Narra Francisco
Estábamos en el entrenamiento, Paulina esta conmigo, Jensen esta con Dylan y Lisa.
No puedo, es muy fastidioso, no deja de llorar- dijo Dylan acercándose al grupo con mi cachorro en manos.
Lo estas haciendo sufrir- dijo Paulina tomando a mi pequeño.
No le caigo bien, orita me arranco de raíz un mecho de cabello- dijo, reí por lo bajo.
Paulina se fue con mi cachorro.
Muy bien, una carrera por todo el bosque, ya saben, los arboles de color blanco serán atacados y los de color rojo serán esquivados- dije, los portones se abrieron dejando a la vista el bosque.
¡AHORA!- grite, todos salieron corriendo, para mi esta técnica resulta fácil, siempre la practico, en estos momentos estoy con los adolescentes de 17 a 21 años, mañana me tocan con los guerreros.
Narra Paulina
¿Que pasa amor? ¿porque lloras?- le hable a Jensen, no a dejado de llorar, estoy nerviosa, todos mis sentidos están en alerta, Francisco fue al bosque con los chicos para su entrenamiento pero eso empeoro mi estado, estoy nerviosa, mas de lo normal.
Lisa esta igual que yo, Dylan se fue detrás de Francisco para el entrenamiento.
Algo va a pasar, estoy segura- dijo Lisa sentándose en el sillón.
No hables así, me estas poniendo nerviosa- dije meciendo a Jensen en mis manos.
Ya mi amor, papa vendrá pronto- dije, de pronto se escucho un vidrio quebrarse.
¿Que fue eso?- pregunte asustada.
Quédate aquí- dijo, salio de la sala, luego pude escuchar sollozos por su parte, busque una manta para tapar a mi pequeño, salí de la sala, pude ver a Dylan, en su forma lobuna, tenia un vidrio en su lomo.
Dylan, Dylan- dijo desesperada, mis ojos se llenaron de lagrimas, ¿que esta pasando? ¿y si le paso lo mismo a Fran? ¿y si ya no regresa? unos chicos vinieron en su ayuda.
Lisa, el estar bien- dije.
¿Podrías hacerme un favor? cuídalo como si fuera tuyo por favor- dije, ella asintió eliminando sus lagrimas.
Toma, ve al refugio- dije entrenando a mi hijo, estaba dormido, antes de que pudiera decir algo salí corriendo de la casa, habían varios lobos luchando con personas, pero no sabia quienes eran, Francisco me explico hace mucho, sobre las hadas, los cazadores y los vampiros, me dijo que un día de estos me contara mas sobre este mundo pero aun no a terminado.
No veía a Francisco por ningún lado, esto me estaba desesperando aun mas, en mi bota tenia mi preciosa navaja, la tome y salí corriendo de la manada hacia el bosque, habían varios cuerpos tirados, el sendero por donde corría tenia huellas con sangre, cada vez me asustaba el hecho de que esa sangre fuera de Francisco.
Cuando me detuve no pude creer lo que mis ojos veían, me quería morir en ese instante, mi corazón estaba destrozado, ya no quería continuar caminando, había un lobo tirado en el mismo medio del camino, mi miedo creció cuando pude ver que era Francisco.
No, Francisco, por favor, dime que no eres tu- dije dejando salir mis lagrimas, corrí hasta el lobo y me arrodille acariciando su pelo negro, sentí que respiraba muy rápido, lo acomode y pude ver una herida en su abdomen.
Por Dios- dije poniendo mis manos en mi boca, negué mientras dejaba que las lagrimas salieran solas, poco a poco Francisco abría los ojos, con dificultad, empezó a chillar, eso me rompía mas el corazón.
Fran, te amo, por favor, no te puedes ir de mi lado- dije, sentí un gran dolor en mi pecho, mis ojos pesaban mucho, puse mi cabeza en el pecho de Francisco, y antes de cerrar los ojos vi una luz de color azul, bajar del cielo.
Narra Francisco
Los cazadores están atacando la manada, los chicos han aprendido a defenderse bien pero no al grado de luchar contra ellos, son muy poderosos, me transforme y empece a aullar para que los guerreros de la manada estuvieran atentos, empece a luchar, estaba molesto y en uno de mis pensamientos Paulina y mi cachorro me pasaron por la mente, acabe con el cazador que tenia en mis garras, me di la vuelta para correr hacia la manada pero sentí un dolor en mi abdomen.
Un maldito me acababa de apuñalar con una daga, Taylor y yo estábamos preocupados por Paulina y por mi cachorro, trate de levantarme pero el dolor era insoportable, me era imposible ponerme de pie, mis ojos se cerraban pero no podía, tenia que ser fuerte por Paulina y por mi cachorro.
Sentí el aroma de mi Luna, trate de girarme pero con cada movimiento que daba la daga se enterraba mas en mi piel, así que decidí quedarme en esta posición.
Mi Luna se acerco a mi y me acaricio, oía a lo lejos sus sollozos, no me gustaba para nada cuando lloraba, de momento cerro los ojos, yo estaba igual, de momento vi una luz azul que decéndia del cielo.
¿Diosa Luna?- pregunté y cerré los ojos.
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Mi Mate, Mi Luna
WerewolfMi nombre es Paulina, tengo 17 años y participo en carreras clandestinas, no me gustan los colores vivos, prefiero el negro y gris, no tengo familia, mis padres murieron en un accidente que hasta el día de hoy me culpo por lo sucedido. No creo en el...