Capitulo 18

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Una explosión reverberó a través de la mansión. Harry, junto a los gemelos, corrió por el pasillo lo más rápido que pudo. Tras ellos escucharon maldiciones y gritos de aquellos que habían quedado atrapados en el pantano transportable que habían soltado en medio del corredor para escapar, aunque fuera por poco tiempo.

Sabiendo que estarían solos por un rato, ya que los compañeros de curso de Harry estarían ocupados liberados o encontrando otro camino, los tres disminuyeron el paso. Harry intentó calmar su acelerado corazón. Cuando ya no fueron capaces de oír las enojadas voces, se detuvieron completamente y se tiraron al suelo, sin importarles que estuviera bloqueado todo el pasillo.

―Había olvidado lo bien que funciona― dijo Harry con una gran sonrisa; no se sorprendió de ver que los gemelos tenían la misma expresión que él.

―La última vez que lo usamos fue cuando dejamos Hogwarts.

―Creo que les tomará un tiempo limpiar éste― dijo Fred y Harry rodó para quedar de estómago y así estar más cómodo.

―Créanme, funciona mucho mejor si es liberado dentro de una habitación pequeña, como el salón de Transfiguración― dijo Harry. No tuvo que mirar a los gemelos para saber que tenía toda su atención―. Cuando fui Evan me colé una noche a Hogwarts y puse un pequeño regalo para Dumbledore en el salón de Transfiguración. Tom fue tan amable de enviarme algunas fotografías que algunos lograron tomar entre la confusión cuando abrieron la puerta y lo vieron.

―Bueno, Gred, parece que hemos logrado corromper al Niño―Que―Vivió.

―Parece que es así. Y pensar que era un niño tan inocente cuando lo conocimos.

―Bueno, ya no podemos decir que es inocente, ¿no es así?

―¿Podrían callarse ustedes dos?― siseó Harry casi pasando a la lengua Pársel mientras los fulminaba con la mirada.

―Pequeño Harry, no es un gran secreto el con quién perdiste tu inocencia. Después de todo, si lo hubieras hecho antes de volverte oscuro habría salido en El Profeta o cualquier otro periódico.

―Anduviste con Cho el año pasado.

―Y ya que no la perdiste con ella, todos suponemos que Voldie fue el responsable.

Harry gruñó y agachó la cabeza. No podía creer que no dejaran el tema.

―Ya sabemos qué tipo de parientes tienes.

―Y en Hogwarts no se les enseña a los jóvenes sobre ese tipo de cosas.

―Suponemos que es nuestra responsabilidad darte la charla sobre las flores y las abejas, ¿no es así, Feorge?

―Por supuesto, Gred. ¿Por dónde empezamos? Ya sé. Verás, cuando un chico ama a una chica...

―O en tu caso, cuando un chico ama a otro chico...

―Tienes razón, Gred. Como sea, todo comienza con una sensación muy especial.

―Como si te comieras un montón de ranas de chocolate enteras sin haberlas dejado saltar primero, o como si te tragaras una snitch.

―Cosa que no te recomendamos.

Harry gruñó otra vez y puso sus manos sobre su cabeza. No era sorpresa que Fred y George lograran burlarse del tema.

―¿No es demasiado tarde para tener una conversación como esta? Quiero decir, han pasado casi cincuenta años desde mi primera vez. En todo caso yo debería decirles cómo se hace―. Cuando las palabras dejaron su boca, Harry se percató de que había cometido un error. Levantó la mirada y vio un par de caras sonrientes―. Olvídenlo, no les diré ni una cosa. Olvídense de eso.

Decido mi propio destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora