—Sabrás de antemano por qué estás aquí ¿verdad? —Norte habló con severidad.
Jack levantó su mirada del suelo para observar el ceño fruncido del hombre fornido e impotente.
—Quizás —respondió vacilante mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa socarrona.
Nicolas apretó las mandíbulas con exagerada fuerza, ese joven lo tenía fuera de sus cabales con su actitud infantil y pedante. Lo había soportado cuando era guardián porque pensó que maduraría con su trabajo, pero con el paso del tiempo resultó ser aún más rebelde, ni con la inesperada aparición de su hermana pudo cambiar.
—Utilizaste tus poderes frente a los humanos, sabiendo muy bien que eso está prohibido —comentó Tooth con un tono de voz pasivo para no alterar al peliblanco.
Él chasqueó la lengua con indiferencia.
—No puedo simplemente ocultar lo que soy —refutó, luego cruzó los brazos y desvío la mirada hacia la ventana —El hielo y la nieve son mi vida y si pretenden que actue como si no los tuviera están muy equivocados, porque si mal no lo recuerdan mi nombre es Jack Frost, espíritu del invierno —concluyó con una sonrisa.
Desde el sofá donde se encontraba pudo notar el gesto de decepción que se dibujaba en el rostro de su hermana Emma, ella le miraba desde las escaleras pero no podía creer el modo en el que le estaba hablando a sus compañeros.
—Entiende de una vez por todas que ya no eres un guardián, Jack —Nicolas le contradijo —Por tanto, tienes prohibido hacer uso de tu magia. Respeta la decisión del Hombre de la luna o de lo contrario haré que te exoneren de tus poderes.
—Tu vaga amenaza no hace mella en mi interior. Yo no obtuve este poder para ocultarlo, por el contrario me fue otorgado para divertir a las personas y eso estoy haciendo —objetó, sujetando en lo alto a su cayado mientras que este emanaba una tenue luz.
Luego, lo dejó caer a su lado. Norte de un tirón se lo quitó, ante esto Jack estalló de rabia y arremetió contra el otro sujeto, sin embargo, Aster lo atrapó antes de que lastimara a Nicolas.
Jack gruñó, enojado y trató de zafarse del ojiverde, pero fue en vano. Emma intentó calmarlo, pero él parecía no atender a su llamado.
—¡Dámelo! —gritó, se soltó de Aster y le arrancó el cayado de la mano para después guardarlo en su bolsillo.
Fulminó con la mirada al fortachón y luego dijo:
—No me importa lo que ustedes crean, yo podré utilizar mis poderes las veces que sean necesarias —escupió entre dientes —No se inmiscuyan en mi vida.
Dio media vuelta, recogió su muchila y salió por la puerta despavorido.
—Es un zoquete —dijo Aster después de escuchar el azote de la puerta.
Norte dejó escapar un suspiro cansado, caminó hasta las escaleras y se despidió de Emma, para luego caminar a su habitación. La pelea con aquel niño lo había dejado abatido y cansado. Nunca entendería la extraña forma de ser que poseía Jack.
—¿Por qué no entiende que lo que decimos es por su bien? —Toothina se sentó en el sofá y masajeó sus sienes con las yemas de sus dedos.
Aster soltó un bufido y se situó a su lado. Necesitarían tiempo para poder domar a ese chico rebelde, pero en ese lapso de tiempo tenían que aguantar sus desplantes y groserías.
Jack pateó una piedra que se interpuso en su camino. Estaba muy enojado con todos, sentía que ellos lo único que querían era restringirle el uso de su magia para que ellos no se sintieran tan mal al lado suyo.
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Hasta El Fin Del Mundo (Jelsa) [Primer Libro]
FanfictionNuevamente la reina Elsa se enfrenta a lo que más teme, lastimar a las personas que ama. Por un fatídico accidente pierde el amor de su pueblo, y retrocede en el tiempo volviendo a ser la misma mujer gélida y sola de hace dos años, sin embargo, alg...