2: La fuerza del valor. 🚔

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Mis manos habían chocado con el piso, en un intento de controlar mi respiración me levanté de abrupto del suelo, aquello no podía ser real, sencillamente me negaba, el rencor empieza aflorar en mi pecho, y sé que no seré capaz de controlarlo

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Mis manos habían chocado con el piso, en un intento de controlar mi respiración me levanté de abrupto del suelo, aquello no podía ser real, sencillamente me negaba, el rencor empieza aflorar en mi pecho, y sé que no seré capaz de controlarlo. Pero no sólo eso empieza a brotar, mil y un sensaciones olvidadas, enterradas al menos para mi, salen como un zombie en película de acción de su tumba.

—¿K-Kacchan? —vuelve a formular, la oscuridad no me permitía detallar sus rasgos, aunque era capaz diferenciar sus orbes y cabellos rebeldes, su voz, ¡maldición! Su voz continúa siendo un choque eléctrico ante mi cuerpo.

Pocas veces he quedado mudo ante alguna situación, y al parecer esta era una de esas ocasiones. ¿Qué estaba haciendo aquí? Entonces se escuchó una explosión cerca, cual hizo sacudir todo el edificio, alertando mis cinco sentidos al máximo, observé como polvo caía con desdén del lugar.

—El lugar pronto colapsará... —formulé seguro. —Debes salir de aquí ahora.

Volviendo a mi deber, señalé las escaleras por donde había llegado haciendo referencia de que Deku debía ir ahí, escasas luces —la cuales pertenecen a las patrullas — iluminan el sitio, debo llegar al centro del lugar.

—Pero... ¿Y tú? —preguntó, debía estar concentrado, responder preguntas sólo me atrasan, sé que si no contesto no se irá.

—Yo... Tengo esto. —Saco un arma detrás de la espalda y señalo un par de pistolas en el cinturón que traigo. —Pero tú debes volver, encontrarás atención médica si vas todo derecho.

—¿Cómo conseguiste eso? —el tono de su voz salió temerario. Tiroteos del techo hacen que la piel se me henchine.

—¡No tengo tiempo para esto!, ¡debes salir de aquí ya!

Lo empujé hacia el iniciar de las escaleras, después troté hasta salir de la habitación, el camino era obstruido por una especie de pared de metal. Logro diferenciar pasos del otro lado.

—¡Maldita sea, Neito! El jefe estará muy enojado. —Un hombre llama a Monoma Neito. —¡Ya valimos!

Intento ignorar algunos quejidos de miedo, seguramente de los rehenes.

—¿¡Y crees que no lo sé!? Estamos rodeados, la única manera de salir de aquí, es con esto. — se escuchó una especie de bolsa con fieltro abriéndose y algo pequeño caer en el suelo.

—¡Estás loco!, ¡deja esa mierda! —contrapone el otro sujeto.

No tarda mucho para que todo el sitio vuelva a temblar y un sonido sordo me controle, ¿qué les pasa? El único que puede hacer explotar algo soy yo. Polvo cae sobre mi rostro. Estoy famélico de justicia.

—Katsuki Bakugou, ¿me escucha? —la voz de Ilda se oye por el intercomunicador puesto en el oído derecho de mi oreja.

—Lamentablemente. —apreté un botón pequeño del aparato.

El sabor de la piel | Boku no hero academiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora