C. 4

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Narra Paulina

Estaba en uno de los sillones de cuero viendo como Francisco trabajaba, no se ve tan mal, es mas me parece algo guapo pero estoy aquí gracias a el, y a la verdad no quiero, no quiero estar aquí, quiero mi vida fuera de esta casa.

¿Porque te transformaste en esa cosa gigante?- pregunte de la nada, tenia como una hora metida aquí con el.

Te contare todo en la noche, ahora déjame trabajar- dijo volviendo su vista a los papeles.

Puse mis ojos en blanco y mire al techo, no sabia que hacer, tenia ganas de dibujar o algo así, me pare y busque un papel y le quite el lápiz a Francisco.

¿Que haces?- dijo sorprendido.

Estoy aburrida, así que dibujare algo- dije mirándolo, no sabia muy bien que dibujar, mire a Francisco y me puse a dibujar su rostro. 

Lo miraba y dibujaba en el papel, aveces el me miraba y hacia muecas pero luego se ponía a trabajar.

¿Que tanto me miras?- pregunto alzando una de sus cejas.

Cállate y no te muevas, que ya estoy terminando- dije sacando mi lengua de lado.

Cuando por fin termine sonreí satisfecha por mi trabajo.

¿Ahora si me dirás el por que me miras mucho?- dijo parándose de su asiento, repetí su acción y le extendí el papel, se quedo impresionado por mi talento oculto

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¿Ahora si me dirás el por que me miras mucho?- dijo parándose de su asiento, repetí su acción y le extendí el papel, se quedo impresionado por mi talento oculto.

¡Wow! se ve muy bien- dijo sonriendo.

Lo se- dije orgullosa de mi misma.

Pero no creas que te perdonare el echo de que me tengas encerrada aquí- dije cruzándome de brazos.

Esta bien te contare lo que quieres saber- dijo dandose por vencido.

Pero después de que te bañes y comas- dijo sonriendo.

No es justo- dije crusandome de brazos nuevamente.

Salimos del despacho y me llevo nuevamente a su habitación.

Francisco, no tengo que ponerme- dije señalando la ropa que tenia puesta.

Del armario puedes sacar una camina y unos bóxer- dijo saliendo de la habitación para darme privacidad.

Tome una toalla y entre al baño, abrí el grifo y me despoje de mi ropa, y entre a la tina, al momento que toque el agua mis músculos se relajaron, empece a pasar el jabón por todo cuerpo, cuando termine, me vestí con la ropa de Francisco y salí del baño, para mi sorpresa, estaba sin camisa y con una bandeja de comida.

Espero que te guste- dijo sonriendo.

Gracias- dije, me senté en la cama y empece a comer, cuando termine de comer mire a Francisco a la cara.

Ahora si, quiero que me contestes cada una de mis preguntas- dije poniendo la bandeja de lado.

¿Porque me llamas Luna?- pregunte.

Por que eso es lo que eres, mi luna, eres mi alma gemela- dijo.

¿Como? no entendí- dije.

Se quedo callado, sabia que no podía contestar esa pregunta.

¿Tu eras la cosa gigante? ¿Que fue eso?- dije.

Soy un hombre lobo- soltó de momento.

No me mientas, quiero la verdad- dije sonriendo de lado.

Es toda la verdad, no tengo por que mentirte, eres mi alma gemela, por eso te traje aquí, no quiero tenerte lejos- dijo mirándome.

Estaba muy sorprendida y asustada, no pude evitar echarme hacia atrás.

Pero no te preocupes no te haría daño nunca- dijo tomando mi mano.

No, esto no es cierto, esto no me puede estar pasando a mi, esto es muy solpresivo, no se que hacer.

No se que pensar Francisco, esto es muy confuso para mi, ademas tengo miedo, es la primera vez que le tengo miedo a alguien- dije sacando mi mano de su agarre.

No me tienes que tener miedo mi luna, yo te amo y nunca te haría daño, tengo una decada buscándote- dijo.

Narra Francisco

No me tienes que tener miedo mi luna, yo te amo y nunca te harías daño, tengo una decada buscándote- dije.

La vi dudar un momento, no se que le parece todo esto, hacia varios gestos con su rostro, tengo miedo de que me rechace, ademas se ve muy sexy con mi ropa.

Tengo que pensar todo esto, es mucha información por el momento, cuando haya asimilado todo me explicas todo a detalle- dijo mirándome a los ojos.

Esta bien, pero te puedo hacer una pregunta- dije.

Si- dijo.

¿Podría darte un abrazo?- pregunte.

Ella se levanto de la cama y abrió sus brazos, me levante y la abrace.

Mi luna era mas pequeña que yo, mucho mas pequeña, pero la cargue y pude sentir su suave respiración en mi cuello, era un momento único y que nunca olvidare en mi vida

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Mi luna era mas pequeña que yo, mucho mas pequeña, pero la cargue y pude sentir su suave respiración en mi cuello, era un momento único y que nunca olvidare en mi vida.

Mi Mate, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora