La llamada: El amo de las espadas Volzar.

1.9K 230 15
                                    

Dos espadas cruzadas interrumpieron mi camino. Tuve que esquivarlas en el último momento, pues el ataque había sido demasiado rápido.

—Interesante —murmuró Volzar, con una sonrisa cínica—. ¿Cual es tu nombre, chico?

—Soy Hill Fell. El señor de la tormenta.

—Que interesante nombre. Muy bien, entonces yo también me presentare. Me llamo Volzar Ragen. El amo de las espadas.

En cuanto dijo eso, Volzar levanto frente a él sus palmas con los dedos abiertos. Las diez espadas, incluyendo las que habían interceptado mi ataque, los imitaron, como si fueran lo mismo.

Bueno, creo que ya sabia el porqué de su nombre.

Para desarmarlo, intente arrojarlas fuera de su alcance, pues pensé que al ser espadas, simplemente podría atraerlas o expulsarlas con magnetismo, pero mi sorpresa fue muy grande cuando vi que no fue así.

—¿Que significa esa expresión? —pregunto Volzar—. ¡Oh! Te preguntas por mis espadas, ¿cierto? Son interesantes, ¿no?

—¿De que están hechas? Eso no es metal.

—No. De serlo no podría controlarlas tan bien. Es irin, una piedra especial que tiene la maleabilidad de un metal, pero las propiedades de una roca común.

Como para reafirmar sus palabras, Volzar comenzó a mover sus dedos de la misma forma que haría un titiritero, haciendo que las espadas se completarán como si fueran una extensión de ellos, terminando ese pequeño espectáculo cuando las apunto hacía mi.

—¡Volzar! ¡Deja de jugar y matalo! —le grito Dess.

—Calmate, en eso estoy. Y ya te dije que tú mejor te vaya de aquí, no querrás que algo te pase, ¿o si?

Aunque Volzar le contesto eso, de todas formas le hizo caso y comenzó a atacarme.

Él se quedó en su lugar, pero las espadas se movían siguiendo el rápido movimiento de sus dedos. Incluso en mi forma de relámpago apenas podía frenarlas, se notaba que llevaba haciendo eso mucho tiempo.

Si yo manejara algún otro elemento, seguramente desde el principio me habría derrotado, mas sin embargo un objeto solido no podía atravesar energía pura. Aunque solamente podía hacerlo durante pocos segundos y me agotaba mucho, así me convertí en un relámpago completo y me arroje contra él, intentando electrocutarlo.

—¡Arggh!

Esa era la idea, pero choque contra un escudo hecho por todas las espadas de Volzar. Sus manos estaban entrelazadas, sin dejar ninguna abertura. Todo lo hizo con mucha agilidad, anticipándose a mis movimientos, se notaba lo veterano que era en combate. En cuanto vio que me había detenido, ya con mi forma humana, volvió a atacar, incluso con mas ímpetu que antes.

—¡Nada mal, niño!

Contrarrestar a diez espadas no era fácil, apenas y podía conseguir que no me hirieran de gravedad, así que pensé en lanzar algo como fénix, pero desgraciadamente eso no era posible, para hacerlo necesitaba concentración, algo impensable debido a sus continuos ataques.

Pero aun quedaba una opción.

Lo había estado pensando desde hace mucho, pero jamas lo había puesto en práctica. ¿Si podía usar magnetismo, podría hacer un campo magnético? ¿O  podía usar la energía eléctrica para hacer una barrera? Puede que si no funcionaba muriera, pero valía la pena intentarlo.

Concentre energía mágica a mi alrededor, hasta que se formo una burbuja eléctrica que detuvo los ataques de Volzar. Lo había logrado, sin embargo consumía demasiado, por lo no podría sostenerla por mucho tiempo y lo peor; no había pensado en el hecho de que no lo podría atacar, mantener la barrera ya era demasiado gasto de energía y concentración.

Theria Volumen 3: Regreso a Ulien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora