OCHENTA Y SEIS

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[narrado]

El Gabo sintió como le sudaba hasta el hoyo cuando apareció la llamada entrante en su teléfono.

-Hola. -dice la Mila en cuanto descolgó la llamada.

El Gabo casi se caga, literal.

-Hola.

La Mila le sonrió y se sintió el hueon más afortunado por poder ver esa sonrisa.

-Te pedí que habláramos por skype, porque es lo más cerca que tenemos a un cara a cara. -dice la Mila encogiéndose de hombros.

-¿Qué hora es allá? -pregunta el Gabo viendo como la habitación donde esta la Mila esta oscura.

-Van a ser las 11 de la noche. -dice la Mila mirando la hora en su reloj de mesa.- Haya tienen que ser como las 1 de la tarde, ¿o no?

El Gabo asintió sorprendido y luego se quedó mirando a la Mila con cara de amermelado.

-No te trate bien cuando hablamos por instagram. -empieza diciendo la Mila.- Debí ser más empatica y menos agilá.

-Y yo debí saber que continuarías con tu vida con o sin mí en ella. -murmura el Gabo tratando de no ponerse más depre de lo que ya estaba.

-Yo también te extraño, pero no nos sirve de nada extrañarnos y tampoco nos va a servir una relación a distancia, porque el hecho de no poder abrazarte o tomarte de la mano, va a terminar matándonos.

La Mila sintió como se desprendía de un peso enorme de la espalda.

-Necesito saber algo ¿él te hace feliz? -dice el Gabo frunciendo el ceño.

-No te hagas eso, no es justo para ti. -la Mila estaba negándose a responder eso.

-Por favor, solo... responde. -rogó el Gabo.

La Mila lo miro analizando cada parte de su rostro.

-Supongo que si, me siento bien a su lado.

El Gabo entonces murmuro un adiós y corto la llamada.

La Mila dejo caer la cabeza y se tapó los ojos con el brazo. ¿Por qué todo siempre le salía tan como la pichula?

¿Cómo es la wea, maraco? (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora