C. 7

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Narra Paulina

!!GRACIAS¡¡- grite como una maldita loca, estaba muy emocionada, me lance a sus brazos.

Sabia que te gustaría, aquí podrás hacer todo lo que quieras, también podrás enseñarles a los niños de la manada a pintar- dijo Francisco sonriendo.

Esta bien, me agrada la idea- dije sonriendo.

¿Quieres quedarte aquí?- pregunto.

Si, cualquier cosa estaré aquí, no saldré para nada- dije poniéndome un delantal, me quite las zapatillas y vi como Francisco se acercaba a mi.

Si me necesitas estaré en el salón de actividades, si no, llámame al teléfono- dijo señalando el teléfono que estaba encima de una mesita.

Esta bien- dije tomando un lápiz, cuando Fran se fue sonreí, me encanta, cuando tenia unos seis años, antes de perder a mis padres eso es lo que hacia mucho, dibujar todo lo que veía, animales, objetos y personas, pero cuando paso es maldito accidente olvide todo, estaba mas que devastada, ademas si no fuera por mi ellos estuvieras vivos en este momento.

Me acuerdo cuando mi padre me llevo a las clases de piano y violín, me encanta hacer muchas cosas que creo nunca mas haré, desde que ellos murieron todas las cosas que hacia murieron con ellos, ya no hago nada de eso, lo único que sigue intacto es mi pasión por el dibujo. 

Empece a hacer trazos en el grueso papel, poco a poco empece a formar la cara de un hombre, y si me preguntan ¿quien es eso hombre? pues Francisco, he tomado como modelo su rostro, me lo imagino corriendo descalzo por el bosque, sin camisa.

Pero esta vez decidí hacer un buen dibujo, no como me lo imaginaba, mientras estaba en el proceso del dibujo, chicas de la servidumbre venían a traerme comida o agua, las ventanas estaban abiertas se podía notar el atardecer, me la pase todo el dí...

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Pero esta vez decidí hacer un buen dibujo, no como me lo imaginaba, mientras estaba en el proceso del dibujo, chicas de la servidumbre venían a traerme comida o agua, las ventanas estaban abiertas se podía notar el atardecer, me la pase todo el día en esta enorme habitación.

Mi luna- escuche a Francisco desde la puerta.

Si- dije limpiando mis manos con un paño húmedo

¿Estas ocupada? pregunto.

No, ya termine el dibujos, ¿que te parece?- dije dejando que se acercara al dibujo.

Es hermoso, pero ¿porque me dibujas a mi?- dijo mirándome.

Pues entonces si no quieres que te dibuje, no lo volveré hacer- dije seria, es muy impactante que se queje del dibujo, nunca pensé que le molestara.

No mi luna, me puedes dibujar todo lo que quieras pero ¿que sientes cuando haces el dibujo?- pregunto de la nada.

Siento, pasión, amor por lo que dibujo- dije poniendo el lápiz en su lugar.

¿Me amas?- dijo feliz.

Wow, espera yo no dije eso- dije quitándome el delantal.

Claro que lo dijiste- dijo riendo.

Ya basta- dije riendo.

Reímos y Francisco se acerco a mi para darme un abrazo.

Me encanta verte así, feliz- dijo besando mi cabeza.

Sabes, me gustaría saber ¿en donde esta mi moto?- dije, a la verdad me encantaría sentir el viento golpear mi rostro, quiero hacer la carrera mas larga del mundo.

La moto esta en un lugar especial, pronto la podrás ver pero no correr, no es seguro- dijo en mi oído, esa acción me erizo los pelos.

Deje el dibujo en un estante y me puse las zapatillas, caminamos hasta la sala de actividades, todos estaba ahí, Dylan estaba riendo con varias chicas.

¿Y Dylan no tiene a su alma gemela?- pregunte mientras tomaba la mano de Fran.

No, nunca le a importado encontrarla, es el típico chico malo que anda por la vida de cama en cama- dijo soltando mi mano para ponerla en mi cintura, nos sentamos en nuestro asientos.

(Unas horas después)

El tiempo paso muy rápido, la noche había ido muy rápido, todos los invitados se fueron, estaba molesta e indignada, en medio de un baile a Francisco se le ocurrió golpear a uno de los invitados por hablar y bailar conmigo, no se que le paso, no era el.

FlashBack

Uno de los invitados me había invitado a bailar, era normal, no le veía nada de malo a eso, pero Francisco se puso muy posesivo.

Francisco, no haré nada malo, solo sera un baile- le dije tomando su mano.

No quiero que se te acerque, eres mía- dijo tomándome de la cintura.

Cálmate Francisco, no estoy para celos, ademas tu y yo no somos nada- le dije sacándome de su agarre, camine hasta donde estaba el hombre que me había invitado a bailar, luego de unos segundo vinieron unos soldados por el.

Señor, necesitamos que nos acompañe , el alfa Francisco quiere hablar con usted- dijo el primer guardia, me acuerdo que fue uno de los que estaba custodiando la puerta el primer día que pise esta casa.

El chico empezó a caminar con los guardias detrás de el, se que Francisco lo golpeara, así que no me daré el gusto, camine detrás de los guardias a una distancia considerable. Camine hasta llegar a la puerta de su despacho, podía escucharlo gritar y golpes, no podía mas con sus gritos así que entre y vi al pobre chico golpeado en el suelo.

¿Que haces?- dije poniéndome a la altura del chico para ayudarlo.

No lo defiendas, estuvo coqueteando contigo- dijo furioso, no había visto esa parte de el.'

Estas equivocado, solo fue un baile francisco- dije sollozando, nunca en mi vida había llorado por las palabras de un hombre pero tengo que confesar que sus palabras me hieren lo mas profundo de mi ser.

Francisco me aparto del cuerpo del chico y empezó a golpearlo.

Francisco, déjalo por favor- le dije, pero  o me escuchaba, empece a llorar pero de rabia, no me prestaba atención y creo que matara al pobre chico.

¡¡Te odio!!- lo dije lo mas alto que pude, pude ver como Francisco se detuvo y me miro, salí corriendo de su despacho, las lagrimas no dejaba de salir de mis ojos, estaba molesta, dolida, Francisco me a demostrado ser lindo y cariñoso, pero su lado posesivo me asusta y de verdad no quiero que el sea así.

Fin del FlashBack

Mi Mate, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora