Yunei
Los rumores fueron lo que me trajeron hasta aquí, un pueblo apartado en medio del bosque.
Hace dos meses, mientras descansaba en una posada después del largo viaje que había cubierto al escapar de la guerra en Ulien, escuche a un grupo de hombres platicando al calor de las cervezas sobre un tipo desconocido y muy fuerte.
—¡Nadie se atreve a acercarse a aquel pueblo debido a él! —gruño uno—. Dicen que cuando un grupo de esclavistas se acerca, se desata una tormenta. Después aparecen los cadáveres, todos carbonizados por los relámpagos.
—Yo escuche —dijo otro, como susurrando—. Que son varios, uno de ellos es una mujer que se puede transformar en lobo.
—¿No saben? —intervino un tercero—. El grupo de esclavistas de Falien, aquellos que eran buscados por la guardia real, fueron destruidos cuando intentaron secuestrar a niños de ese pueblo. Solamente uno sobrevivió, tenia la mitad del cuerpo quemada y gritaba en sus pesadillas que la tormenta venia por él. Lo sé porque estuve ahí
—Yo escuche que en ese lugar sólo habitan niños y que por eso desconfían de todo el que se acerca.
—Aunque, eso si, dicen que últimamente se han calmado con eso y que mientras no tengas malas intenciones, puedes entrar al pueblo, creo que lo saber porque ahí hay un psíquico que lee mentes o algo así —comento otro.
—El señor de la tormenta, ¿eh?
Cuando escuche al ultimo hombre murmurar eso, a mi mente llegó la imagen de aquel niño. Pero era imposible, él había muerto hace mucho.
Aun así, no perdía nada con investigar un poco sobre aquellos rumores, solamente por si acaso, después de todo era por el bien de Sarah. Gracias a la diosa cuando me llego la noticia, ella aun estaba con su abuela, no sé como habría reaccionado.
Aunque pensándolo bien, ella es alguien con más carácter y fuerza de voluntad de la que parece a simple vista, podría superarlo, estoy segura.
Cuando entre a la taberna que estaba al pie de la montaña donde se encontraba aquel pueblo, me di cuenta que los rumores eran prácticamente los mismos que se habían extendido por la región: el del sujeto que convocaba a la tormenta; la de la mujer de ojos amarillos que se transformaba en lobo; la de la destrucción de cualquier grupo que quisiera tomar a los aldeanos. E incluso habían otros, como por ejemplo que no era solamente uno en que controlaba los relámpagos, sino dos o que sujeto le había enseñado a los niños a controlar sus poderes y ahora parecían soldados bien entrenados.
Si mal no recuerdo, Hill le enseño a Sarah, a los jóvenes de Sarte y a sus compañeros. Eso último encaja bien en su descripción.
Al final de mi viaje llegue al fin al pueblo mencionado, una comunidad pequeña un poco aislada debido al bosque, aunque también más cercana a la ciudad que otras, y con una mansión magnifica sobre una pequeña elevacion.
Si bien desde que entre en el bosque sentí muchas miradas siguiéndome, aquí eran el doble. Corrobore con la mirada que uno de los rumores era cierto; este lugar estaba básicamente habitado por jóvenes sin casi ningún adulto a la vista.
Después de preguntarle a la única anciana que pude encontrar la ubicación de una posada, y obviando su mirada de desconfianza, me dirigí hacia ahí. Una buena comida caliente no estaría mal, además de que tal vez podría conseguir información de los posaderos.
Cuando llegue me quede un poco sorprendida de lo vacío que estaba, aunque pensadolo bien, era normal, dado que estaba en un lugar apartado, nada que ver con las que frecuentaba. De las doce mesas, solamente una estaba ocupada. Ahí se encontraba una mujer joven, algo fornida y de cabello negro, que bebía de una taza humeante, mientras leía un pequeño libro.
Cuando alzó la vista, logre distinguir un destello amarillo, pero solamente fue por un momento, pues en seguida dejo de prestarme atención y se concentro de nuevo en su lectura. A parte de ella, la única otra persona en la posada era la dueña, una mujer mayor la cual me miro con una sonrisa en el rostro.
—Deme una cerveza y un plato de estofado —le indique mientras me sentaba en una mesa vacía.
La chica que estaba leyendo el libro de pronto se levanto y con paso ligero se acerco a donde yo estaba, para luego sentarse en la silla frente a mi
Con una ligera sorpresa, verifique que sus ojos realmente eran amarillos. ¿Seria acaso esa chica la mujer de los rumores?
—¿Que te trae por aquí? —pregunto, con evidente hostilidad.
—Karla, no asustes a los cliente, que no tenemos muchos —la reprendió la posadera, quien traía mi pedido, aunque no me traía un tarro de cerveza, sino una taza de café, luego me miro y me dijo con tono maternal—. Es temprano para beber alcohol, mejor toma esto, es delicioso, te lo aseguro jovencita.
—Gracias —le dije, algo nerviosa. No era la primera vez, pero siempre me sentía algo cohibida cuando me hablaban de esa forma.
—¿Y bien? ¿Que buscas? —me preguntó la chica, aunque ya parecía mas curiosa que molesta, tal vez por la presencia de la posadera.
—Escuche rumores sobre un tal "señor de la tormenta" —le dije, tomando un sorbo de café. La posadera no mentía, estaba delicioso—. Pienso que tal vez es alguien que conozco.
—¿Ese tipo? —dijo ella, suspirando—. Seguramente este durmiendo, levantarlo en la mañana siempre me es difícil, la mayoría de las veces no se puede ni con la ayuda de Mifi y ya casi es hora de que se encargue de los niños.
—Ah, pero ha de llegar pronto... Si, cuando se trata de comer, ese chico es constante —intervino la posadera.
Umm. Con esa descripción, apostaría todo mi oro a que ese tipo realmente es Hill. Y por las palabras de la chica, parece que engaño a Sarah, así que, ¿cual sera su castigo? Aunque no debería sacar conclusiones apresuradas...
En ese momento la puerta se abrió y una voz conocida exclamo:—¡Buenos días, perdón por el retraso!
No fue intencionado, mi cuerpo pareció actuar por si mismo. Con un rápido movimiento me levante de la silla y antes de que nadie pudiera detenerme, ayudada por mi magia, llegue la puerta en apenas un segundo y golpee a ese tipo en el estómago.
—¿Que? ¡¡Yunei!!
—Levantate, idiota mal nacido, creo que te había advertido que pasaría si engañabas a mi amiga. Además de que preocupaste a todos. Explicame ahora, antes de que te reviente a golpes, ¿donde diablos has estado todo este tiempo?
ESTÁS LEYENDO
Theria Volumen 3: Regreso a Ulien.
AventuraHan pasado cerca de tres años desde que Hill desapareció y sus compañeros se han separado para seguir cada uno con su vida. Un día una joven llamada Karla y su lobo, Mifi, encontraron a un joven desmayado cerca de la tumba de un ser querido, aunqu...