Karla—¿Eras esclava? —pregunto Hill.
—Si, desde que tuve capacidad para razonar. Al igual que mi madre, pero de ella recuerdo poco, ya que fue vendida cuando yo era muy joven.
—Lo siento —murmuro Hill—. Conozco a una chica que también fue esclava, pero por decisión propia, creo que ese no es tu caso.
—No, más sin embargo fue gracias a eso que lo conocí. Él y un grupo de caballeros nos libero en una ciudad portuaria no muy lejos de aquí, se llamaba Lionis Farenill y era un conde, encargado de la ciudad al este de aquí y de este pueblo, aunque su residencia estaba aquí. Es la mansión donde despertaste.
—¿Es el hombre del retrato? —pregunto Hill con cautela.
—Si —conteste, mientras sentía mi pecho latir con fuerza al recordarlo.
"Ese día él nos liberó, sin embargo, muchas de nosotras no sabíamos que íbamos a hacer después, algunas tenían familia y hogares a los que volver, pero la gran mayoría habíamos sido esclavas desde pequeñas.
"Él nos dijo que ya había hablado con un amigo en otro reino y que ese sujeto nos emplearía, todas se emocionaron, sin embargo yo...
—Te querías quedar con él —completo Hill.
—Si.
—No me extraña —continuo Hill—. Es natural sentir aprecio por alguien que te salvo, pero era algo más, ¿cierto? Te enamoraste de él.
—Si, era una niña tonta y caprichosa, después de viajar un rato hasta la ciudad portuaria, no quería separarme de él, incluso llore para que me llevara consigo.
—¿Y que te dijo?
—Se río —respondí mientras una sonrisa asomaba mis labios—. Luego me acaricio la cabeza y me dijo que me adoptaría, que me convertiría en su hija.
"Al principio no quise aceptarlo, pero termino convenciéndome, aunque —reí al recordarlo— siempre actúe mas como su cuidadora que como su hija y nunca lo llame padre, me acostumbre a llamarlo maestro, aunque a él le molestaba que lo hiciera.
"Él me llevo a vivir a la mansión, no eramos los únicos ahí en ese entonces. Estaban Grabin y Lesster, los guardaespaldas del maestro; Jenny, Tiana y Saly, las sirvientas y Jonfey, el jardinero. Todos ellos eran buenas personas.
Espere a que Hill me preguntara que había pasado con ellos, pero él se mantuvo en silencio, esperando a que continuara con la historia. Y quería hacerlo, pero los recuerdos eran dolorosos.
—Oye —dije después de un rato en silencio, para romper la tensión—, por cierto, esa ropa te queda bien, no es cumplido, eres demasiado delgado y bajo para ser un hombre.
—O tú eres demasiado alta y musculosa para ser mujer. Yo solo digo.
—¿Quieres pelea, verdad? —le dije, con falsa hostilidad.
—¡No, no! ¡Ahí muere! ¡Ahí muere! —respondió él, riendo.
Seguí caminando por el bosque con Hill en mi espalda, mientras escuchábamos los débiles sonidos que hacían las criaturas entre los arboles, incluso logre ver un pequeño Midog.
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Theria Volumen 3: Regreso a Ulien.
AventuraHan pasado cerca de tres años desde que Hill desapareció y sus compañeros se han separado para seguir cada uno con su vida. Un día una joven llamada Karla y su lobo, Mifi, encontraron a un joven desmayado cerca de la tumba de un ser querido, aunqu...