Rosas y más rosas

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Todo comenzó hace 5 años,conocí a una chica muy linda en la boda de mi primo Daniel,su nombre era Michelle,ella era la acompañante de mi prima Sonia,la hermana de Daniel,de hecho ella me la presento,desde el primer instante qué la vi,quedé rendido ante sus encantos,era bajita con el cabello castaño y los ojos color miel,su piel tan tersa cómo la porcelana y una hermosa sonrisa qué complementaba su rostro,me llamó mucho la atención así qué la invite a bailar y ella accedió,toda la noche bailamos y yo no paraba de mirarla,ella se dió cuenta de lo qué provocaba en mi y de repente me besó,y en ése momento mi vida cambió para siempre,cuándo terminó la fiesta,intercambiamos números y todos los días hablabamos por teléfono y de vez en cuándo salíamos,así continuamos hasta qué nos hicimos novios,teníamos tantas cosas en común qué yo pensaba qué había encontrado a la persona perfecta,el sueño de Michelle era viajar y conocer lugares nuevos y yo me encargué de qué su sueño se hiciera realidad,la llevé a viajar por todo el mundo y a conocer lugares realmente extraordinarios,así duramos por los siguentes dos años,viajando y disfrutando de nuestro amor,para nuestro aniversario número tres,teníamos planeado viajar a playa del carmen para celebrar,pero yo quería ir ya comprometido con Michelle,entonces dos semanas antes planeé una propuesta de matrimonio sorpresa,Michelle al igual qué yo era amante de los deportes extremos,así qué le propuse qué nos aventaramos en paracaídas desde un avión,cuándo estuvieramos abajo,estaría esperandola una gran sorpresa y ahí sería cuándo le propondría matrimonio,esa parte ella no la sabía,claramente.
Ella feliz accedió a qué nos lanzaramos,cuando estábamos a 17 mil pies de altura,nos pusimos los paracaídas  y antes de saltar le di un beso y le recordé cuánto la amaba,saltó primero ella y enseguida yo,y al parecer algo nos salió mal ya qué el paracaídas de Michelle no quería abrirse,justo momentos antes de impactar contra el suelo,el cypres se activo y automáticamente se abrió el paracaídas de emergencia y éso fue lo qué le salvo la vida,si no estaría muerta en estos momentos,no murió pero cayó en estado de coma,el coma fue por una lesión de la cabeza,no tienes idea de cómo me sentía en ésos momentos,quería qué me tragara la tierra,la mujer qué amaba no sabía si despertaria algún día,yo iba todos los días al hospital y me quedaba con ella,el tiempo qué me fuera posible,lloraba y le suplicaba qué despertara,mi vida no era la misma sin ella,también me gustaba mucho leerle y recitarle poemas qué yo había escrito,así pasaron 2 meses,sin qué reaccionara,y yo seguía yendo todos los días para estar a su lado,uno de ésos días iba entrando a la habitación de Michelle y....-dijo Pablo con lágrimas en los ojos y la voz cortada.

-¿Y qué pasó?-pregunté acariciando su mano.

-Nada,ya no pasó nada.-respondió limpiando las lágrimas de sus ojos.

-¿Cómo qué no pasó nada?-pregunté insistente.

-Ya no quiero hablar de éso Laura,por favor,lo único qué quiero qué tengas bien claro es qué voy ha hacer lo imposible para demostrarte qué de verdad me importas y quiero hacer las cosas bien contigo,tú llegaste a mi vida y me salvaste Laura,y ahora te voy a demostrar todo con hechos y no con palabras.-dijo Pablo sonriendo.

-Pues éso quiero,qué todo sea por hechos y no se quedé en simples palabras,aunque no se,si sea fácil perdonarte después de cómo me trataste y por éso con mayor razón me fui a Argentina,necesitaba distraerme.-dije sonando seca nuevamente.

-Tú ausencia me estaba carcomiendo el alma,me sentía tan insensato por haberte dejado ir. Después de analizar las cosas bien, me doy cuenta de que estaba muy equivocado y ahora ya no sé qué más hacer para obtener tu perdón. Discúlpame, por favor.-dijo Pablo con voz suplicante.

Después de haberme dicho ésas palabras,le pidió a una mujer qué vendía rosas qué se acercara.

-Hola buena noche,dame todas las rosas qué tengas.-dijo Pablo mientras me miraba.

-Buenas noches,por el momento tengo 8 ramos de 24 rosas cada uno joven.

-¿No te quedan más?-preguntó José Pablo con voz cálida.

-Si me espera un momento puedo mandar a traer más.-respondió la mujer muy sonriente.

-Está bien pero necesito qué me traigas todas las qué tengas.-dijo Pablo acariciando mi mano.

Pasaron varios minutos y la mujer llegó con otros 10 ramos de rosas y me los entregó.

-Es muy afortunada al tener un novio cómo él,señorita.-dijo la mujer mientras me miraba sonriendo.

-No,yo soy el afortunado por tenerla a ella.-contestó José Pablo sonriendo sólo de un lado.

Yo sólo lo miré y no pude evitar sonreír,aunque quisiera no podía disimular mi atracción por él,cuándo la mujer se fue y nos dejó sólos,él sirvió más vino en nuestras copas.

-Las rosas son mucho cariño y ahora brindemos por lo hermosa qué luces está noche y también por tú regreso,te extrañe mucho.-dijo Pablo levantando su copa.

-¿En serio me extrañaste? -pregunté un poco seria,pero sin poder esconder la sonrisa qué me producía el escuchar éso.

-La verdad es que extrañe todo de ti. Después de esa discusión que tuvimos, todo se ha vuelto mucho más frío entre nosotros y tú eres muy cortante. No puedo soportar esta situación más. Te pido que, por favor, me perdones. Sé que me equivoqué, pero sé también que aprendo de mis errores y que nunca más te defraudaré.-respondió Pablo mirándome a los ojos.

No sé por qué,pero está vez,sus disculpas sonaban sinceras,me mataban las ganas de decirle qué el también me gustaba y me moría por besar su boca,pero no iba ha ser fácil perdonarlo después de lo qué había pasado,así qué tendría qué hacer más si de verdad quería algo conmigo.

El Límite del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora