Un desagradable encuentro

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Llegamos a un restaurante qué estaba un poco retirado de mi edificio,Pablo me abrió la puerta del coche y me ofreció su brazo. Entramos y nos llevaron a nuestra mesa.

-Buenas noches,¿Puedo tomar su orden?-preguntó un mesero amablemente.

-Si,¿Laura quieres pedir algo en especial?-preguntó Pablo sonriendo.

-No,lo qué tú pidas ésta bien.-dije sonriendo.

-Muy bien,entonces traeme dos cortes de Rib eye y dos ensaladas de quinoa.-respondió Pablo mientras ponía la carta sobre la mesa.

-Perfecto,¿De beber gustan algo?-preguntó el mesero mirando a José Pablo.

-Una jarra de té helado.-contesto Pablo sonriendo.

Pasaron unos minutos y nos llevaron la cena.

-¿Y cómo estuvo tú día hoy hermosa?-preguntó dulcemente.

-Creo qué no vale la pena hablar sobre mi aburrido día,mejor cuéntame cómo estuvo el tuyo.-dije acariciando la mano de Pablo.

-Tuve tres juntas,no estuvieron aburridas por qué me la pase pensando en ti,pero de ahí en más no hice nada.-dijo Pablo sonriendo.

-Nunca pensé qué me dirías estás cosas,siempre te mostraste tan frío y ahora ver ésta faceta tuya me encanta.-dije con una gran sonrisa.

-Tú me haces ser así.-dijo Pablo mientras me besaba la mano.

Terminamos de cenar y Pablo me llevó a mi departamento,cuándo llegamos el subió conmigo. Estábamos afuera de mi departamento y comenzamos a besarnos,cuándo nos separamos me miró y comenzó a acariciar mi cara.

-Recuerdo aquélla noche que te conocí. Sentí qué ese día había conocido a una mujer excepcional a quien quería proteger, cuidar, querer y sobre todo amar. Aunque primero quise negarlo,no podía engañarme a mi mismo acerca de lo qué sentía por ti. Eres el sueño más bello hecho realidad. Te adoro.-dijo Pablo con voz cálida.

-Nunca pensé qué ésa noche mi vida cambiaría tanto,te haz convertido en alguien muy especial para mi en tan poco tiempo.-respondí con voz dulce.

Nos despedimos y José Pablo se fue. Entré a mi departamento y Alondra aún no llegaba así qué me fui a mi recámara,me puse la pijama y me desmaquille,después me metí a la cama y me dormí. Al día siguiente me desperté y al ver la hora me di cuenta qué eran las 8:30am,así qué di un gran salto de la cama y fui de inmediato a ducharme. Cuándo salí me arreglé rápido,me puse un vestido azul qué me llegaba arriba de la rodilla,me maquille y me arregle el cabello. Al estar lista salí corriendo al trabajo; cuándo llegué fui de inmediato a mi oficina y al entrar vi sobre el escritorio un hermoso arreglo de flores. Lo miré y se me vino a la mente José Pablo,sonreí y comencé a olfatear las flores. Busqué y no había ninguna nota así qué le hablé a Melissa.

-¿Qué paso Laura?-preguntó Melissa amablemente.

-¿Quién trajo éste hermoso arreglo?-pregunté sonriendo.

-Mira aquí ésta la nota.-dijo Melissa mientras me entregaba la nota.

Tomé la nota y Melissa salió de mi oficina,comencé a leer la nota y decía:

"Para la mujer más hermosa del mundo" Santiago.

Rompí la nota y la tiré a la basura,después le hable a Melissa nuevamente.

-¿Te gusta el arreglo?-pregunté señalando las flores.

-Están hermosas Laura.-dijo Melissa sonriendo.

-Te las regalo,si no las quieres hazme el favor y tiralo a la basura.-dije en un tono serio.

-Mejor me las quedo Laura,muchas gracias.-respondió Melissa mientras se llevaba el arreglo.

Comencé a trabajar y llegó Gerardo a mi oficina.

-Hola Laura,vengo a decirte qué tendrás una comida con unos de los empresarios de Barcelona a la 1:00pm en éste lugar.-dijo Gerardo mientras me daba un papel con la dirección.

Gerardo salió de mi oficina y seguí trabajando. Cuándo se hicieron las 12:30pm tome mi bolsa y salí al lugar dónde sería la comida. En el caminó me entró una llamada de José Pablo y contesté.

-Hola amor,¿Cómo te va?-pregunté con voz dulce.

-Muy bien muñeca y a ti,¿Cómo te va?-preguntó Pablo con voz cálida.

-Voy en caminó a una comida de negocios,quisiera qué estuvieras aquí conmigo.-dije sonriendo.

-Nada me daría más gusto hermosa,pero tengo mucho trabajo.

-No te preocupes yo entiendo,te dejó por qué ya voy a llegar.-dije con voz suave.

Colgué el teléfono y entré rápidamente al restaurante. Me llevaron a la mesa dónde me estaban esperando y para mi sorpresa sólo estaba Santiago.

-No me digas qué no ha llegado nadie.-dije seria.

-Y no van a llegar.-respondió Santiago con una gran sonrisa.

-¿A qué te refieres?-pregunté confundida.

-Si sabías qué sólo vendría yo,no aceptarias venir,por eso tuve qué inventar lo de la comida de negocios.-contestó Santiago mientras se mordia el labio.

-No puedo creer qué sólo me hagas perder el tiempo,me voy.-dije molesta.

Me di la vuelta para irme y Santiago me jaló de la mano.

-Espera no te vayas,no puedes negar qué todavía te hago sentir cosas.-dijo Santiago mientras me tomaba de la cintura y se acercaba cada vez más a mi.

-Sueltame o voy a gritar.-dije forcejeando con Santiago.

-Grita,me encanta cómo lo haces.-respondió Santiago mientras olía mi cabello.

Traté de alejarme de el,pero claramente su fuerza era mayor a la mía,así qué mis intentos eran inútiles. Después Santiago intento besarme y con un movimiento rápido lo evite,cuándo estaba a punto de pedir ayuda llegó José Pablo.

-¿Qué está pasando aquí?-preguntó Pablo frunciendo el ceño.

El Límite del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora