27. Refugio con sensación a hogar.

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La casa del señor Ray es muy bonita, aunque algo rústica. Aun no puedo creer que me esté ofreciendo un lugar para quedarme, sabiendo el riesgo que represento. Tiene que tener un tornillo por fuera del cerebro. O tal vez simplemente quiere ayudarme. Pero personas tan buenas no existen en el mundo. O al menos, están en peligro de extinción.

—Tiene una casa muy bonita—murmuro, con la vista fija en la casa.

—Por favor, siéntase a gusto—me dice.

No estoy muy segura de cómo hacer eso estando en la casa de un extraño.

De repente una mujer con su cabello trenzado sale por la puerta y se acerca al vigilante. Ambos se saludan y se dan un beso de reencuentro. Si no estoy mal era la mujer de la foto.

— ¿Eh? ¿Quién eres tú? —pregunta, viéndome extrañada.

Trago grueso. Me pregunto si no me rechazará cuando se entere de quien soy.

—Ehm... cariño... ¿viste las noticias de hoy?

— ¿Las noticias? —pregunta ella. Se lleva un dedo al mentón y mira hacia arriba—. Pues... sí. ¿Por qué?

—Bueno... ella es-

—Soy Blair Johnson—me apresuro a contestar. No quiero que Ray se meta en problemas con su mujer por mi culpa—. Su... su marido me trajo aquí amablemente, pero si molesto, entonces y-yo...

—Espera un momento —me dice Ray, y luego se gira hacia su esposa—. Mary, ella está en problemas. Todos la están buscando.

— ¿T-T-T-Te refieres a esa Blair Johnson...? —pregunta ella. De repente se ha puesto pálida.

—Sí, justo esa.

La mujer me mira con los ojos temblorosos. No estoy dando una muy buena impresión y es comprensible.

—Pe-pe-pe-pero... có-cómo... ¿po-por qué...? No se parece en nada...

—Es porque está disfrazada—comenta Ray, mirando hacia los lados. Yo también miro hacia los lados, verificando que no haya nadie cerca. Es peligroso hablar de esto aquí—. Entremos. Te explicaré todo.

Ray y su mujer comienzan a caminar hacia la casa. Yo no sé muy bien qué hacer, así que los sigo. Creo que voy a estorbar. Lo mejor será que encuentre otro lugar. Tal vez pueda llegar a mi apartamento de alguna manera. Tal vez podría pedirle algo de ayuda a Daniel, pero claro, sin involucrarlo demasiado. De todas maneras, Daniel es lo suficientemente inteligente para preservar su vida. Se ha desaparecido cada vez que he necesitado su ayuda, así que asumo que sabe esconderse.

Alex... estuvo muy cerca de encontrarme. Si me hubiera encontrado allí... no sé qué habría pasado. No sé qué habría hecho. Pero es mejor que no lo haya hecho. Así no estará en peligro... y podré tener mi distancia. Siento que si estoy muy cerca de él, en cualquier momento puede volver a lastimarme. Aunque duele. Me gustaría estar cerca de él, pero no es posible. Me pregunto por qué siempre tiene que haber alguna piedra en mi camino.

«Debe ser parte de estar viva».

Tengo que olvidarlo de una buena vez. ¿Por qué insisto en recordar cosas que solo me hacen daño? Tengo que olvidarme de Alex. Después de que me vaya no volveré a verlo. Aunque me duela pensar en eso... seguro que en algún futuro me alegraré por mi decisión.

Espero que así sea.

Minutos después, el señor Ray y su mujer se encuentran sentados en un sofá frente a mí. La mujer me mira como si fuera una asesina. Bueno... me pregunto si no sería algo como eso.

Corazón de aceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora