La mayoría de las personas creían que era imposible sorprender a los goblins y estaba seguro de que muchos habían tratado de hacerlo. Ahora Harry tenía pruebas de que podía hacerse. La pluma que Ragnok había estado usando yacía inmóvil en el escritorio mientras su mano se abría y cerraba, al parecer sin saber cómo había dejado caer la pluma.
Fue la única pista que Harry tuvo sobre el shock que había recibido Ragnok al verlo. Pero había conocido al goblin lo suficiente como para saber leer las señales.
Cuando Ragnok no se movió ni dijo nada, Harry comenzó a ponerse nervioso. Para ser sinceros no había pensado bien en esto y no se sorprendería si Ragnok decidía arrojarlo fuera de Gringotts.
Lentamente Ragnok se paró de su silla y le dio la vuelta al escritorio. Harry se mordió el labio inferior cuando Ragnok se paró frente a él. Ninguno de los dos habló sólo se miraron un rato en silencio. Su garganta estaba seca y Harry tuvo que obligarse a no retorcerse bajo la intensa mirada de Ragnok. ¿Quién sabría que la mirada de Ragnok podía ser tan similar a la del profesor Snape?
Finalmente Ragnok retorció la boca en una forma que podía ser llamada sonrisa. Pero sólo aquellos que conocían al goblin comprenderían qué significaba.
-¿Y dónde ha estado escondiéndose estos últimos cincuenta años, señor James? ¿Tiene alguna idea de cuánto perdió Gringotts por su repentina desaparición?
-No planeé que eso sucediera. Si ese hubiera sido el caso me habría asegurado de avisarte con anticipación. Pero es bueno saber que me extrañaste.
El viejo goblin bufó.
-Eso cree. ¿Cuántas veces debo decirlo? Usted no me importa, sino el dinero que nos puede hacer ganar aquí en Gringotts.
Harry meneó la cabeza con una sonrisa. Al parecer ese argumento nunca se pondría viejo.
Ragnok pareció haber decidió algo y asintió para sí mismo, mientras tomaba la mano de Harry y arrastraba al mago de cabello negro hasta el escritorio. Ragnok lo sentó en una de las sillas y volvió a tomar asiento en la suya.
-Muy bien Sr. James, creo que me debe una explicación.
Harry asintió.
-Sólo escúchame y prométeme que no me interrumpirás. Una vez que termine puedes hacer las preguntas que desees. Lo que voy a decirte puede sonar como un cuento de hadas pero te prometo que es la completa verdad.
El goblin lo interrumpió con una mirada molesta.
-Si no comienza enseguida verá por qué se rumorea que los goblins tenemos una cultura sangrienta.
Harry sonrió y se sobó la nuca.
Sólo pensé que te gustaría que te avisara, Ragnok. Muy bien, todo comenzó hace como un mes cuando el Director de Hogwarts, Albus Dumbledore, me llamó a su oficina.
H&T
Voldemort no estaba feliz al escuchar al mortífago relatarle los acontecimientos de la última redada. No se les ocurría nada nuevo y la mayoría de ellos trataba de culpar a los demás por los errores cometidos para no tener que lidiar con el castigo. Se aseguraría de que fueran castigados por eso.
-Severus, ¿hay noticas sobre la desaparición del chico Potter?
El mortífago que había terminado recién su reporte se unió a los demás mientras que el maestro de pociones se adelantaba y le hacia una reverencia diciendo:
-Mi lord.
El maestro de pociones había cambiado desde la desaparición del chico Potter. Ninguno de ellos creía lo dicho por Dumbledore sobre que Potter se había cambiado al lado oscuro. Después de todo, ¿cómo podía ser un seguidor si el mismo Voldemort no había recibido al chico en su alegre banda de asesinos?
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Decido mi propio destino
Fiksi PenggemarHistoria de HuskyWalker en fanfiction inglés y traducida por fadamaja Tomarry Slash Segunda parte de "el comienzo del comienzo" Tratando de contactar con las autoras originales