CIENTO VEINTIDÓS

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[narrado]

El Gabo estaba parado en frente de la Mila con sus brazos cruzados y el ceño fruncido.

-¿Me vas a dejar pasar? -dice la Mila metiendo las manos en sus bolsillos.

-No hasta que lo aclaremos todo.

La Mila asiente y le apunta a que la siga hacia el living del hotel.

-¿Qué quieres hablar?

-Quiero saber si sigues sintiendo cosas por mí. -dice el Gabo serio.

-Yaaaa, ¿qué onda? -dice la Mila sonriendo divertida.- ¿Queri saber si todavía me gustai? obvio po, estuve enganchá de ti casi un año completo, no se olvida a alguien tan fácil.

-¿Entonces?

La Mila lo miro confundida y después se cruzo de brazos.

-¿Entonces qué? ¿Por qué no estamos juntos? -el Gabo asiente como si fuera obvio.- Porque ya no sé si vale la pena, si nosotros valemos la pena... la pasamos bien como el pico cuando estuvimos juntos y no tengo ganas de volver a eso.

-¿Y quién dice que va a ser igual? Ambos hemos cambiado. -dice el Gabo encogiéndose de hombros.

La Mila quería creerle, pero sentía que ya no era lo correcto, que estar con el Gabo yo no se sentía bien.

-No creo que estar juntos de nuevo sea sano. -dice la Mila jugando con las puntas de su pelo.

El Gabo suspiro rendido y luego se las las manos por el pelo.

-¿Y si yo pudiera demostrartelo? -dice casi desesperado.

-¿Demostrarme qué?

-Que vale la pena estar juntos. -dice agarrándole una mano a la Mila.

La Mila se levanto del sillón, soltandose del agarre del Gabo y lo miro esperanzada.

-Eso espero. -dice encogiéndose de hombros antes de marcharse a su pieza.

El Gabo ya estaba armando un plan y esperaba que de verdad funcionara.

¿Cómo es la wea, maraco? (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora