Especial 1: Sesiones.

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«Kacchan», Katsuki Bakugou oyó miles de veces ese apodo durante varias etapas de la vida de Izuku Midoriya, desde que era un niño de cinco años hasta ahora que está en la secundaria con quince. Siempre temió a Izuku, quizá toda la secundaria temía a Izuku Midoriya. ¿Por qué? Es bastante sencillo de deducir, Deku cada día que transcurría se convertía en alguien sumamente hermoso, Katsuki lo sabía, pero Katsuki no podía permitirse enamorarse de él, su orgullo quedaría pisoteado si osaba a sentir atracción por él.

     La beldad de Izuku Midoriya era tan perturbadora que ni la noche estrellada con el cielo despejado podía comparársele. El joven escritor hizo muchos amigos en la escuela. Cuando Katsuki estuvo en su último año de secundaria, decidió que dejaría de molestar a Deku, lo decidió porque él se creía incapaz de seguir ocultando sus sentimientos en torpes groserías y blasfemias. Empezaba a sentir deseo por Deku, más que amigos, y él no estaba preparado para ser un chico enamorado.

     Empero, era muy difícil alejarse de Izuku, el alfa interno de Bakugou exigía a esa hermosa especie, ese sonriente Omega de mejillas pecosas.

     El celo de un omega es doloroso, su estómago se retuerce como si tuviera cólicos y cada nervio de su aparato reproductor se comprime hasta que recibía la atención de una pareja dispuesta a procrear con el Omega. En este mundo complejo, el primer celo del omega se libera cuando siente atracción por alguien más, no antes, no después, los libros de biología han escrito que suele ser a partir de los 13 años en adelante cuando el Omega empieza a interesarse hacia una persona. Se dice que tener sexo con un omega es la sensación más exquisita y placentera del mundo. 

     Izuku Midoriya admira de sobre manera a Katsuki Bakugou, la forma en la que se enfrenta a quien quiera que se le pare enfrente sin temor. La lengua de Kacchan no titubeaba. El carácter rudo y rebelde llamaba mucho la atención de Izuku, quería ser como él, no es que se odiase como es, pero si tuviera un poco más de valentía, como la de Bakugou, quizá su madre no tendría miedo a que saliese a la esquina.

     Izuku Midoriya es inteligente, un artista con los trazos, le gusta ayudar a los demás y que sepan que él estará ahí cuando lo necesiten. Es meticuloso en sus acciones y ordenado, fanático a los cómic y películas de héroes. Amante de la literatura y del chocolate, y de cualquier perrito que se encuentre en la calle. Kacchan por el contrario no le gusta la gente, prefiere los gatos y los dulces picantes.

     Por eso Izuku Midoriya no se comprendía, ¿cómo podía gustarle un opuesto a él? Cuando era obvio que Kacchan no sentía más que asco al estar cerca de su persona

     Un día, a inicios del semestre, Izuku vio jugar básquetbol a Kacchan, esa escena fue la gota que derramó el vaso. Midoriya veía cómo caía el sudor por el cuello y brazos de Katsuki, para tener quince años, el joven estaba exageradamente bien desarrollado. La mirada concentrada del joven de ojos escarlata era excitante, Izuku no sabía qué le ocurriría a su cuerpo, sentía mucha calor con sólo ser testigo de lo atractivo que es su compañero. Después, todo fue claro, su primer celo llegó.

     Corrió al salón más lejano que halló —el salón de química—  esperando a que su calentura bajara, mas le fue una faena difícil, la viva imagen de Katsuki atormentaba su cabeza y entrepierna. Oh Dios... Quería a Kacchan ahora, su Omega exigía la presencia de aquel alfa poderoso y delicioso a los ojos de Midoriya. Lo necesitaba, lo necesitaba a él y a nadie más.

El sabor de la piel | Boku no hero academiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora