C. 45

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Narra Francisco

Estaba muy tranquilo analizando una carta anónima, desde que llegue de Michigan con mi familia e encontrado cartas por diferentes partes de la casa, pero son algo rara, solo son frases, hasta ahora tengo 8 cartas con estas frases.

En cualquier momento puedo hacerte sufrir- leí.

No sabes cuanto te odio estúpida- decía la segunda frase.

Las humanas como tu no deberían de estar en mi camino- leí.

Estoy seguro que están dirigidas a Paulina, pero mi pregunta es ¿quien es esa persona? ¿quien odia de esa manera a mi Luna?

Decidí no leer mas estas frases, busque a Dylan por la casa, pero no lo encontré, así que fui por unos soldados para que investigaran el asunto.

Desde hace unas semanas me e encontrado con unas cartas por distintas partes de la casa, quiero que vigilen muy bien la entrada de la manada, quiero que mañana en la mañana alerten a todos de que alguien esta entrando a la manada sin ser visto y sin sentir su olor- dije.

Si Alfa- dijeron y se fueron.

Camine hasta la habitación de mi cachorro, estaba profundamente dormido, me senté en un pequeño sillón que estaba frente a su cama, luego de unos minutos salí de la habitación para ir con mi Luna, cuando abrí la puerta me lleve la gran sorpresa de que no esta en la cama.

Amor- la llame pero no respondió, mire toda la habitación y ensima de la cama había una nota.

Se que cuando leas esto estarás muy asustado o tal vez molesto pero no te preocupes, estoy bien, salí a una carrera, sabes que me gustan mucho, te amo, estaré bien- leí.

No puede ser- dije haciendo bolita el papel, tengo que ir por ella.

¿Podrá estar en peligro?- pregunto Taylor.

Tal vez, las notas podrían ser una señal- dije.

Tengo miedo de que la persona que escribió esas frases la este asechando en este momento, no se que pasara, solo se que tengo que ir por ella y es ahora, salí de la habitación y encendí la alarma de emergencia, fui a la habitación de Jensen, por sorpresa estaban dos chicas del servicio con el.

Cuiden de le, ya saben, si pasa algo llévenlo al refugio con Lisa- dije para luego correr a las afueras de la casa, los guardias estaban formados.

Escúchenme todos, quiero que la mitad de ustedes se queden a vigilar por lo menos hasta que yo llegue, la reina Paulina no esta y temo lo peor, la otra mitad vendrá conmigo, por si sucede algun imprevisto- dije.

Hace unos días e recolectado varias notas que alguien a dejado en la casa, no se quien pueda ser, lo único que se es que se oculta muy bien, por que nadie lo ve ni lo puede olfatear- dije.

Vamos- dije saliendo de la manada.

Déjame salir Francisco, déjame ir por nuestras Luna- escuchaba a Taylor.

Sin mas que decir lo deje salir, deje que mi lobo saliera en busca de nuestra Luna, todos mis guerreros corrían a mi lado, la carretera estaba solitaria, pero no quiero correr el riesgo de ser vistos por alguien así que nos fuimos por el bosque.

Después de no se cuanto tiempo pude visualizar los grandes edificios de Nueva York, pude ver sus calle llenas de luz, no habían tantas personas a las afueras y eso erra bueno, me trasforme al igual que todos.

Muy bien chicos, nos dividiremos en dos grupos, el grupo A vendrá conmigo, para asegurar a Paulina y el grupo B ira a verificar las áreas cercanas a la carrera, no quiero que ninguna vampiro o cazador le haga nada, ya saben, si notan algo raro no duden en arrancar cabezas- dije, luego de eso los grupos se dividieron y empezamos a correr por las calles de Nueva York, mi destino, encontrar a Paulina sana y salva.

Narra Paulina

¡¡WUUUUUUUUUU!!- grite, sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, me alegraba sentir esto otra vez.

Extrañaba la sensación de una carrera, en estos momento me encuentro en primer lugar, Dylan esta detrás de mi.

¿Como vas idiota?- le pregunte mientras reía.

No te rías mucho, que pronto seré el ganador de esta carrera- dijo alcanzándome, era muy divertido, me concentre nuevamente en la carretera y pude ver un grupo como de 6 personas buscando no se que, luego los vi transformarse en lobos.

Dylan, creo que Francisco esta aquí- grite para que me escuchara.

¿Porque lo dices?- me grito.

Por que acabo de ver a unos chico transformarse- dije, no se que este pasando pero lo que si se es que esto no esta bien.

Tal vez este aquí- dijo Dylan disminullendo la velocidad, empece a disminuir la velocidad al igual que los chicos que andan con nosotros.

Siento la presencia de vampiros- dijo uno de los chicos de la manada.

Si, yo también siento lo mismo- dijo Dylan, muy bien, si esto sera una batalla, me tengo que alistar, sin pensarlo saque mi navaja, me quite el casco y con el mi chaqueta.

El ambiente se sentía pesado, los chicos se transformaron, y pues yo me quede normal, ¿o que? ¿pensaron que me transformaría? poos no, no puedo, aun que quisiera.

Me siento tonta y diminuta al lado de ustedes- le dije a Dylan, escuche un gruñido de su parte.

Tranquilo perrito, no te lastimare la cola- dije riendo y en eso empece a ver a los vampiro.

Mira a quien tenemos aquí, si es nada mas ni nada menos que la reina de los pulgosos come popo- dijo una chica de pelo anaranjado.

Cállate cabeza de calabaza y ven que te tengo tus dulces de Halloween- dije riendo, escondí mi navaja detrás de mi espalda, al pareces la tipa se enojo mucho, empezó a correr a mi dirección, mas vampiros empezaron a salir.

Cuando por fin se acerco lo suficiente le di una patada en la cara asiéndola caer al suelo, me trepe ensima de ella y le corte la cabeza.

Muy fácil- dije sonriendo como psicópata, Dylan y los demás estaban en plena batalla, no había nadie aparte de nosotros, solo eramos 7 y los vampiros cada vez eran mas, empece a atacar como pude pero un vampiro me tomo del cuello.

Es hora de tu muerte- dijo estrellandome contra el piso, sus manos aun estaban en mi cuello, sentí que el aire no llegaba a mis pulmones, no podía reparar, si pudiera mirarme podría decir que estaría mas roja que un tomate.

Cuando pensé que mi muerte estaba a la vuelta de la esquina escuche un fuerte fugido, solo pensé en una persona.

Francisco- dije en un susurro.

Hola ¿Que les esta pareciendo la historia?

Besos.

Mi Mate, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora