Chapter 6

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La noche era fría, el viento soplaba y el silencio reinaba en la habitación donde se encontraban los cinco guardianes. Nadie decía nada, pareciese como si sus lenguas olvidacen cuál era su función. Hasta que Norte emitió las primeras palabras.

—Compañeros guardianes, estamos pasando por el peor momento de nuestras vidas, los niños ya no están creyendo en nosotros. La tecnología está avanzando y nos ha superado, los niños ya... —hizo una pequeña pausa y suspiró —esto es muy duro para mí. Desde que me convertí en guardián este ha sido mi trabajo.

—No solo tú los estás. Yo también me siento muy mal, vacío — comentó Conejo con desilusión.

—¡Y ¿no hay nada que podamos hacer? no sé algo. Crear mejores juguetes, hacer más llamativos los huevos, dejar dos monedas en vez de una! —dijo Jack esperanzado.

—No Jack, no hay nada qué hacer. ¿Cómo podemos ganarle a la tecnología? es imposible. Además, no podemos hacer nada parecido a eso. Eso es obra de los humanos.

—Ya veo. Entonces ¿no haremos nada?

—No, nada. Solo esperaremos hasta que el hombre de la luna se presente en media hora —miró la hora en el reloj que colgaba de su muñeca.

—¿El hombre de la luna se presentará entre nosotros?-—inquirió Tooth, quien no había emitido palabra alguna en toda la reunión.

—Sí, nos dirá qué debemos hacer con nuestras vidas —respondió Norte desanimado.

Nunca se había visto al guardián del asombro tan... Apagado. En general, todos estaban del mismo modo.

Todos se dirigieron a lugares diferentes del taller para estar un rato solos, y así pensar un poco antes que la luna aparezca.

Jack se sentó cerca de la ventana, en el mismo lugar en donde estuvo culpándose cuando meme murió. En su cabeza habían tantos interrogantes; ¿Qué será de él? ¿perderá sus poderes? ¿Seguirá llevando el invierno al mundo? ¿Volverá a ser mortal? Esos eran sus pensamientos, y es que, cuando las preocupaciones te atacan quisieras darte un golpe en la cabeza y dejar de pensar, pero para Jack es imposible.

Los minutos pasaron y al fin a pasado media hora. Los guardianes volvieron a reunirse.
La luna brilló y emanó una luz que poco a poco se materializó dándole forma de una persona. Ante los ojos humanos no se podría ver, pero los guardianes sí, aunque no tan bien.

—Guardianes —se escuchó las voz ronca de aquel ser. Todos permanecían en silencio —Sé que para ustedes esto es muy duro, pero el mundo cambia y con ellos las personas que en él habitan. Yo he sido testigo de ese cambio, los humanos cada vez contaminan más, se matan unos con los otros, han creado productos que afectan su salud. Todo esta de cabeza. Y los niños ya no nesecitan de ustedes. Es por eso que dejarán de ser guardianes, para ser gente del común y vivirán entre humanos.

—¿Y el invierno? —pregunta Jack ansioso por conocer el veredicto del Hombre de la Luna.

—Jack Frost, guardián de la diversión y espíritu del invierno. Tienes un gran poder, gozas de la dicha de poseer los poderes del hielo y la nieve, fuiste un elemento principal al igual que ese niño Jaime para derrotar a Pitch Black. Y por cierto ¿cómo está?

—Bien, pero creo que ha dejado de creer en mí, ya no es el mismo, ha crecido —recordó lo sucedido hace un par de minutos.

—Qué mal —respondió poco interesado en lo que fijo el joven guardián —Por otro lado, respondiendo a tu pregunta. Dejarás de llevar el invierno al mundo.

Jack al escuchar esas palabras sintió como si un valde de agua hirviendo le hubiera caído por todo el cuerpo.

Ya no va hacer lo que más ama, lo que ha hecho durante siglos. Dolió en lo más profundo de su alma.

— ¡¿Qué?! ¡No! ¡Ese es mi trabajo no puedes hacerme esto! ¡Yo soy el espíritu del invierno! ¡Nadie hace mejor el trabajo que yo!-—dijo con indignación.

—Jack, cálmate —interrumpe Norte. Luego, lo tomó por el brazo con fuerza.

—¡¿Comó demonios quieres que me calme?! ¡¿Escuchaste lo que dijo?! ¡¿ Por qué me haces esto luna?! ¿Ah?

—Jack, ten más respeto. Si la luna te dice algo debes creerle, esa es tu frase favorita. Debes darle validez  —Norte intentó calmarlo.

Sin embargo, Jack ya estaba fuera de sus cabales.

—¡No! —Jack perdió el control de sí mismo, tomó su cayado y lanzó un rayo de hielo en dirección a el Hombre de la Luna, quién detuvo el rayo fácilmente, congeló el tiempo y deshizo el rayo.

Todos estaban sorprendidos por la actitud del joven y por los magníficos poderes de la luna.

—Olvidemos que esto paso —soltó de pronto. Los guardianes quedaron atónitos —Jack, debes tranquilizarte y dejarme terminar. La madre naturaleza será la encargada de hacer tu trabajo, ella es la diosa suprema así que no tendrá problemas con ello. Pero, te daré el privilegio de conservar tus poderes bajo tu responsabilidad, si por causa de tus poderes alguien sale lastimado, inmediatamente te los quitaré.

—¡Oye! ¡te acaba de lanzar un rayo!, ¡¿y tú decides dejarle sus poderes?! —menciona el guardian de la esperanza —eso es absurdo, deberías tener en cuenta que ese mocoso se ha revelado contra ti.

Jack no dice nada, permanece en silencio. Pero, por dentro, quería arrancarle la cabeza a Bunny por inmiscuirse en algo que no le interesa.

—Guarda silencio, Bunnymund — dijo firmemente el Hombre de la luna. Conejo asintió con la cabeza —Estoy recompensando a Jack porque lo he dejado solo este tiempo. Y no solo eso también le tengo una sorpresa que a lo último se la mostraré.

Jack susurró un simple "de acuerdo" y después se mantuvo en un discreto segundo plano.

—Cambiando de tema ¿qué pasará con nuestra inmortalidad? —preguntó Tooth

—Lo siento mucho, pero dejarán de serlo. Les dejaré conservar sus poderes. Pero vivirán como mortales; trabajarán, estudiarán, lo típico de los humanos. Excepto Sadman, el seguirá siendo el mismo, no será guardián pero continuará siendo el amo de los sueños, porque nunca los humanos dejarán de soñar.

Meme no sabía si ponerse feliz o triste por sus compañeros.

—Si dices que los sueños permanecerán, ¿También podrián volver las pesadillas? —el peliblanco levantó la mirada.

—En este momento esa información no puede ser revelada. Solo confíen en mí.

—Estás siendo un poco egoísta con nosotros al no decirnos la verdad, sin embargo, yo solo soy un mocoso —Jack miró a Conejo con el ceño fruncido —y no entiendo nada de la vida.

Ante el tono irónico que uso el guardián de la diversión, el dios del astro luna, lo único que hizo fue ignorarlo, Jack tenía razón, solo es un niño ignorante e ingenuo.

—¿Eso quiere decir que si volverá Pitch Black? —insistió Hada mordiéndose la uñas, si ese sujeto volvía no tendría con qué defenderse de su oscuridad.

—Eso quiere decir que denle tiempo al tiempo. Ahora no esperemos más. Te presentaré tu sorpresa Jack Frost.

Con un movimiento de manos el hombre de la luna hizo que apareciesen unas luces.

Todos estaban muy atentos sobre todo Jack. Las luces se unieron y brillaban tanto que casi no podían ver nada. En el momento mas inesperado las luces tomaron forma de una chica de cabello castaño, piel blanca y ojos color marrón. Inmediatamente Jack la reconoció

—¿E...Emma?...

 Hasta El Fin Del Mundo (Jelsa) [Primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora