la Mila?

-¡Chucha! -grita el Gabo soltando el completo.

-¡Chucha! -repitió el Pablo riéndose.

-¡Gabriel! -dice la Belén frunciendo el ceño.

El Gabo levanto las manos como si su mamá fuera paco.

-¿Crees que pueda faltar el sábado? -pregunto el Gabo como si fuera la pregunta más importante de su vida.

La Belén se cruzo de brazos y negó con la cabeza.

-¿Y por qué mejor no la trai a la casa? -dice el Javier tratando de arreglar las cosas.

-¿O es que te da vergüenza nuestra familia? -dice la Belén con el ceño fruncido y levantándose de la mesa dirigiéndose hacia la cocina.

-No, ay, mamá. -dice el Gabo yendo detrás de la Belén.- Solo es que quería llevarla a otro lado, pero puedo traerla aquí no creo que sea un caos... Quiero que la conozcas.

La Belén le miro impactada, era la segunda vez que su hijo de decía eso, la primera vez fue con la Rayen y ahora era con la Mila.

-¿Te gusta mucho, no?

El Gabo sonrió y abrazo a su mamá por los hombros.

-Como no tienes idea.

¿Cómo es la wea, maraco? (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora