C. 3

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Narra Francisco

Llegamos a la manada al anochecer, mi guardias sostenían sus espadas uno  al lado del otro, detrás de ellos estaba el gran portón de hierro.

Buenas noches alfa- dijo uno de ellos abriendo el gran portón, asentí y entre a la mansión, estaba contento de tener a mi luna conmigo, aun no a despertado, me he bajado en una farmacia para comprar cloroformo, cuando estaba por cargarla y bajarla de la moto pude ver a Eva llegar hacia nosotros.

Hola amor- dijo dándome un beso en la mejilla, aun no notaba el cuerpo de ella, la mire un instante y luego cargue a mi mate.

¿Quien es ella?- dijo mirándola detenidamente, no sabia si decírselo.

Luego lo sabrás, en unos días convocare una reunión con toda la manada y alfas de las regiones mas cercanas, por favor encárgate de eso- dije entrando a la mansión, a mis espaldas pude escuchar las risas de Dylan, tiene que estar gozando la cara de Eva y Eva tiene que estar muy confundida, lo se.

Camine y subí a mi habitación, la acosté y la vi dormir por unos minutos, esta tan bella, gracias a la diosa por mandármela en estos momentos, me levante y camine a la puerta y salí de la habitación, baje las escaleras y me quede en mi despacho, segundos después mande a dos guardias a custodiar la habitación, por la actitud que tuvo cuando me apunto con la navaja supongo que es un poco agresiva así que mejor prevengo para no perder la.

Me concentre en algunos problemas de unos planos, tengo que poner mas seguridad a la manada, estamos en peligro, no quiero que esos vampiros entren a mis territorios, este es el territorio mas grande y respetado por todos, nadie se atreve a agredirnos, estarían locos si hicieran tal cosa, acabaríamos con ellos de inmediato, pero mi mayor miedo es, ya que encontré a mi luna podrían hacerle daño.

Narra Paulina

Empece a despertar de mi profundo sueño, no se que paso, no lo recuerdo muy bien, empece a abrir los ojos poco a poco hasta que recordé que paso ¡¡Por Dios!! esto es una locura, la cosa esa gigante tenia cara de perro o lobo no lo se muy bien, deje de pensar y mire a mi alrededor, por un momento pensé que estaba en mi casa, pero no, estaba en una habitación que no erala mía, paredes blancas, cama grande con sabanas blancas, dos mesas de noche a los lado de esta, a mi lado izquierdo dos puertas, me imagino que era el baño y el otro el closet y a mi lado derecho otra puerta pero esta era corrediza pude ver una terraza, me levante para irme pero alguien abrió la puerta por mi.

Hola mi luna, que bueno que desertaste- dijo un chico con de unos 24 años mas o menos.

¿Quien eres? ¿donde estoy? quiero irme de aquí- dije retrocediendo.

Soy Francisco, estas en mi casa y no te iras a ninguna parte- dijo sonriendo de lado.

Me quede en Shock,es un maldito secuestro, busque mi navaja pero ya no la tenia en mi bota.

¿Buscabas estos?- dijo enseñándome mi preciosa navaja.

Ya te lo dije no saldrás de aquí, eres mía- dijo acercándose a mi, retrocedí lo mas que pude pero la estúpida y odiosa pared se interpuso en mi camino, el tal Francisco me acorralo en la pared y se me pego para oler mi piel

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Ya te lo dije no saldrás de aquí, eres mía- dijo acercándose a mi, retrocedí lo mas que pude pero la estúpida y odiosa pared se interpuso en mi camino, el tal Francisco me acorralo en la pared y se me pego para oler mi piel. 

Solo cerré los ojos con miedo, tenia ganas de llorar pero no quería, no podía, tenia que ser fuerte pero mi miedo fue mas grande que yo, no pude evitar sollozar ante el, Francisco se detuvo y me miro preocupado.

Mi luna no llores por favor- dijo poniendo sus grandes manos a los costados de mi rostro.

¿Que? ¿Lunas? ahora me confunde desgraciado- dije empujándolo, el solo sonrió de lado.

¿De que te ríes?-dije sentándose en la cama para limpiar mis lagrimas.

Me quiero ir a casa, quiero mi moto, quiero mi vida- dije mirándolo, no es posible solo esto me faltaba.

No te iras a ningún lado- dijo serio.

Eres un completo idiota- dije dándole un cachetada en la mejilla, estoy cansada de este maldito juego.

Me iré quieras o no, por si no lo sabes esto es secuestro- dije abriendo la puerta, empece a caminar pero me tope con dos hombre altos, estaban vestidos de soldados o guardia.

Caballeros, disculpen necesito que me dejen pasar- dije acomodando mi blusa.

Lo sentimos Luna pero tenemos ordenes de no dejarla salir de la habitación- dijo el primero hombre.

Otras ves con lo de Luna, mi nombre es Paulina no Luna, así que quitensen del medio o sufran las consecuencias- dije ya molesta.

Los hombres no se movían y Francisco estaba detrás de mi observándome, rápidamente empece a golpear a los guardia, tumbe a uno y solo me faltaba otro para salir de aquí, cuando termine empece a correr pero no logre escapa ya que unas manos rodearon mi cintura para cargarme como si fuera un saco de papas.

Suéltame estúpido, ya veras cuando te parta las pelotas- dije, no podía negar que tenia un buen trasero, por Dios que cosas digo, Francisco me devolvió a la habitación y me dejo en la cama bruscamente para treparse arriba mio.

Eres toda una chica mala- dijo empezando a dar pequeños besos que solo me hacían estremecerme del placer.

Eso es mi luna- dijo nuevamente, al escuchar eso no pude evitar empujarlo.

A la mierda contigo, que no me llames a si, mi nombre es Paulina no Luna- dije molesta.

¿Porque insistes en llamarme por un nombre que no es el mio?- dije mirándolo.

Pronto lo entenderás- dijo parándose de la cama.

Lo quiero saber ahora- proteste, el solo camino hasta la puerta.

Buen trasero- pensé.

Gracias- dijo de la nada, este tipo esta loco, que ni piense que me dejara sola aquí, no mi amor.

No me quiero quedar aquí, estoy sola y eso aburre- dije como niña pequeña.

Francisco se giro y me miro.

De acuerdo, pero si sales de la habitación iras conmigo a mi despacho, es al único lugar que iré por el día de hoy, ademas si intentas escapar iré por ti y nunca saldrás de la habitación- dijo tomándome del antebrazo.

Eso duele- me queje, me miro y aflojo su agarre, salimos de la habitación y fuimos a su despacho.

Mi Mate, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora