¿Qué haces aquí?

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Al abrir,estaba José Pablo recargado a un lado de la puerta,tenía puesta su pijama y estaba mirando hacía el piso. Me miró y sin decir nada me beso tiernamente,después me cargo haciendo qué mis piernas rodearan su cintura y me llevó a la cama.

-¿Qué haces aquí?-pregunté sorprendida.

-Quiero qué seas mía, solo mía.-susurro Pablo en mi oído con voz sensual.

Sonreí y comencé a besarlo sin prisa,sentía cómo su lengua jugaba con la mía. Se levantó de la cama y se quitó la camisa y el pantalón de la pijama,me puse de pié yo también e hice qué Pablo se sentará en la cama,lo miré y mordí mi labio inferior,enseguida comencé a desnudarme frente a el. Pablo me miraba sorprendido mientras sonreía.

Me tomó de la cintura y con un fuerte tirón me tumbó sobre la cama,luego se acostó arriba de mi y comenzó a besarme apresuradamente,bajó a mi cuello y continuó así por todo mi cuerpo,comenzó a besarme la entrepierna y por más qué traté no pude contenerme y comencé a gemir; el subió su mano derecha y me tapó la boca.

-Tranquila amor,recuerda qué estamos en un hotel y aquí las paredes oyen.-dijo Pablo sonriendo.

-Lo siento.-respondí con voz agitada.

Traté de ser más silenciosa para no provocar un escándalo,pero era imposible evitarlo con todas las sensaciones qué Pablo provocaba. Pablo me tomó de las piernas y me giró completamente haciendo qué yo quedara boca abajo,enseguida comenzó a besarme las piernas y la espalda,no hubo rincón de mi,qué no recorrido con sus besos; después se puso de pié y levantó su pijama,al buscar en una de las bolsas había un preservativo y lo abrió,se lo puso y enseguida se acostó sobre la cama y se metió en las sábanas. Yo me coloqué arriba de el y comencé a moverme lentamente,después comencé a aumentar la velocidad haciendo qué mis movimientos fueran rítmicos. El mientras acariciaba mis senos,desde la punta.

Lo estaba disfrutando tanto,ya necesitaba tener a José Pablo,sentirlo mío,sentir su cuerpo pegado al mío,sentir su respiración acelerada,sentir el sudor qué salía de su cuerpo. Estar con José Pablo era cómo estar en el paraíso,es inexplicable lo qué me hacía sentir con cada movimiento,el jadeaba cerca de mi oído y me alegraba saber qué era yo la culpable.

Cuándo los dos llegamos al clímax,nos colocamos uno al lado de otro,envueltos en sudor. José Pablo me sonrió mientras acariciaba el borde de mis labios.

-Eres una mujer maravillosa Laura.-dijo Pablo sonriendo.

-Tú eres el maravilloso Pablo,siempre logras hacer qué mi cuerpo vibre con las miles de sensaciones qué me provocas,aún no logró entender cómo es qué lo haces.-dije con voz cálida.

-Conozco cada parte de tu cuerpo palmo a palmo, por eso te hago sentir un mar de placer cada vez que nos amamos.-respondió Pablo con voz dulce.

Estábamos tan cansados,qué sólo me acuñe en los brazos de José Pablo y me quedé domida. Cómo a las 5:00am me levante y salí al balcón para tomar un poco de aire,estuve viendo la hermosa vista hasta qué amaneció y cómo a las 7:30am me regresé a la cama,al recostarme José Pablo despertó.

-Buenos días Pablo.-dije amablemente.

-¿Qué haces despierta tan temprano amor?-dijo Pablo con los ojos entre cerrados.

-No me acostumbro fácilmente a nuevos horarios.-respondí sonriendo.

Me levanté de la cama y abrí las persianas para qué pudiera entrar el sol.

-Esa bata te queda genial,te hace lucir sexy y hermosa.-contestó Pablo mordiendo su labio.

-Muchas gracias por regalarmela.-dije sonriente.

-¿Tienes qué hacer algo hoy?-preguntó Pablo mientras se levantaba de la cama.

-Tengo una pequeña Junta a las 9:00am,y de ahí en más tengo el día libre.-respondí felíz.

Pablo se levanto de la cama y comenzó a vestirse.

-Deberíamos conocer la ciudad,sería muy hermoso recorrerla de tú mano,¿Qué te parece?-preguntó Pablo mientras terminaba de vestirse.

-Me parece bien Minor,cuándo llegue de la junta te busco,pero ahora déjame solá,necesito bañarme para qué no se me haga tarde.-contesté mientras me acercaba a el.

-¿No te gustaría qué nos bañaramos juntos?-dijo Pablo mientras me tomaba de la cintura.

-No Pablo,ya comportate parecemos adolescentes.-respondí riendo sutilmente.

-Por hoy te salvas Biña,está bien ya me voy a mi habitación y tomaré una larga ducha,después esperaré a qué llegues,te amo.-dijo Pablo con voz cálida.

-Yo también te amo Pablo.-dije cariñosa.

Le di un pequeño beso y se fue,me metí al baño y comencé a ducharme. Cuándo salí,me quite la bata de la ducha y comencé a ponerme crema en las piernas. Escuché qué la puerta de la habitación se abría y sonreí inmediatamente.

-¿Qué se te olvidó amor?

-Se me olvidó darte los buenos días amor.-contestó Santiago con una sonrisa de oreja a oreja.

Al mirar qué era Santiago la persona qué había entrado,tomé la bata y me la puse rápido.

El Límite del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora